Por Claudia García Román
Los pasados días 20 y 21 de febrero, el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia tuvo el placer de contar con el gran clarinetista Pablo Barragán, invitado por la sección de Música de Cámara del centro.
Pablo, nace en Sevilla y realiza sus estudios con A. Salgueiro y M. Glander entre otros. Junto a numerosos reconocimientos, ha sido galardonado con el “Prix Crédit Suisse Jeunes Solistes” en 2013, Primer Premio en Juventudes Musicales de España en 2011 y Premio Especial Europeo de Concursos de Jóvenes Músicos 2011. Como solista, ha actuado con la Orquesta Sinfónica de Basilea, la Orquesta Sinfónica deHamburgo, la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española o la Filarmónica Eslovaca. Es muy destacable también su trayectoria en música de cámara realizando giras de conciertos junto a reconocidos solistas internacionales la pianista Beatrice Rana, la violinista Noa Wildschut, los violonchelistas Pablo Ferrández, Kian Soltani y Andrei Ionita, el violista TimothyRidout o el Cuarteto Schumann. Actualmente, vive en Berlín, desarrolando su carrera como solista internacional y profesor en la Academia Baremboin-Said.
Durante los dos días de clases, diferentes agrupaciones del centro tuvieron la oportunidad de recibir los magníficos consejos tanto camerísticos como individuales para el perfeccionamiento de las piezas presentadas. Participaron todo tipo de agrupaciones que incluyeran el clarinete, desde el quinteto de viento, cuarteto de clarinetes, clarinete y cuerdas hasta tríos en diferentes formaciones
Un ejemplo fue el trío para clarinete, violín y piano que nos deleitó con el trío de Aram Khachaturian para violín, clarinete y piano. En él pudimos observar un primer movimiento rapsódico donde los tres instrumentos enunciaban la melodía principal contrastándola con unos compases cadenciales muy ornamentados. En el Allegro del segundo movimiento escuchamos un clarinete seguro de sí mismo con la despreocupada melodía folclórica que Aram decidió escribir. Y para finalizar, escuchamos el Moderato que da comienzo con una bellísima melodía del clarinete y que luego recogerá y variará el piano. Fue uno de los mejores momentos de la clase donde fue inevitable la emoción de algunos de los allí presentes.
Otro de los grupos que tuvieron la oportunidad de ser escuchados por Pablo fue el quinteto de viento formado por Rubén Valencia (flauta), Marc Balaguer (oboe), Judit Alanzaves (clarinete), Gabriel Gallego (fagot) y Loris Nastasi (trompa). El profesor Barragán les ofreció valiosos consejos interpretativos ejemplificándolos él mismo con su clarinete. El quinteto de Taffanel fue la partitura a trabajar con gran provecho por parte de los alumnos activos y también de los oyentes.
Según avanzaban las clases, el profesor Barragán integrado con los alumnos, dejaba a la vista sus grandes habilidades tanto de docente como de clarinetista en la música de cámara, estableciendo una gran conexión con el alumnado.
En este caso, fue el turno del Cuarteto Gorgutes, formado por 4 jóvenes clarinetistas con muchas ganas de disfrutar con la música. Ellos interpretaron el Divertimento de Alfred Uhl. Esta obra está integrada por 3 movimientos que muestran las muchas capacidades, colores y contrastes que posee el clarinete. Durante la interpretación del primer y tercer movimiento, algunos de los allí presentes, incluido el propio Pablo, se emocionaron del pianísimo que fueron capaces de interpretar sin perder el hilo de la melodía ni la difícil afinación que los acompaña.
Durante las intensas jornadas, en las que participaron diversos grupos de cámara con clarinete, Pablo ofreció además una interesante charla-coloquio en la que nos expuso su trayectoria y su filosofía de lo que significa ser un intérprete profesional en el mundo actual. El coloquio se extendió a los allí presentes donde, tanto los alumnos como los profesores asistentes, intervinieron comunicando sus inquietudes y cuestiones respecto a la formación y a la actitud que un alumno debe mantener durante sus años de formación.
Entre las cuestiones que se comentaron, pablo expresó que todo músico debe tener un plan, pero ¿con qué finalidad?, ¿en 20 años piensas que serás feliz si decides acabar la carrera, opositar y trabajar en un conservatorio o, prefieres hacer pruebas de orquesta y estar de gira por todo el mundo? Cada uno tiene gustos y pensamientos diferentes y eso, no es malo, solo hay que luchar hasta el final y definir lo que quieres.
En relación a lo anterior, se expuso el tema de que las personas juzgan a los demás, ya bien por la forma en la que tocan o por cómo piensan. La música es subjetiva y no siempre vamos a poder gustarle a todo el mundo, pero, cada uno tiene que tener su visión y versión de la obra y ha de ser capaz de defenderla respetando siempre la opinión del resto.
Otro tema importante que se trató fue el factor humano. Ningún ser es perfecto, de modo que podemos permitirnos el hecho de fallar, ya que no somos máquinas por lo que, naturalmente, debemos ser conscientes de nuestros errores y ser capaces de ponerles solución. De todas las caídas se debe sacar algo positivo y con ello, mejorar.
Por último, pero no menos importante, se mencionó el tema de la primera impresión y la puntualidad. Es fundamental llegar con antelación a los sitios, sobre todo si en la actividad participan más personas, como es el caso de los ensayos o conciertos. Por eso, siempre hay que tener presente que solo hay una oportunidad para una primera impresión.
Para finalizar la charla, Pablo nos ofreció una actuación con Carmen Mayo, catedrática de música de cámara al piano, donde pudimos observar el virtuosismo, su imponente presencia en los escenarios, la capacidad de comunicación, y su sensibilidad y pasión por la música.
¡Esperamos recibirle de nuevo en nuestro centro!
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