Por Pau García Palop
El miércoles 23 de noviembre de 2022, justo un día después del día de Santa Cecilia, patrona de la música, ha tenido lugar en el Auditorio de nuestro Conservatorio un concierto dirigido al alumnado de educación infantil de tres colegios repartidos por la comarca de l’Horta; todo este público infantil ha ocupado el patio de butacas inferior para poder visionar el acto organizado por el Departamento de Pedagogía, con la colaboración de los de Sonología (iluminación y sonorización) y Dirección.
Este concierto se ha iniciado con algunos minutos de demora, lo cual queda justificado en vista de la extremísima complejidad logística que ha requerido, cuya coordinación resulta cuanto menos dificultosa, al requerir la orquesta al completo, así como dirigir al público infantil hasta sus asientos, notándose un cumplimiento riguroso por su parte y por la del alumnado de nuestro Centro involucrado en el desarrollo del acto. La afluencia ha sido considerable, sobre todo por parte del público infantil, que ha ocupado todo el patio de butacas inferior, quedando el superior para el alumnado que quisiera visionar el concierto.
En primer lugar, la Directora de nuestro Conservatorio, y la coordinadora de Musidácticos, han presentado el acto que iba a desarrollarse, interpelando a la chiquillería en numerosas ocasiones; tras ello, han empezado a subir al escenario las distintas secciones de la orquesta, empezando por la percusión, que ha interpretado un arreglo de la sintonía de 20th Century Fox a modo de introducción; a continuación, han subido los vientos, primero metales y luego maderas, y finalmente las cuerdas y arpa.
El concierto ha contado con una narración por parte de Javier Moros Escrig, alumno de la especialidad de percusión, que encarnaba el papel del propio compositor, Modest Mussorgsky, quien originalmente compuso la obra para piano solo; más adelante, Maurice Ravel, compositor y muy reputado orquestador, orquestó esta obra, creando una versión aún más resultona y que ha acabado “eclipsando” la original para piano solo.
A partir del “Baile de Pollitos en sus Cáscaras” (movimiento de la obra) se ha iniciado una coreografía con interpelación al público, especialmente al infantil; la integración de las coreografías se ha alargado durante los movimientos siguientes, a modo de refuerzo extramusical (elemento fundamental de la propia obra), junto con las intervenciones del “compositor”. Ha sido especialmente notable la participación de una “bruja” (Baba-Yaga) en el movimiento La Cabaña sobre Patas de Gallina, que ha ido dirigiéndose al público infantil con sus “risas malvadas”.
El movimiento final ha incluido la salida a escena de todos los personajes representados, junto con un desmayo del “compositor” en el corte final (último acorde del movimiento La gran Puerta de Kíev); a continuación, el público infantil ha sido requerido para ir aplaudiendo (y en su caso, vitorear) a las distintas secciones y cuerdas de la orquesta, y a continuación, al alumnado del Conservatorio que ha participado en las coreografías.
A modo de bis, la orquesta ha interpretado una polka vienesa para que la chiquillería baile y salte; en definitiva, ha sido una experiencia amena y de disfrute de todo el público, tanto del infantil (a quienes estaba expresamente destinado el concierto) como del alumnado y el mismo profesorado.
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