Por Beatriz Corredor Blanco
Durante los días 18-22 de febrero de 2019, he podido disfrutar de una estancia del programa Erasmus para la formación del profesorado. Dicha estancia ha sido en la ciudad de Bruselas, más concretamente en el Koninlikjk Conservatorium Brussel, que consta de dos edificios cercanos situados en el centro de la ciudad, en la zona de Sablon Zavel, junto a numerosos museos como el Musée Magritte, Musées Royaux des Beaux-Arts de Belgique o el Musée des Instruments de Musique.
Al llegar al centro el día 22 por la mañana, tuve el placer de reencontrarme con Jan D’haene, coordinador Erasmus del conservatorio, y con el profesor de piano y pianista concertista Pieter Kuijken. Y digo reencontrarme porque en dicho centro disfruté de una estancia como alumna Erasmus años atrás, cuando era estudiante del Conservatorio Superior de Valencia. Jan D’Haene sigue siendo a día de hoy coordinador Erasmus y me recordaba perfectamente como estudiante, así como el que fue mi profesor de piano, Piet Kuijken, con el que he mantenido el contacto durante estos años. Tras el alegre recibimiento, pasamos a trabajar.
Durante mi estancia he aprendido y compartido conocimientos y experiencias con los profesores Piet Kuijken, Helmut de Backer y Anne Op De Beeck. Con el primero de ellos pasé la mayoría del tiempo, viendo sus clases y tomando nota de sus conocimientos. Escuché todas las clases que ofreció a sus alumnos durante la semana de mi estancia.
Entre las obras de piano trabajadas se incluyen varias sonatas de Beethoven, el 2º concierto de Prokofiev y estudios de Chopin. Además de las clases de piano, el profesor Kuijken imparte lecciones de Pianoforte, por lo que tuve la oportunidad de conocer de cerca las técnicas interpretativas de este instrumento, que se oferta en el conservatorio como especialidad pero también como optativa para los alumnos de piano.
Cabe destacar la amabilidad que tuvo en dar las clases en inglés para que pudiera seguirlas sin problema, pues mi francés es más limitado y el idioma flamenco lo desconozco por completo. También tuve la oportunidad de reencontrarme con Helmut de Backer, que fue mi profesor de Applied Harmony, asignatura parecida a la denominada Improvisación y Acompañamiento en España. De él recibí valiosos consejos sobre reducción de partituras al piano durante mi estancia, por lo que le estoy muy agradecida.
Por último, conocí a la profesora Anne Op De Beeck gracias a la recomendación de Jan D’Haene. Ella es profesora de Acompañamiento al piano, y pude observar sus clases, en las que participaban alumnos de piano y canto, y ella les ayudaba a modo de clase de música de cámara. Por casualidad, dos de estos alumnos estaban trabajando las Canciones Españolas de Falla y pidieron con ilusión mi colaboración como nativa española para ayudarles con su interpretación, a lo que accedí encantada.
Además de la experiencia en el conservatorio, aproveché mi estancia en la capital belga para realizar otras actividades culturales. Era de necesidad volver a uno de mis museos preferidos en el mundo, el Museo de los Instrumentos Musicales, situado a pocos metros del Conservatorio, que contiene una planta dedicada por completo a instrumentos de teclado. Así mismo, visité el Parlamento Europeo y disfruté de la Grand Place y de las vistas desde el Mont des Arts, entre otros.
Resumo esta experiencia como muy enriquecedora y recomiendo fervientemente una estancia con el programa Erasmus tanto al profesorado como al alumnado del conservatorio. Sirve para mejorar, compartir, aprender y experimentar, como músicos y como personas. Gracias a todos los que hacen posible esta experiencia.
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