PRONTUARIO DE MUSICOLOGÍA

Por Abigail Bravo Cuadrado

 

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Título: Prontuario de musicología

Autora: Carmen Rodríguez Suso

Editorial: Clivis

Año de publicación: 2002

Número de páginas: 239

ISMN: M-3502-0084-7

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Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el Prontuario de musicología es una herramienta crucial para todo aquel que quiera dedicarse a la música, ya que contiene datos y cuestiones indispensables que todos los que nos dedicamos a ella deberíamos conocer.

En este libro encontramos un desglose de todo lo relacionado con nuestra disciplina: desde una descripción de los profesionales que intervienen en el hecho musical, hasta un repaso por las fuentes de las que podemos servirnos para iniciar una investigación de cualquier tipo. Rodríguez Suso consigue tocar todos los palos de la música, dando una visión imparcial, realista y práctica del fenómeno musical hoy en día.

La autora, musicóloga, se centra en dar a conocer esta disciplina, esclareciendo de un modo satisfactorio cuáles son las ramas del saber que incumben a los profesionales de la ciencia musicológica de un modo ameno y comprensible, centrándose en definir cuál sería el trabajo del musicólogo en cada aspecto.

El libro está dividido en siete capítulos que abarcan diferentes materias en relación a la naturaleza de la música, al hecho musical y a la investigación. Para ampliar conocimientos, tras cada capítulo se adjunta una bibliografía comentada sobre los temas tratados.

En el primer capítulo la autora introduce la música y la musicología al lector, haciendo hincapié en la cualidad temporal de aquella, la importancia del compositor en su definición, y su papel en la sociedad.

Durante el segundo capítulo vemos todos los posibles profesionales que trabajan en el mundo de la música, ya sea interpretándola, ecualizándola o administrando documentos sobre ella, entre otros. Rodríguez Suso hace un recorrido histórico por cada profesión, además de presentar en qué consiste y su situación actual en el mercado.

Los capítulos del tres al seis se centran en tratar las diversas naturalezas de las fuentes musicales. Vemos las discusiones, ventajas e inconvenientes que presenta la notación musical y la grabación sonora; los procesos que sigue la organología; la información que nos puede brindar la iconografía musical –y cómo tratar dicha información–; y los tipos de literatura musical que hay y cómo cada uno puede aportar datos interesantes en relación a la música.

El séptimo y último capítulo trata exclusivamente del trabajo que realiza un musicólogo. La autora recoge la inmensa variedad del conocimiento con el que tratan estos profesionales, y cómo las ramas de interés para los musicólogos han ido cambiando con el paso del tiempo. El último punto del capítulo, dedicado a explicar de un modo conciso el protocolo científico que debemos seguir a la hora de realizar un trabajo de investigación, será de mucha utilidad a cualquier persona que tenga que llevar a cabo un trabajo de este calibre, ya sea por interés en un tema en concreto, para el fin de nuestro título, del máster o incluso para una tesis doctoral.

Algo que a los lectores les resultará de mucha utilidad son los esquemas que encontramos a lo largo de todo el libro y que hacen más visible las cuestiones tratadas. En general, las imágenes y estos esquemas dan una apariencia más cercana al Prontuario, haciéndolo más comprensible si cabe.

 Quizás el mérito principal de Rodríguez Suso sea que consigue alcanzar tan variados campos y explicarlos de un modo inteligible para cualquier tipo de persona, ya que no se permite entrar en demasiados detalles. Lejos de ser un punto negativo, esta característica dota al Prontuario de una visión general y en perspectiva de lo que ha llegado a convertirse la música: un prisma con infinidad de caras en el que todos tenemos cabida y nos necesitamos mutuamente.

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