«FOLK AND WORLD MUSIC»: UN ACERCAMIENTO A LA MÚSICA DESDE OTRA PERSPECTIVA. Segunda jornada impartida por el maestro Pär Morberg

Por Cristina Simó Monleón

El pasado miércoles 15 de noviembre tuvo lugar en el aula de estudio del Conservatorio Superior de Música de València una masterclass sobre música folklórica de distintas partes del mundo. A lo largo de toda la mañana, el alumnado pudo disfrutar y aprender de la mano de Pär Moberg, docente de la Malmö Academy of Music, que ya impartió un taller de la misma temática el día anterior. Además, también tuvo lugar otra actividad centrada en la música coral, a cargo de Lena Ekman.

Cabe destacar que, al margen de las piezas y los contenidos aportados por Pär Moberg, es especialmente interesante tener la oportunidad de trabajar con una metodología tan diferente a la utilizada tradicionalmente en el conservatorio, ya que en esta masterclass el aprendizaje se basa en la memoria y la experimentación con el instrumento, sin utilizar ningún tipo de soporte escrito.

Pär Moberg junto con parte del alumnado asistente

El taller se desarrolló en dos partes. La primera parte, cuya duración fue de una hora y quince minutos, se basó en una canción típica de Macedonia titulada Usti Usti Baba. Se trata de una canción tradicional en las fiestas de boda. El ponente comenzó interpretando la melodía completa para dar a conocer la pieza al alumnado. Después, explicó qué escala utilizaba (en concreto, Re frigio con la 3ªM) y tocó un primer fragmento más despacio, para que los asistentes pudieran aprenderlo y reproducirlo con su instrumento. Los alumnos descubrieron la melodía “de oído”, por imitación, sin recurrir en ningún momento a la partitura. Cuando todos interiorizaron el primer fragmento, el profesor pasó a interpretar el segundo y se repitió el procedimiento hasta llegar al final de la canción.

Una vez que el conjunto del grupo pudo interpretar la melodía completa, el siguiente paso fue añadir el ritmo. Un alumno era el encargado de tocar una especie de bombo y otra alumna utilizaba la pandereta, realizando entre los dos un ritmo básico para toda la canción. Después, la formación se dividió en pequeños grupos para añadir voces a la interpretación, de manera progresiva: los instrumentos graves haciendo la línea del bajo, algunos instrumentos agudos realizando un contracanto rítmico y otros tocando la melodía transportada por 3as. Así, se obtuvo una interpretación muy completa de la pieza. Las distintas voces se iban combinando en cada sección, siguiendo las instrucciones del maestro, y todo se trabajaba de memoria. Por último, se añadió una sección de improvisación, donde cada alumno que lo deseaba pudo tocar un pequeño solo a partir de la escala utilizada, mientras el resto continuaba con el acompañamiento.

Después de un breve descanso, comenzó la segunda parte del taller, donde durante una hora y media se empleó el mismo procedimiento, esta vez con dos canciones diferentes. En primer lugar, una canción típica en el sur de Suecia, basada en la música polaca: una Slängpolska. Por último, la jornada terminó con una pieza de baile escocesa. Los alumnos aprendieron estas canciones de la misma manera, a través de la escucha, la imitación del profesor y la experimentación.

El profesor Pär Moberg impartiendo la masterclass

Este taller ha resultado muy interesante ya que aporta una visión de la música completamente diferente a la que suelen tener los estudiantes de formación musical clásica. En primer lugar, no se trabaja sobre partituras, sino a partir de la escucha y la memorización. Esto permite al intérprete tener un mayor dominio de lo que está tocando, interiorizar las piezas, consiguiendo así más libertad para fluir con la música y experimentar con ella.

Además, a nivel pedagógico, esto puede ser muy útil en los primeros años de formación, cuando el alumnado todavía no controla del todo la notación musical, para mejorar la escucha y la interpretación sin necesidad de recurrir a música escrita.

Pär Moberg explicó que, debido a su formación folklórica, uno de sus puntos fuertes es la memoria: conoce aproximadamente cuatro mil canciones tradicionales, todas almacenadas en su mente, y esto para él es un gran privilegio. Sin embargo, otros aspectos como la lectura de partituras han supuesto un reto para él, puesto que tardó casi veinte años en poder desenvolverse con soltura en este sentido.

Por otro lado, llama la atención el lugar que ocupan la técnica y la formalidad en este tipo de música. El ponente no se preocupó excesivamente por la calidad de su sonido o por la exactitud de sus ornamentaciones. Tampoco parecía importarle que algunas figuras rítmicas se variaran ligeramente. Además, mientras interpretaba las piezas, se movía con libertad, colocando las manos en posiciones a veces poco ortodoxas, pero fluyendo con lo que estaba tocando. Esta manera de entender la música es mucho más natural y proclive al disfrute, y ciertamente es muy enriquecedor para el alumnado del CSMV poder aprenderla.

Por último, resulta fascinante que en Suecia la música folklórica tenga su espacio dentro de la formación superior, contando con un título especializado en este campo. En definitiva, el taller World and folk music ha sido una oportunidad inigualable para conocer un acercamiento muy diferente a la manera de tocar y aprender música.

 

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