Por Inés Martínez
El pasado 25 de noviembre durante la semana cultural con motivo de la festividad de Santa Cecilia tuvo lugar un concierto benéfico contra el cáncer de mama ofrecido por Marisa Blanes que, hasta el año pasado, era profesora de piano del CSMV. El concierto también fue una colaboración con la asociación “Bocetos de mujer” un proyecto interdisciplinar donde la música fluye con toda la creación de otras artes poniéndolos en un denominador común. En este caso, la música y la palabra.
El programa del concierto fue el siguiente:
- Nocturno “Chopin”, Natalia Rojcovscaia-Tumaha. Recitado: Las noches de Chopin, por Angeles Mora
- Vers Shambhala, Julie Mansion-Vaquié. Recitado: Cuerpos de rocío, por Pepe Romero
- Titan tango, Kenya Wilkins. Recitado: Volutas, por Iván Rodero Milán
- Ellipses, Pascale Jakubowski. Recitado: A solas, por Rubén Rodríguez Lucas
- Andamios, Leticia Armijo. Recitado: A su retrato. Soneto CXLV, por Juana Inés de la Cruz
- Luar Val de Mahia, Marisa Manchado. Recitado: Una hoja en blanco, por Juan Pagán Santamaría
- Caminata de pastelito, Ana Lara. Recitado: Caminos interiores: apuntes sobre la soledad, por Marcelo Jaume
- Piano Amusements. Five bagatelles for Piano Solo, Bracha Bdill. Recitado: Soledad, por Rosalía de Castro
- Levedad, Rosa María Rodríguez. Recitado: Palabras de desamor en un bar de provincias, por Olga Celda Real.
La temática del concierto giraba en torno al pre-estreno de nueve obras de compositoras contemporáneas internacionales, 9 compositoras que son, como dijo la propia Marisa Blanes: «como un mosaico de personalidades muy distintas entre sí con vivencias, procedencias, orígenes países y con visiones musicales muy distintas y, por lo tanto, también con métodos compositivos muy diferentes».
Lo que amalgamó esta música y estas composiciones fue la palabra, con textos poéticos y textos en prosa de distintas épocas, pero teniendo todos ellos un denominador en común que es un tema muy profundo y común para el ser humano como es: la soledad. Por lo tanto, cada una de estas obras estaban acompañadas de un recitado. En primer lugar, se recitaba el texto que estaba asociado a la obra a interpretar y seguidamente Marisa Blanes interpretaba la obra al piano. Para el recitado contó con la ayuda de Ana Lacruz.
Marisa Blanes es una excelente intérprete y pudimos disfrutar de su impecable virtuosismo al piano y de la elegancia de su interpretación. Los textos acompañaban perfectamente a la música, tanto que el concierto no hubiese sido lo mismo sin el recitado, ya que éste lograba trasmitir la idea principal de la pieza a interpretar. Marisa Blanes es una mujer que se ha dedicado y se dedica, entre otras cosas, a divulgar a través de la interpretación las obras de mujeres compositoras, dándoles voz y sin dejar que caigan en el olvido.
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