Por Ana Caballero Argente
El día 13 de marzo el mundo se paralizó. Las escuelas cerraron sus puertas, los bares dijeron adiós a su continuo ajetreo y de los parques despareció la vida que había permanecido allí hasta entonces. Todos tuvimos que despedirnos precipitadamente de nuestros seres queridos, sin saber cuándo podríamos besarnos y abrazarnos de nuevo.
En ese momento, de repente, nos encontramos aislados de todas aquellas cosas que hasta hacía unas cuantas horas parecían indispensables en nuestra vida. Nos quedamos solos con nosotros mismos, con nuestros vacíos y nuestros miedos.
Fue entonces, durante aquellos días de temor e inquietud, cuando comenzaron a surgir iniciativas musicales que buscaban unir a las personas e intentar hacer el confinamiento lo más llevadero posible.
Una de esas propuestas fue la del #FestivalDelsBalcons, promovida por la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana. Esto hizo que el día 19 de marzo, cuando en cada casa aún se respiraba ese aire de incertidumbre y preocupación, los músicos de la comunidad saliéramos al balcón de nuestra casa a tocar. Personalmente, cuando ese día vi a mi vecina María bailar con su marido mientras mis vecinos músicos y yo tocábamos “Amparito Roca” y “Paquito el Chocolatero”, supe que lo que necesitábamos para sobrellevar esta situación era justamente esa conexión y esa sensación de unión entre las personas.
De la misma forma aparecieron campañas tan considerables como la de One World: Together at Home. Esta iniciativa fue impulsada por las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y Global Citizen, para apoyar al personal sanitario que está haciendo frente a la pandemia. En ella participaron artistas de la talla de Lady Gaga, Billie Eilish, Elton John, John Legend, Paul McCartney, Stevie Wonder y Lang Lang, entre otros.
De la misma manera se creó el #YoMeQuedoEnCasaFestival, con la intención de instar a la gente a permanecer en sus casas para salvar tanto sus vidas como las de los demás. Durante este festival los artistas realizaron una serie de conciertos desde sus casas cada media hora durante los fines de semana. Se celebró a través de Instagram y en él participaron cantantes como Rozalén, Rayden, Sofía Ellar, Natalia Lacunza, Carlos Sadness, Funambulista o Marwan.
A su vez, algunas de las orquestas más importantes dentro del mundo de la música clásica, como son la Orquesta Filarmónica de Berlín, la Orquesta de la Comunitat Valenciana, la Royal Concertgebouw Orchestra o la Orquesta de la Ópera de París, han decidido colgar en las redes y retransmitir de forma gratuita todos sus conciertos grabados y óperas.
Por otro lado, a raíz de esta situación de cuarentena, algunos artistas han creado canciones que instan a quedarse en casa para garantizar la salud de todos. Ejemplo de ello son las canciones “Quédate en tu casa” de La Pegatina o “Volveremos a brindar” de Lucía Gil, que se han convertido en los grandes himnos del confinamiento.
Por otra parte, durante estos días se han sucedido los conciertos espontáneos en los balcones de la mano de gran cantidad de músicos a lo largo de toda España. Con estos pequeños shows los artistas pretenden distraer a la gente de la monotonía que conlleva el confinamiento e intentar animar en todo lo posible a sus vecinos.
De esta forma surgió Stay Homas, el que se ha convertido en el grupo más popular durante la cuarentena. Esta banda está formada por Klaus Stroink (actor de doblaje y trompetista en el grupo Búhos), Rai Benet (guitarrista en Stay Homas y bajista de Búhos) y Guillem Boltó (trombonista y frontman de Doctor Prats).
Estos jóvenes comenzaron componiendo canciones el 15 de marzo y cantándolas en la terraza de su piso en Barcelona. Cantan en catalán, castellano, portugués e inglés. En sus canciones tocan instrumentos como la guitarra o el teclado, aunque el que se ha convertido en su instrumento más característico es un cubo azul de plástico.
Sus canciones han contado con colaboraciones de cantantes como El Kanka, Judit Neddermann, María José Llérgo, Josep Montero de Oques Grasses, Nil Moliner, Pablo Sánchez de Ciudad Jara, Sara Socas, Sofía Ellar, Green Valley, Macaco o Silvia Pérez Cruz. Además, el propio Michael Bublé ha versionado una de sus canciones.
Según Guillem: “Hay canciones para todo. A todas las situaciones le puedes hacer una canción. Un confinamiento, una situación crítica, una situación mala. La música es una parte de esperanza y de luz en días grises como estos”. “El hacer que alguien sonría aunque sea por unos minutos con una de nuestras canciones ya nos emociona muchísimo”.
El día 5 de abril anunciaron su primer concierto en Barcelona, que tendría lugar el 31 de julio y, solamente 10 minutos después de esta declaración ya se habían acabado las entradas para el mismo. Los miembros de Stay Homas no esperaban alcanzar tal éxito en tan poco tiempo, pero por lo visto, han venido para quedarse.
Como conclusión, tras ver estos ejemplos de iniciativas por parte de todo tipo de artistas del panorama actual podemos comprobar cómo la música, lejos de desaparecer en estos tiempos complicados, ha encontrado nuevas formas para permanecer entre nosotros.
Como decía el cantautor León Gieco, “La música es una cosa amplia, sin límites, sin fronteras, sin banderas”. Este arte es tan necesario y tan poderoso, que es capaz de unir a todo un planeta bajo su abrazo.
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