Por Pablo Castañeda Minguet
El pasado miércoles 9 de febrero, tuvimos la oportunidad de escuchar un concierto de música de cámara, formado por un dúo de flauta y guitarra a cargo de dos grandes músicos como son Joaquín Gericó y Rubén Parejo.
Este concierto fue programado dentro del ciclo “Dimecres al conservatori”, en este caso para el mes de febrero. Como viene siendo habitual, personas relacionadas con el conservatorio aparecen en este ciclo, en este caso participaron en él dos Catedráticos del centro. Pero, este hecho no es el único que relaciona a ambos, pues también son Académicos Numerarios de la Muy Ilustre Academia de la Música Valenciana.
Este último hecho incita a la creación de esta unión, y a su vez, la elección del programa, ya que están inmersos en un trabajo de recuperación y promoción de la música valenciana, concretamente para esta formación.
Para comenzar el concierto, se interpretó Serenata al Alba del Día (1982) de Joaquín Rodrigo (1982). Seguidamente, pudimos escuchar la obra Imágenes del Solitario (1971) compuesta por Rafael Rodríguez Albert, quizás la obra más compleja de todo el concierto, ya que tanto en el programa de mano, como el propio Rubén Parejo advirtieron de su gran dificultad. Se trata de una obra muy poco interpretada, estructurada en seis movimientos: Tapiz de Arreboles, Camino Olvidado, Pasapié de las Brujas, La Golondrina Extática, Paso del Peregrino y Torbellino en los Sauces. A continuación, el reestreno de la obra Equilibri (2020) de Roberto Loras Villalonga. Como curiosidad añadir que el propio compositor estuvo presente en el concierto.
Aproximándonos al final, llegaría el momento más emotivo del concierto, no solo por el aspecto musical, pues todo el concierto en sí fue maravilloso, pero cabe destacar un merecido recuerdo a Claudia Montero, profesora y compañera que nos dejó el año pasado. Su música será eterna y, prueba de ello, la interpretación de la Suite de los Buenos Aires (2016): Preludio y nanita, Intermedio melancólico, Fugueta y despedida. El propio Rubén Parejo comentó que se trataba de una obra especial, puesto que él fue el encargado de grabarla para el CD que, a su vez, formaba parte de la grabación que consiguió ayudar a Claudia Montero a lograr un Grammy en 2016.
El concierto clausuró con la interpretación de Sonatina Ibérica de Ramón García i Soler: Andante, Tempo di Habanera, Tempo di Fandango.
Un broche de oro a un magnífico concierto, con una gran variedad de obras y sobre todo una gran recepción por parte del público, antes de comenzar por la gran entrada que hubo en el auditorio y por la calurosa ovación al finalizar el concierto.
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