La interpretación del violonchelo romántico. De Paganini a Casals.

Por  Irene Simbor Lozano

MU-ZURITA_PortadaTítulo: La interpretación del violonchelo romántico. De Paganini a Casals.

Autor: Trino Zurita

Editorial: Antoni Bosch Editor

Año: 2016

ISBN:  978-84-941595-3-4

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Trino Zurita nos presenta en este libro una versión depurada de su tesis doctoral, donde se adentra en el campo de la interpretación histórica y estudia los principales rasgos expresivos propios de los violonchelistas de la segunda mitad del siglo XIX.

La investigación se enmarca entre dos figuras clave en la historia de la música: Nicolò Paganini marca el inicio de la escuela de interpretación dramática y el estilo virtuoso, y Pau Casals representa el final del período tardorromántico.

El autor se sirve de los primeros documentos sonoros existentes para fundamentar sus hipótesis y establecer comparativas entre las diferentes escuelas interpretativas, centrándose en las cuestiones estilísticas y los recursos expresivos más empleados.

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El libro se estructura en cinco bloques diferenciados:

Los primeros dos capítulos tienen un carácter introductorio. En ellos se abordan cuestiones generales sobre la interpretación musical durante el el período que nos ocupa. Zurita define las diferentes escuelas interpretativas que coexistieron, las tendencias y rasgos que definieron a cada una, el modelo de intérprete que buscaban los compositores, la manera en que los músicos abordaban el estudio de la partitura, y otras cuestiones similares. Se hace un especial hincapié en la estética de los virtuosos encabezada por Paganini, que alcanzó una popularidad enorme entre los intérpretes y cosechó el desprecio de críticos y representantes de la escuela más clásica. Al final de este primer bloque, Zurita nos proporciona una visión general del panorama estético-interpretativo y nos presenta a sus principales representantes, que serán los protagonistas durante el resto de capítulos.

El autor dedica cada uno de los bloques siguientes a un aspecto estilístico en concreto. El primero de ellos es la influencia de la escuela vocal. Zurita se propone en este segundo bloque ahondar en la influencia del modelo vocal en la interpretación instrumental. Para ello, se remonta a los principios por los que se regía el arte dramático y la declamación, analizando los rasgos definitorios de los poetas y oradores que sirvieron de modelo a los músicos.

El tercer bloque se ocupa del carácter prosódico, continuando con la línea marcada en el anterior capítulo. Zurita define el carácter prosódico como el rasgo más fascinante que caracteriza a la interpretación tardorromántica e intenta descubrir las reglas que regían su aplicación. Después de comprender el origen de este recurso, Zurita se basa en la contribución del violonchelista Hugo Becker para proponer una metodología de análisis del carácter prosódico en la interpretación, demostrando así el enfoque práctico de su investigación.

El vibrato se estudia en el cuarto bloque. Zurita nos introduce en los diferentes tipos de vibrato que coexistieron y los usos variados que cada intérprete hacía de este recurso. El análisis de grabaciones de diferentes violonchelistas servirá para replantearse la concepción romántica del vibrato y observar las contradicciones que pueden encontrarse entre las fuentes que nos han llegado.

El último bloque se centra en el portamento, siendo la sección más amplia de todo el estudio. Este recurso expresivo llegó a ser distintivo de los instrumentos de cuerda, y en especial del violonchelo. Zurita estudia las características estéticas de este recurso y su relación con la escuela vocal, para proporcionar a continuación una detallada taxonomía del portamento. Basándose en una grabación de la pieza Salut d’amor de Elgar interpretada por Casals, Zurita consigue desglosar todos los tipos de portamento y explicarlos al detalle, de forma que el lector se hace una idea bastante clara de la enorme importancia y versatilidad que este recurso tenía para los intérpretes tardorrománticos.

Una de las conclusiones a las que uno podría llegar cuando lee las hipótesis de Zurita es que los intérpretes románticos (especialmente los enmarcados dentro del estilo dramático virtuosístico) tenían muy poco respeto por la partitura y por las intenciones del compositor. Sin embargo, el autor desmiente que estas prácticas fueran fruto de una actitud informal hacia el texto musical, sino que deben entenderse desde el punto de vista estético romántico: la concepción de la música asumía un modelo expresivo dramático, basado en la oralidad de la palabra y en una gran carga emocional. Para ellos, el texto musical requería ser declamado y se entendía como un arte oral. Para Zurita, los propios compositores pensaban su música con carácter prosódico, y así lo demuestran los testimonios sonoros.

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En conclusión, Zurita reivindica con su investigación la interpretación de la música romántica de acuerdo con la estética bajo la cual fue concebida. Según el autor, la creciente tendencia que existe en los estilos barroco y clásico hacia la interpretación histórica debería extenderse también al período romántico. Es evidente que la aplicación de los recursos estudiados en su tesis generaría gran controversia, puede que incluso más que en el caso de los estilos barroco y clásico. Supondría cuestionar todos los parámetros que rigen la interpretación moderna a la que estamos acostumbrados, cambiando por completo la manera de entender la música romántica.

En resumen, Trino Zurita nos brinda en su libro una investigación de gran nivel, abriendo un área de estudio desconocida y suscitando dudas acerca de los criterios interpretativos bajo los que todos nosotros abordamos las obras románticas. La aportación musicológica de la tesis que nos ocupa es innegable y, tal como el propio autor afirma, queda mucho por hacer en el terreno práctico y pedagógico.

Es evidente que no estamos ante una obra de lectura ligera, sino que se trata de un documento para el estudio y la consulta, que requiere una lectura atenta y pausada. Uno de los elementos más interesantes del libro es la posibilidad de escuchar todos los documentos sonoros y grabaciones históricas a las que se hace referencia, ya que el autor las pone a nuestra disposición en su página web: www.trinozurita.com/historicalrecordings.zip.

No hay duda de que todo musicólogo e intérprete de cuerda, en especial los violonchelistas, que deseen adentrarse en la interpretación romántica con fundamento histórico encontrará aquí una obra de referencia. Está por ver la acogida que las investigaciones de Zurita tengan entre los intérpretes, puede incluso que nos encontremos ante un redescubrimiento del repertorio romántico bajo una concepción estética totalmente distinta.

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Sin título

Trino Zurita

Antequera, 1976. Trino Zurita comenzó sus estudios de violonchelo a los once años. Formado en Málaga con Antonio Campos y Urmas Tammik, amplió sus estudios en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú con Dmitri Miller. En música de cámara ha tenido a maestros como Alexander Bonduriansky, Alexander Galkovsky, Dmitri Shebalin o Bretislav Nobotný.

Con preocupaciones muy diversas en el ámbito de la interpretación musical, su actividad se circunscribe tanto al marco del violonchelo moderno como del violonchelo histórico. Fruto de su interés por el estilo interpretativo del periodo romántico, concretamente por el que se practicó en la segunda mitad del siglo XIX, es su tesis doctoral ‘Estética de la interpretación violonchelística en la era pre-Casals’, y su trabajo discográfico ‘Liszt: Complete cello and piano works’ (Columna Música), realizado junto al pianista Antonio Simón, en el que aborda con criterios históricos la obra integral para violonchelo del maestro húngaro.

El interés por la creación de vanguardia siempre ha estado presente en su trayectoria. Consolidado como un especialista en la interpretación de música contemporánea en sus diversas expresiones, numerosos compositores han escrito para él.

Es doctor por la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid. Actualmente es profesor de violonchelo en el Conservatorio Superior de Málaga.

Toca un violonchelo Francesco Lazzaretti construido en Vicenza en 1893.

 

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