(2ª Parte) PREMIOS EXTRAORDINARIOS FIN DE TÍTULO CSMV. Curso 2019-2020 – Alumnos galardonados: CLARINETE, OBOE, MUSICOLOGÍA y FLAUTA

Por Cinthia Verdú Beltran

LIDIA TEJERO BAIXAULI. Clarinete

Lidia Tejero Baixauli

Nace en Picanya, Valencia en el año 1998. Inicia sus estudios musicales a los 6 años en la “Coral Cantorum” y sus estudios de clarinete con Luis Fernández (2005/2006) y con Jorge Masó (2006/2009) en la Escuela de Música “Jose María Roig” de Picanya. En el año 2009 ingresa en el Conservatorio Profesional de Música de Torrente con la profesora Maria Dolores Enguídanos y finaliza las enseñanzas profesionales en el año 2016, obteniendo el Premio de Grado Profesional y el Premio a mejor intérprete de todo el Conservatorio, conocido como “Premi Vicent Galbis”. Además ha obtenido otros premios como Tercer Premio Nacional, “Orfeo Melómanos” o el Tercer Premio de la Comunidad Valenciana “Orfeo Melómanos”.        

En 2016, ingresa en el Conservatorio Superior de Música de Valencia con el catedrático José Cerveró y termina obteniendo Matrícula de Honor en la mención de Clarinete (2016-2020), así como el Premio de Final de Carrera. Actualmente, está realizando un Máster de música clásica y orquesta en el Conservatorium Van Amsterdam con el profesor de la Orquesta “Royal Concertgebouw”, Arno Piters.

Paralelamente, ha asistido a clases en distintos cursos y seminarios con profesores de relevancia nacional e internacional, tales como Josep Fuster, Enrique Pérez, Pascal Moragués, Eduardo Raimundo, Reinhard Wieser, Françoix Benda, Johannes Peitz, Hermann Stéfansson, Andreas Sundén, Arno Piters, entre otros.  Además, Lidia es miembro de Joven Orquesta Nacional de España, la Joven Orquesta de la Federación de Sociedades Musicales y el Coro Valenciano de Clarinetes, entre otros.

– Lidia, ¿cómo has afrontado tu participación en este premio?

Lo afronté con muchas ganas por que me apetecía hacer un concierto con público después de tanto tiempo sin que se diesen estas circustancias. Traté de afrontarlo como el recital final de carrera que por las circustancias que vivimos nunca pude hacer e intentando disfrutar al máximo ya que se trataba de una despedida y el último concierto que iba a realiazar en el centro como alumna.

– Esta edición 2019-2020 ha tenido lugar en un momento muy particular marcado por la situación sanitaria en la que todavía nos encontramos. ¿Ha afectado de algún modo esto a cómo has preparado el premio y a cómo se ha desarrollado la actuación?

Desde mi punto de vista bajo las circustancias que está padeciendo la cultura en general y la música en particular, para el Premio no afectó de ninguna manera, puesto que se realizó en las fechas esperadas, podía acudir el público y dentro de las circustancias y las limitaciones todo se intentó realizar con normalidad

– ¿Qué sentiste cuando fuiste consciente de que te habían otorgado el premio extraordinario?

Para mí fue muy satisfactorio ya que supuso el reconocimiento a todos estos años de esfuerzo y dedicación. No podría explicarlo de otro modo, fue como un regalo, un premio.

– Y una vez terminados tus estudios superiores, ¿podrías compartir con nosotros cuáles son tus planes a corto/medio plazo?

Actualmente estoy realizando un máster de música clásica y orquesta en el Conservatorio de Amsterdam con el profesor  de la Orquesta “Royal Concertgebouw, Arno Piters; y ante esto, uno de mis futuros planes está en terminar el master habiéndolo aprovechado al máximo. Así como próximamente,  prepararme para mis futuros conciertos y concursos.

– ¿Qué recuerdos te llevas de tu paso por el CSMV?

Del Conservatorio Superior de Valencia me llevo a los profesiores y amigos, que han pasado a ser como mi familia, además de mucho aprendizaje y valores que he aprendido durante estos cuatro años, a parte de la satisfacción propia de haber podido estudiar y formame en esta institución.

 

FRANCISCO GONZÁLEZ FERRANDIS. Oboe

Francisco González Ferrandis

Se inicia musicalmente en la Escuela de Música de Benimàmet y continúa su formación en el Conservatorio Profesional de música de Torrent obteniendo en 2016 el Premio Profesional de Música y el 2º Premio «Vicente Galbis».Posteriormente, continúa sus estudios superiores en el CSM Valencia con el catedrático Vicente Llimerà, los cuales finaliza con matrícula de honor en oboe y  el Premio extraordinario final de título  

Realiza cursos y clases magistrales de perfeccionamiento con artistas como: Stefan Schilli (Mozarteum), David Walter (CNSMD de Paris), Hélène Devilleneuve (Orquesta de la Radio France), entre otros. A parte, ha participado en varias orquestas de renombre como son: Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana (JOGV), Joven Orquesta Nacional de Cataluña (JONC) y  la Joven Orquesta Sinfónica de Castellón (JOSC).

 En la actualidad, estudia el Master en Interpretación Musical e Investigación performativa en el CSMV, con el catedrático Vicente Llimerà.

– Paco, ¿cómo has afrontado la participación en este premio?

Participar en este tipo de premios es siempre una responsabilidad. Para poder hacerlo, tienes que haber reunido ciertos requisitos académicos, por lo que se espera que hagas una buena audición. Este hecho era algo que yo personalmente tenía muy presente. Independientemente de ganar o no el premio, quería hacer una buena audición.

La preparación del repertorio con el que me presenté al premio me llevó varios meses de trabajo. En mi caso, tenía que interpretar dos piezas: una obligada, el Concierto para oboe de Martinu; y otra de libre elección, La fantasía sull’opera Poliuto de Donizetti, de A. Pasculli. Ambas son de una elevada dificultad técnica, por lo que supusieron un reto. La preparación comenzó con una aproximación al estilo musical de cada pieza, que en mi caso llevé a cabo mediante el análisis de las obras. Para la fantasía, además, al estar basada en temas de la ópera Poliuto de Donizetti, indagué sobre el argumento de la ópera e identifiqué en qué momento argumental de la ópera aparecía cada tema, para así otorgarle a cada parte de la fantasía el espíritu adecuado.

Una vez resueltas estas cuestiones, comencé a resolver los problemas técnicos que presentaban ambas piezas. Finalmente, a medida que se acercaba la fecha del premio, realicé varios pases con mi pianista repertorista, Fran Ruiz.

– Esta edición 2019-2020 ha tenido lugar en un momento muy particular marcado por la situación sanitaria en la que todavía nos encontramos. ¿Ha afectado de algún modo esto a cómo has preparado el premio y a cómo se ha desarrollado la actuación?

 Efectivamente, la situación actual lo dificulta todo. El hecho de haber visto disminuido el número de conciertos durante los últimos meses hizo que, en mi caso, me pusiera algo más nervioso de lo habitual al subir al escenario. Considero que es fundamental rodar el repertorio antes de realizar un premio o prueba, y esto es algo que no pude hacer.

– ¿Qué sentiste cuando fuiste consciente de que te habían otorgado el premio extraordinario?

 Pensé en todos los años que llevo estudiando y luchando por dedicarme a lo que verdaderamente me gusta. Decidir estudiar música no es fácil. Todos sabemos que el futuro laboral que nos espera es complicado (más aún en tiempos de Covid), y además, la sociedad no siempre valora los estudios superiores de música como se merecen. Cuando gané el premio sentí que no me había equivocado al decir estudiar música, pensé que todas las horas de estudio, de fabricación de cañas, de cursos, master classes, etc. habían valido la pena. Pero si algo he aprendido durante estos años es que en la música no puedes dar nada por hecho, ya que es una disciplina tremendamente esclava. Por eso, al día siguiente retomé mi rutina de estudio.

– Y una vez terminados tus estudios superiores, ¿podrías compartir con nosotros cuáles son tus planes a corto/medio plazo?

Una vez finalice el máster de interpretación, tengo varias opciones. Me gustaría realizar audiciones para diferentes academias de orquesta, pero también preparar las oposiciones para ser profesor de conservatorio, ya que la docencia del oboe es algo que me apasiona.

– ¿Qué recuerdos te llevas de tu paso por el CSMV?

De estos años en el CSMV me llevo todo lo aprendido.  Han sido años de intenso trabajo para mí. Gracias a mi profesor de oboe, el catedrático Vicente Llimerà he conseguido grandes avances en el dominio de mi instrumento. Además, he tenido la oportunidad de conocer a grandes oboístas internacionales, que me han ofrecido otro punto de vista de obras importantes del repertorio. Algunos de ellos son David Walter (CNSMD de Paris) y Hélène Devilleneuve (Orquesta de la Radio France) a los que admiro profundamente como intérpretes.

En el plano personal, me llevo grandes recuerdos con mis compañeros que también son grandes amigos. Hemos construido una gran familia, que espero perdure en el tiempo.

 

DELIA SERRANO MARTÍNEZ. Flauta

Delia Serrano Martínez

Se inicia musicalmente en la escuela de música Societat Unió Musical de Benidomo con Joaquín Ortega, continúa sus estudios musicales en el Conservatorio Professional de Música de Torrent con el profesor Miguel Llopis obteniendo el Premio Profesional de Música en 2016 año en que ingresa en el Conservatorio Superior de música de Valencia en la especialidad de flauta travesera con el catedrático Joaquín Gericó terminando sus estudios con Matrícula de Honor y el Premio Extraordinario Final de Título. Durante el curso 2019/2020 Delia realiza Erasmus al Conservatorium Maastricht (Maastricht, The Netherlands) con el profesor Philippe Benoit. También ha realizado masterclas con flautistas importantes como Kersten McCall, Aldo Baerten, Herman Van Kogelenberg, entre otros y es titular de la JOCV (2018) y de la FSMCV (2016). Por otro lado, Delia ha conseguido el primer premio en el concurso II Concurso Nacional de Flauta ‘Theobald Boehm’ o el IV Concurso Jóvenes Intérpretes de Rotglà i Corberà y el segundo premio en el IX Concurso Internacional de Flauta ‘Andalucía-AFE.

 – Delia, ¿cómo has afrontado tu participación en este premio?

La preparación para el premio fue bastante amena a la vez que intensa, debido a que el repertorio que interpreté es importante y de gran nivel dentro del amplio catálogo de obras que tenemos los flautistas. La obra obligada, la Partita para flauta sola de Bach, es una pieza que todo flautista conoce y ha trabajado al menos una vez en la vida. Por otra parte, elegí interpretar el Concierto para flauta y orquesta de Carl Nielsen porque es una obra que me encanta y pienso que me representa totalmente ya que es muy romántica a la vez que potente y con mucha energía, cosa que podemos apreciar sobre todo durante el primer movimiento del concierto.

Tras finalizar la actuación, me encontré bastante contenta porque hacía mucho tiempo que no tocaba en un escenario debido a la COVID-19 y me encantó la sensación de estar cómoda y disfrutando de mi interpretación. Me gustaría darle las gracias a Carlos Cortina, mi pianista acompañante, por todo el trabajo que realizó y todo el apoyo que me dio para ese día.

– Esta edición 2019-2020 ha tenido lugar en un momento muy particular marcado por la situación sanitaria en la que todavía nos encontramos. ¿Ha afectado de algún modo esto a cómo has preparado el premio y a cómo se ha desarrollado la actuación?

 Esta situación sí que me afectó a la hora de realizar el premio. Como bien he comentado anteriormente, hacía más de seis meses que no había hecho ninguna actuación en directo y esto hacía que mis nervios aumentasen más, pero el resultado fue todo lo contrario. A la hora de estar tocando encima del escenario y con público, disfruté muchísimo más la actuación.

– ¿Qué sentiste cuando fuiste consciente de que te habían otorgado el Premio Extraordinario?

 Conseguir este premio, supuso acabar estos cuatro años de carrera de la mejor manera posible. Fue el broche final para tantos años de trabajo, esfuerzo y dedicación a la música. Además, el sentir la alegría de la gente que me ha apoyado durante todos estos años, fue muy emotivo.

– Y una vez terminados tus estudios superiores, ¿podrías compartir con nosotros cuáles son tus planes a corto/medio plazo?

 Uno de los planes más cercanos que tengo es hacer el máster de interpretación de flauta travesera fuera de España, ya que como el año pasado estuve de Erasmus me di cuenta de que realmente me gustaba mucho el estar lejos de casa y asíconocer nuevas culturas, amistades y formas de comprender la música en general. Me gustaría realizarlo para así seguir formándome y acercarme más a lo que me gustaría hacer en un futuro, que es llegar a ser intérprete de orquesta.

Otro proyecto cercano que tengo es el de poder realizar pruebas de orquestas para formar parte de ellas, como la JONDE, o hacer pruebas para ser academista en alguna orquesta. También, seguir mejorando mi nivel de inglés y quizás alemán, ya que saber idiomas es muy importante, y más si queremos estudiar o realizar actividades fuera de nuestro país.

– ¿Qué recuerdos te llevas de tu paso por el CSMV?

 Desde el primer momento hasta el último que estuve en el conservatorio ha sido un progreso constante y enriquecedor tanto por las vivencias que he tenido como por los profesores, en especial mi profesor Joaquín Gericó, y los compañeros que allí he conocido. Ha sido un periodo muy importante y activo para mí ya que he podido realizar una gran cantidad de actividades que han hecho que pueda crecer como músico y como persona, como es el caso de poder tocar con la Banda Municipal de Valencia, participar en una gran ópera como es Carmen de Bizet o los conciertos de cámara en la Sala de Cristal del Ayuntamiento junto a mi grupo de cámara, ERA Quintet. Durante esos años también he podido conocer y recibir clases de grandes flautistas y picolistas como Juana Guillem, Amparo Trigueros y Maurizio Bignardelli, entre otros.

Cabe destacar que en 4to, formé parte del programa Erasmus del conservatorio con el cual fui a estudiar al Conservatorium Maastricht en los Países Bajos. Este año también significó mucho para mí porque me ha ayudado a crecer en todos los sentidos, musicales y personales.

 

AINOHA GARCÍA GARCÍA. Musicología.

Ainoa García García

Ainoha García estudia piano en el conservatorio “José Iturbi” de València, además también cursa los estudios de clavicémbalo en el C.P.M. de València y Musicología en el conservatorio “Joanquín Rodrigo” de Valencia, estudios que finaliza con Premio Extraordinario.Por otra parte, Ainoa está especializada en gestión de proyectos socioeducativos en el ámbito de la música y las artes escénicas, ha colaborado con los departamentos pedagógicos del Palau de la Música de València, el Palau de les Arts Reina Sofía y la Fundación Eutherpe, entre otras instituciones.

Paralelamente, finaliza sus estudios en Derecho (Universitat de València) y Máster en Abogacía (UNED), dirigiendo su interés hacia el régimen jurídico de las enseñanzas musicales, las políticas educativas y los derechos de la infancia y la adolescencia. En este campo, recientemente ha sido galardonada con el VII Premio Nacional de Investigación de la Cátedra de Infancia y Adolescencia de la Universitat Politècnica de València.

– Ainoha, ¿cómo has afrontado tu participación en este premio?

El Premio Extraordinario de Musicología consiste en elaborar un ensayo libre, desde cualquier perspectiva musicológica, a partir de una fuente primaria o secundaria. La prueba se compone de tres fuentes a elección del estudiante: una de la Edad Media, una de la Edad Moderna y una de la Edad Contemporánea. Para preparar la prueba, decidí centrarme en los dos periodos que más me interesaban y repasar todo lo aprendido desde una perspectiva transversal. En este sentido, llegué a la conclusión de que la mejor manera de abordar un examen tan amplio era acotándolo por fases.

La primera fase consistió en obtener una visión general de cada período, sintetizando las principales características de cada etapa: hitos históricos, corrientes artísticas, sociedad y estética del momento. Una vez claras estas particularidades, ya me adentré en una segunda fase: el estudio, a grandes rasgos, de la vida y obra de los compositores más destacados. Realmente, esta segunda fase fue bastante intuitiva, basándome en lo que consideré más relevante. Por último, decidí practicar acudiendo a diferentes fuentes (textos, audiciones, partituras, iconografía, etc.) para, a partir de ellas, elaborar un ensayo crítico. Fue un entrenamiento para poder realizar la prueba de forma lógica y relajada, ya que esta debe confeccionarse en un máximo de cinco horas.

– Esta edición 2019-2020 ha tenido lugar en un momento muy particular marcado por la situación sanitaria en la que todavía nos encontramos. ¿Ha afectado de algún modo esto a cómo has preparado el Premio y a cómo se ha desarrollado la actuación?

Considero que la situación en la que nos encontramos ha afectado de alguna u otra manera a todos los ámbitos de nuestras vidas, incluido el académico y, por supuesto, al sector musical. No obstante, al tratarse de una prueba teórica y no práctica, no encontré tantas dificultades como, quizás, aspirantes de otras especialidades.

– ¿Qué sentiste cuando fuiste consciente de que te habían otorgado el Premio Extraordinario?

Me sentí muy agradecida. El Premio no solo supone un reconocimiento en el fin de una etapa, sino una muestra de que el trabajo constante da sus frutos. En cualquier caso, me habría sentido igual de satisfecha, aunque no hubiese obtenido el Premio.

– Y una vez terminados tus estudios superiores, ¿podrías compartir con nosotros cuáles son tus planes a corto/medio plazo?

Mis perspectivas de futuro más cercanas son finalizar mis estudios en Pedagogía del piano (C.S.M.V.) y el Máster en Investigación en Derecho de la Cultura (UNED-Universidad Carlos III de Madrid), pero, sobre todo, continuar transmitiendo mi pasión por la música en todos los ámbitos de mi vida.

– ¿Qué recuerdos te llevas de tu paso por el CSMV?

Tengo grandes recuerdos de mi paso por Musicología, desde las clases hasta las charlas interminables en la cafetería, las salidas a lugares emblemáticos que jamás habría imaginado… Estudiar Musicología en el C.S.M.V. me ha dado mucho más de lo que esperaba. Gracias a la Musicología no solo he podido comprender y valorar aún más esta parte de mí, sino que también he podido conocer a personas excepcionales, en especial Nieves Pascual, Ignacio Prats y Mónica Alagarda, quienes me han demostrado que si uno se esfuerza y siente pasión por lo que hace, puede con todo.

 

 

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