Por Marcos Miquel Silla
MARIO MIQUEL MORA. Saxofón
Nacido en Quart de Poblet (Valencia) en 1998, comienza sus estudios musicales en l’Agrupació Musical L’Amistat de la mano de Iluminada Pérez Troya. Continúa sus estudios en el C.P.M Riba-roja de Turia y en el Conservatorio Profesional de Música de Valencia bajo la tutela de Javi Ferrer y Miguel Torres, donde consigue dos menciones de honor. Para ampliar su formación realiza varias Masterclass con destacados saxofonistas españoles como David Alonso, David Pons o Mariano García.
En 2021, finaliza sus estudios con José Plaza en el Conservatorio Superior de Música de Valencia consiguiendo por unanimidad el Premio Extraordinario Final de Carrera.
Actualmente se encuentra cursando el Máster Universitario en Profesor de Educación Secundaria en la Universidad de Valencia (UV) e impartiendo clases en la escuela de música de la Sociedad Unión Musical de Riba-roja de Túria y en el Centro Oficial de Música Piccolo-Liceu de Mislata.
¿Cómo has preparado este premio?
La verdad es que este premio ha sido todo un reto para mí. A punto de finalizar mis estudios sufrí una lesión en el hombro que casi me impide realizar mi recital de fin de carrera. Posteriormente, me mantuvo bastante apartado del saxofón. Después de esto, presentarme al premio no se encontraba en mis planes, ya que la recuperación fue larga y no me sentía preparado para afrontarlo. Gracias al apoyo de mis familiares, amigos y pareja, me puse a estudiar de nuevo con un objetivo muy claro, volver a disfrutar en el escenario y compartirlo con mi gente más cercana, en esta ocasión en el Premio Extraordinario.
El repertorio que interpreté, Tres Preludios Mestizos de Luis Serrano Alarcón y Esbozos Fugaces de Kenichi Ikuno Sekiguchi, fue clave a la hora de proporcionarme la motivación necesaria para optar a la obtención del premio. La primera obra puedo decir que es una de mis favoritas del repertorio para saxofón. La descubrí durante mi primer año en el CSMV en clase mientras le comentaba a mi profesor mis gustos musicales. Fue ese mismo año cuando la monté y la toqué por primera vez en una audición. Este trabajo previo años atrás me facilitó mucho el estudio de la obra de cara al premio. Por otra parte, la obra de Kenichi Ikuno me acompañó durante todo mi último curso, ya que fue la elegida para realizar mi trabajo fin de título. La pieza presentaba todo un desafío técnico e interpretativo que me exigió sacar lo mejor de mi para poder montarla. Ambas obras han sido estudiadas exhaustivamente y su análisis en profundidad creo que ha sido una de las claves a la hora de montarlas y preparar el premio.
¿Qué han significado para ti estos años en el Conservatorio?
Mi paso por el CSMV lo describiría como cuatro años intensos de experiencias y recuerdos inolvidables. Me quedo sobre todo con los profesores y compañeros que he conocido durante esta etapa de mis estudios. Mi estancia ha sido muy agradable y animo a todo el mundo a que conozca el Conservatorio.
¿Cuáles son tus planes más cercanos?
A lo largo de mis estudios he descubierto que lo que más me gusta es la docencia. La enseñanza de la música me produce felicidad y me motiva en mi día a día. En un futuro me gustaría opositar y pasar a formar parte del profesorado de algún conservatorio o instituto. Esto lo compaginaría con el aprendizaje del jazz, que es una cosa que tengo pendiente desde hace mucho tiempo, y el mantenerme activo a través de proyectos interpretativos.
¿Algún consejo para los estudiantes, para poder afrontar con éxito un Premio?
Es importante que estén motivados, intenten dar lo mejor de sí y sobre todo que disfruten. En cuanto al repertorio, les recomendaría leer o montar la obra del premio en cursos anteriores, preparar una pieza exigente en el último curso y conocer en su totalidad las composiciones a interpretar.
PABLO PÉREZ SORIANO. Saxofón jazz
Nací en Yecla, un pueblo de Murcia donde comencé a tocar el saxofón en la escuela de música local (Asociación de Amigos de la Música de Yecla, AAMY). Hice el grado profesional en el Conservatorio Profesional de Música de Villena y me mudé a Valencia para estudiar en la Universidad de Valencia (UV), el Grado de Ciencias Ambientales.
Durante esos años comencé a tocar con diferentes grupos de música valencianos introduciéndome más en músicas como el Funk, el Soul, el R&B o el Jazz.
El último año de carrera, empecé a ir a Sedajazz, donde me preparé para acceder al grado superior. Actualmente estoy cursando el Máster de Educación Secundaria en la Universidad Pública de Valencia, combinándolo con conciertos junto a diferentes agrupaciones e impartiendo clases de música en academias.
¿Cómo has preparado este premio?
Por suerte, en la especialidad de Jazz, las audiciones siempre se realizan en combo, es decir, tocas con músicos/amigos que te dan calor y comparten contigo su musicalidad y fuerza. Todas las personas con las que toqué han sido compañeros musicales estos últimos años, por lo que había confianza. Les comenté que quería presentarme y seleccioné tres canciones que me gustan y que representasen diferentes estilos jazzísticos, de diferentes décadas y con diferentes tempos. Ensayamos y llegamos a algunos acuerdos en la forma de interpretarlos.
¿Qué ha significado para ti estos años en el Conservatorio?
Ha sido una gran experiencia de aprendizaje, producto del contacto con muchos músicos de gran talento (profesores y alumnos) que comparten inquietudes y perspectivas ante la música y la vida. Lo que más agradezco de estos últimos años es que creo que valoro y respeto la creación y la originalidad de una forma más amplia. En esto ha tenido algo que ver el conservatorio, cuyo valor no es otro que las personas que contiene.
¿Cuáles son tus planes más cercanos?
Terminar el Máster de Secundaria y la pandemia vivo jajaja… La verdad es que hacer todos los conciertos que pueda de las músicas más variadas que pueda y continuar aprendiendo y experimentando. Seguir con proyectos en los que ya tocaba como Johnny B. Zero y sacar adelante algunos que están en la recámara esperando tiempo y cariño. Por ejemplo, un objetivo es grabar con un quinteto que hemos montado algunos compañeros que coincidimos en el conservatorio, Satoshi Quintet. También aprender a tocar más instrumentos, de momento estoy con el bajo.
¿Algún consejo para los estudiantes, para poder afrontar con éxito un Premio?
Que lo trabajen, pero que lo disfruten de tal forma que no les suponga sufrimiento, que ya han demostrado su trabajo durante cuatro años (en realidad muchos más), que lo hagan por ellos mismo (o porque les conviene) siendo ellos mismos… y si te lo dan, o no te lo dan… ¡No pasa nada! Porque eso no cambia nada de ti.
JAUME VERDÉS MARTÍNEZ. Tuba
Inicia sus estudios musicales en su banda de su localidad natal, la Sociedad musical “Primitiva” de Rafelbunyol.
Prosigue su formación en el Conservatorio profesional “José Iturbi” de Valencia, y culmina sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia, donde obtiene el premio de final de carrera.
Jaume forma parte de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana, Joven Orquesta Nacional de España, y es miembro a su vez, como tuba reserva, en Schleswig-Holstein Musik Festival y en European Union Youth Orchestra.
¿Cómo has preparado este premio?
A la hora de afrontar el premio me centré sobre todo en la parte técnica. La obra que toqué, el Concertino de E.Bozza, requiere un gran control del aire ya que contiene grandes saltos interválicos, así como mucha precisión en la coordinación al tratarse de movimientos rápidos. También me ayudó mucho el escuchar distintas grabaciones de la pieza, entre ellas destacar la versión de József Bazsinka y Vikentios Gionanidis que me sirvieron de referencia a la hora de hacer mi interpretación.
¿Qué ha significado para ti estos años en el Conservatorio?
Estos cuatro años en el CSMV han sido muy especiales para mí. Me han servido para poder madurar a nivel personal y musical. Te enfrentas a situaciones nuevas que te van preparando para la vida profesional. Del conservatorio, me gustaría destacar la clase de tuba, ya que tanto el profesorado como los alumnos muestran un gran nivel. En los cuatro años de enseñanzas superiores mi profesor ha sido Miguel Moreno Guna. Gracias a él he podido entender la exigencia que debo tener en mi estudio diario, lo que ha hecho fijarme cada vez más en detalles más concretos y gracias a ello poder mejorar y superar distintos concursos y pruebas orquestales que tenía pendientes. También dar las gracias al centro y a sus profesores por esta etapa tan maravillosa.
¿Cuáles son tus próximos planes más cercanos?
Mis planes son seguir formándome como tubista. Actualmente estoy preparando las obras para las pruebas del máster en Zúrich y Ginebra.
¿Algún consejo para los estudiantes, para poder afrontar con éxito un Premio?
Que se lo preparen lo mejor que pueden pero que no por ello se estresen. Se trata de un premio que el simple hecho de poder presentarse ya es un mérito, así que mi consejo es que lo disfruten lo máximo.
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