Seminario di Storia della Musica. Conservatorio de Avellino (Italia): Una experiencia Erasmus+

Por José Miguel Sanz García

 

Qué duda cabe que desde la creación en 1987 del European Region Action Scheme for the Mobility Students (más conocido como Erasmus), éste ha supuesto una herramienta de cohesión, desarrollo y modernización que va más allá del contexto puramente educativo.

En el marco de dicho programa tuvo la oportunidad de desarrollarse un Seminario de Storia della Musica en Avellino (Italia), organizado por los prof. Antonio Caroccia, del Conservatorio de Música «Domenico Cimarosa» de  Avellino, y José Miguel Sanz, catedrático de Historia de la Música del Conservatorio «Joaquín Rodrigo» de Valencia.

Dicho seminario estuvo organizado en dos conferencias tituladas: La invisibilidad sonora, y Goya y lo goyesco en la Historia de la Música, impartidas los días 27 y 28 de febrero respectivamente, en dicho centro de la Campania.

En la primera de ellas se mostró el trabajo desarrollado por el Grup de Recerca Sonora, grupo de investigación dedicado a la recuperación, estudio y difusión de repertorio creado por mujeres, especialmente en el ámbito español y valenciano. En el desarrollo de la conferencia se mostró el trabajo desarrollado por el grupo (integrado por Cristina Aguilera, Daniel Labrada, Paula Tamarit y quien escribe estas líneas), centrado en figuras como Maria Teresa Oller, Dolores Sendra, Teresa Catalán o Ángeles López Artiga.

En la segunda de ellas, Goya y lo goyesco en la Historia de la Música, se expuso la alargada sombra del maestro de Fuendetodos en el arte español, y particularmente en el musical. Así, partiendo de su figura y contexto histórico, artístico y musical, pudo escucharse y comentarse composiciones de Antonio Soler y Blas de Laserna, para continuar rastreando su figura en la obra de compositores como Moreno Gans, Enrique Granados o Francisco Tamarit.

El trabajo con los profesores Antonio Caroccia y Marina Marino supuso igualmente un enriquecimiento, al cotejar curricula, programas, metogologías, recursos materiales y humanos…, y poder compartir impresiones y reflexiones.

Pero la experiencia me iba a permitir ahondar en una cultura musical realmente rica y exquisita. No podía ser de otra manera si consideramos que en Avellino murió Carlo Gesualdo (1566-1613), quien da nombre al actual teatro de la ciudad, la cual dista escasos sesenta kilómetros de Nápoles, sin duda una de las capitales musicales del siglo XVIII.

 

 

Nápoles es una ciudad única en la que la historia ha ido modelando rincones, espacios y patios por los que la música se asoma de forma natural e imperceptible. El Teatro San Carlo, o el Conservatorio di Música San Pietro a Majella (único superviviente de los cuatro que llegaron a existir en la ciudad) son cuna y/o testigos vivos del paso de figuras como Nicola Logroscino (1698-1765),  Alessandro Scarlatti (1660-1725), Domenico Scarlatti (1685-1757), Giovanni Battista Pergolesi (1710-1736), Giovanni Paisiello (1740-1816), Domenico Cimarosa (1749-1801), Nicola Antonio Zingarelli (1752-1837), Wolfgang A. Mozart (1756-1791), Giaccomo Rossini (1792-1868), Gaetano Donizzetti (1797-1848), Saverio Mercadante (1795-1870), Vincenzo Bellini (1801-1835), Richard Wagner (1813-1883), Giuseppe Martucci (1856-1909), Francesco Cilea (1866-1950),…

De la mano de la profesora Valeria Lambiase pude descubrir los tesoros que su museo y archivo histórico esconden. Su entusiasmo y energía fueron el vehículo perfecto para apreciar y sentir esos documentos, manuscritos, instrumentos musicales, retratos y testimonios materiales de protagonistas de innumerables páginas de la historia de la música.

Teatro San Carlo; Archivo histórico y Auditorio del Conservatorio de Música San Pietro a Majella (Nápoles).

Sin duda una experiencia inolvidable que desde aquí animo a todos los compañeros y estudiantes a emprender, como camino idóneo de desarrollo personal y profesional.

 

 

 

 

 

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