Por Rebeca Lozano Cabañero y Victoria Morales Rosa
El pasado 8 de marzo de 2021 tuvieron lugar en el Conservatorio Superior de Música de Valencia las masterclasses de saxofón con Tomás Jerez Munera.
Nacido en Villarrobledo (1976) y, tras estudiar durante muchos años saxofón con el profesor Manuel Miján, obtuvo el Premio de Honor de Saxofón Fin de Carrera en 1997 por el Conservatorio Superior de Música de Madrid. A partir de este momento, decidió perfeccionar sus estudios con profesionales como: Claude Delangle, Serge Bichon, J. M Londeix, Eric Devallon y Philippe Braquart.
En 2002, fue galardonado con el Primer Premio en el IV Concurso Internacional de Saxofón “Villa de Benidorm” y en 2003 fue seleccionado para realizar una gira de conciertos con la European Union Youth Wind Orchestra. Además, se convirtió en uno de los grandes referentes en el mundo de saxofón español, lo que le hizo poder participar como jurado en CESMD de Poitiers (Francia).
Por lo que respecta a su faceta como profesor, ha impartido clases de saxofón, Repertorio Orquestal y Música de Cámara en el Centro Superior de Música del País Vasco – MUSIKENE- de 2007 a 2014, siendo el Asistente de Eric Devallon y los dos últimos años como profesor principal. También es profesor de la Banda Sinfónica Municipal de Albacete desde 1994. Desde 2018, es profesor de Saxofón en el Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha e imparte con regularidad clases magistrales, como la vivida en nuestro conservatorio, por toda la geografía española. Además, ofrece con regularidad conciertos y recitales en gran cantidad de Festivales Internacionales, tales como: Festival Internacional de Saxofón de Palmela (Portugal), X Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea Fundación BBVA – Bilbao 2019 – 2020, XII Congreso Mundial de Saxofón (Montreal – Canadá), etc.
Por otra parte, Tomás Jerez Munera, también es un apasionado de la música de cámara, por lo que forma parte del cuarteto de saxofones Folium Fugit y del dúo Koalas Folga. Desde 2017, es artista patrocinado por Henri Selmer París.
En esta ocasión contamos con la presencia de Tomás Jerez en el aula de saxofón del CSMV para realizar diferentes clases en las que se trabajaron obras importantes dentro del mundo saxofonístico como pueden ser la Chaconne (1745) del compositor G. Vitali; Concertino da camera (1935) de J. Ibert, Ballade (1938) de F. Martin; Capricce in forme de valse ( 1950) de P. Banneau; o la Rapsodia Bretona (1953) de R. Bariller.
Tomás, a lo largo del día demostró tener amplios conocimientos sobre las diferentes piezas interpretadas y, dichos conocimientos, favorecieron que cada uno de los asistentes consiguiera profundizar en la obra y obtener así una versión mejorada y satisfactoria.
Los consejos que recalcó en repetidas ocasiones y que sirven para cualquiera de los alumnos y alumnas que estaban presentes en las masterclasses, bien llegaran a tocar o sólo estuvieran de oyentes, fueron los siguientes: en primer lugar, es importante analizar la partitura a interpretar para conocer todos los ítems que aparecen y así estudiar teniendo en cuenta el estilo, el carácter y los elementos técnicos con los que se debe ejecutar. Además, hay que ejecutar una buena interpretación de todo aquello que hay en la partitura para darle la musicalidad y la expresividad que requiere la obra a interpretar.
También habló sobre el vibrato, y explicó que es una herramienta que consigue dar amplitud a lo que se está interpretando y, por tanto, todas aquellas notas que se vibran se están jerarquizando.
Durante la sesión comentó en repetidas ocasiones que el intérprete debe dar la impresión al público de que aquello que está tocando le resulta fácil. Cuando se interpreta un pasaje melódico y llega uno en semicorcheas hay una preocupación por no fallar y se produce un cambio en el intérprete y en su forma de afrontar el pasaje. Esto no debería de ser así. Por ello, Tomás apuntó que «cuando se toca lento, el público debe pensar: qué maravilla, y cuando se toca un pasaje rápido el público debe pensar: qué fácil».
Seguidamente explicó que aunque cada uno tenga una propuesta o unas ideas para una obra musical, es decir, factores que parten de la subjetividad, hay otras que suenan bien “a oídos de todos” y eso implica que musicalmente, las cosas funcionan o no.
Además, hizo reflexionar al alumnado sobre el material que utilizaba junto con su instrumento (cañas, boquillas, abrazaderas…) ya que generalmente se estudia dentro de aulas pequeñas pero la música se hace en lugares amplios como salas de concierto o auditorios y para que se escuche bien se debe utilizar un material más duro.
Finalmente, el profesor deleitó a los presentes interpretando la Suite nº 1 de Bach (Preludio, Allemande y Courante); El efecto Coriolis de Simon Diricq, Capricce in forme de valse de Paul Banneau y como bis, el Estudio nº3 de Piazzola.
Fue gratificante poder escuchar estas obras interpretadas por Tomás porque, en ese momento, el alumnado pudo hacerse una idea mejor de aquello que había explicado a lo largo de todo el día ya que sus conocimientos, su opinión y análisis de las obras estaban plasmadas en la interpretación.
Sin lugar a duda, Tomás Jerez demostró una gran musicalidad, expresividad, carácter y técnica. Condiciones y habilidades que le hacen ser uno de los referentes saxofonísticos más admirados del momento.
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