Por Carlos Paterson
Verdaderamente intensas fueron las dos jornadas de Masterclass de Órgano que tuve la oportunidad de ofrecer durante los pasados días 25 y 26 de febrero de 2019, para el Conservatorio Franz Joseph Haydn de Eisenstadt, en Austria.
Pudimos conocer y tocar de primera mano el órgano que el mismo Haydn tentaba durante los 30 años que estuvo al servicio de la aristocrática familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes por aquel entonces en todo el imperio austríaco.
Dicho instrumento se encuentra ahora en el patio central del Landesmuseum Burgenland de Eisenstadt, allí se desarrolló la primera jornada de la Master, donde tuve el placer de impartir una mini conferencia sobre las diferentes escuelas organísticas españolas en nuestro barroco musical para tecla, un tema que especialmente ellos mismos me demandaron y del que mostraron un gran interés, debido a la vital importancia que tal repertorio supone para todo el conjunto de la literatura organística universal.
A continuación, los alumnos del aula de órgano del conservatorio, dirigida por la profesora Ulrike Theresia Wegele, fueron interpretando obras de esos diversos autores españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII, como Sebastián Aguilera de Heredia, Juan Bautista Cabanilles, Pablo Bruna o Correa de Arauxo, entre otros.
Tratamos individualmente con cada uno de ellos aspectos tan dispares como la articulación, el fraseo (rubato, nuestro ayrecillo), la ornamentación y la registración propias de la época, aprovechando al máximo la magnífica oportunidad de hacerlo en un instrumento histórico de tales características, en este caso de un solo teclado y 11 registros.
El segundo día de Masterclass la pasamos en el órgano del salón de actos del Konservatorium, en este caso en un instrumento de nueva factura, de dos teclados y 15 registros. Allí tratamos repertorio barroco italiano y alemán, con obras de Girolamo Frescobaldi y Johann Kaspar Kerll, entre otros. En uno de los momentos de descanso de la Master también tuvimos la oportunidad de visitar la casa donde vivió Joseph Haydn durante su larga estancia en la ciudad, y otros de los varios instrumentos repartidos por toda la ciudad de Eisenstadt, como por ejemplo los órganos de la Dompfarramt Kirche y el Diözesanmuseum.
También nos quedó algo de tiempo para conocer la esplendorosa Viena, que de alguna manera ha sido y es una de las principales capitales de la cultura musical internacional. La oferta de la ciudad, no solo musical sino también cultural, es prácticamente inigualable.
Paseamos por el centro de la ciudad, disfrutamos de su ambiente cosmopolita y de su ejemplar trazado urbanístico. Visitamos el Staatsoper Wien (Palacio de la Ópera), la casa de Mozart, sita en el 5 de la Domgasse, justo al lado de la Catedral de San Esteban, donde todavía se puede oler y escuchar la música que en algún tiempo allí compusieron insignes músicos como Kaspar Kerll y Johann Pachelbel.
Toda una experiencia que solo cabe agradecer a todos los que hacen posible un programa de intercambio cultural tan enriquecedor como el de Erasmus+. Gracias a nuestro Departamento de Internacional del CSMV, por su trabajo desinteresado, y en mi caso particular al Haydn Konservatorium por confiar en mí y en mi buen hacer profesional.
¡Hasta siempre, Austria!
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