Grup de recerca sonora[1]
No debería ser noticia que en 2017, tanto el Premio Nacional de Música en Composición como el de Interpretación hayan recaído en dos mujeres: Teresa Catalán (Composición) y Rosa Torres-Pardo (Interpretación). Sus nombres vienen a sumarse a un listado integrado por figuras como María de Alvear, Elena Mendoza, María Bayo, Carmen Linares, que a su vez amplia una lista integrada por mitos como Teresa Berganza, Monserrat Caballé, Alicia de Larrocha o Victoria de los Ángeles. Tampoco debería serlo que la compositora Raquel García-Tomás haya recibido el Premio el Ojo Crítico de Música Clásica 2017. La presencia y el papel relevante de la música escrita o interpretada por mujeres es una realidad ineludible. No obstante, esta afirmación probablemente innecesaria por obvia, contrasta con el cotejo de determinadas realidades: sorprende constatar que en los conciertos de abono de la Orquesta de Valencia (temporada 2017-2018), únicamente Matilde Salvador represente esta realidad, con la programaciaón de una selección del ballet El ruiseñor y la rosa; o en la Orquesta Sinfónica de Galicia, únicamente se programe, en la misma temporada, el Concierto para violín de la contemporánea compositora finesa Kaija Saariaho. Sorprende igualmente cotejar el porcentaje de mujeres que integran las plantillas de agrupaciones españolas, que tomadas aleatoriamente, y salvo error u omisión, aportan unos datos que suponen un 25% de mujeres en la Orquesta de la Comunidad Valenciana; un 36% en la Orquesta de la RTVE; un 17% de la Banda Municipal de Barcelona; un 34% de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria; un 19% de la Banda Municipal de Bilbao…
Ante esta situación, y en el marco de las líneas de investigación promovidas por el Instituto Superior de Enseñanzas artísticas de la Comunidad Valenciana (ISEACV), surge el Grup de Recerca Sonora, integrado por un grupo de docentes, el cual ha promovido el proyecto de investigación La invisibilidad sonora, con los siguientes objetivos:
- Investigar la producción de mujeres compositoras españolas, centrándose en el ámbito de la Comunidad Valenciana;
- Visibilizar la música creada por mujeres en el ámbito educativo, tanto desde un planteamiento teórico como performativo;
- Fomentar la inclusión de este repertorio en las Guías Docentes de los diferentes departamentos y centros de diferentes niveles educativos;
- Promover la publicación de obras y/o estudios inéditos en este ámbito;
- Organizar conciertos, conferencias, tablas redondas, seminarios, jornadas, encuentros,… en torno a esta línea investigadora, como principal plataforma de difusión de esta vertiente creativa;
- Crear puentes de colaboración con diferentes entidades culturales y académicas.
La invisibilidad sonora viene a sumarse a proyectos colectivos o individuales, como los promovidos por la Asociación Mujeres en la Música, el proyecto Fet per dones, Kassia o el Quinteto Casulana.
La música, como producto social, ha sido fiel reflejo de la sociedad que la ha pensado, producido y escuchado. Como tal, el papel de la mujer creadora ha ido diluyéndose en un mundo organizado y protagonizado por hombres. Las pocas mujeres cuyos nombres han sobrevivido a esta circunstancia (todo el mundo reconocerá nombres como los de Hildegarda von Bingen, Bárbara Strozzi, Fanny Mendelssohn o Alma Mahler), lo han hecho con un sentido tangencial, rozando el peligroso campo de la anécdota, vagando por una historiografía canónica escrita por hombres, de la cual estaban excluidas. Sorprende, al indagar un poco más, el descubrir la larga lista de nombres de compositoras y/o intérpretes que la música como realidad social, y la forma de construir la historia –y por lo tanto la realidad-, han ocultado y condenado al olvido. Sorprende, por ejemplo el redescubrir la existencia de Marianne von Martinez (1744-1812), compositora coetánea y alumna de Joseph Haydn, quien produjera un amplio catálogo de música religiosa; María Rodrigo (1888-1967), compositora que gracias a una beca de la Junta de Ampliación de Estudios[2] estudió en Munich con Richard Strauss, teniendo entre sus compañeros nombres como los de Carl Orff o Wilhelm Furtwängler; Rosa García Ascot (1902-2002), concertista y alumna de Felipe Pedrell, Enrique Granados y Manuel de Falla; Amparo Garrigues (1903-1945), clavecinista valenciana cuyo nombre viene asociado a figuras como las de José Iturbi, Leopoldo Querol o la propia Wanda Landowska,…
Una de las primeras tareas del Grupo de Recerca Sonora ha sido el de indagar en el repertorio existente de música escrita por mujeres. Desde este punto de partida, se está trabajando en la búsqueda de un corpus de repertorio a partir del cual estructurar programas que den a conocer estas piezas, inéditas muchas de ellas, o plasmadas en ediciones de dificil localización; obras que en muchas ocasiones no han encontrado un canal de difusión y han sido abocadas irremediablemente al olvido, quedando fuera del conocimiento de cualquier tipo de público. Creemos que el paso imprescindible para disfrutar y valorar una obra de arte, y musical en particular, es su interpretación. A partir de este punto, dichas obras pueden adquirir su justo lugar en el poliédrico mundo de la recepción musical.
Desde este punto de partida, una de las primeras acciones que ha realizar el Grupo de Recerca Sonora es el contacto con Maria Teresa Oller, para profundizar en su figura y su obra.
Nacida en Valencia en 1920, sus estudios en el conservatorio de su ciudad natal le hicieron entrar en contacto con nombres como Eduardo López Chávarri o Manuel Palau. Este contacto con Manuel Palau, la llevaron a colaborar
en la recopilación de materiales que fructificarían en la edición de los Cuadernos de música folklórica valenciana, publicados por el Instituto de Musicología, dependiente de la Institución Alfons el Magnànim de la Diputación de Valencia. Igualmente se interesó por el estudio y redescubrimiento de los archivos musicales de la catedral de Valencia y del Colegio del Corpus Christi[3]. En 1954 fundó la Agrupación Vocal de Cámara de Valencia, y en 1960 comenzó su trabajo como profesora de armonía en el Conservatorio Superior de Música de Valencia. A partir de 1974 colaboró igualmente en un grupo de investigación y recopilación del folklore, liderado por Salvador Seguí, y que fructificó en sendos cancioneros: el Cancionero tradicional musical de Castellón (1990) y el Cancionero tradicional musical de Valencia (1980). En 1986 es nombrada Académica de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.
Su figura ha sido ampliamente reconocida, como lo atestigua la obtención del Premio Joaquín Rodrigo de 1969 por sus Veus del blau i del grisenc, para coro mixto, o la concesión de la Medalla de Honor del Consell Valencià de Cultura, en 2016. Pero su literatura como compositora plantea una serie de sorpresas que este trabajo pretende dar a conocer. Obras como Llevantines, el Triptic de Nadal, Capricho en estilo popular, Cipreses, u Oraciones de primavera, para piano, son la punta del iceberg de un corpus mayor e inédito.
Maria Teresa nos recibe en su casa de Valencia. Su vitalidad y energía animan nuestras dudas iniciales y comenzamos la entrevista.
ENTREVISTA
J.M.Sanz: ¿Eran muchas mujeres que estudiaban música cuando usted empezó?
Mª.T.Oller: Yo sola, estudiaba piano; se estudiaba piano, guitarra; me gustaba mucho acompañar…se hacían audiciones con violín, con canto…la hija de D. Pedro Sosa tenía una voz muy bonita y cantaba muy bien, siempre la acompañaba yo; Consuelo Lapiedra, muy buena pianista y D. Benjamín Lapiedra que era muy buen profesor de violín. D. Juan Cortés, profesor del Conservatorio y organista del Patriarca, improvisaba muy bien. Cantábamos en Santa Cecilia una misa con coro polifónico y pueblo al unísono…; la cantaba el Coro del Patriarca y la parte del pueblo, lo hacían los estudiantes del Conservatorio. Salían unas misas muy bonitas. Mi madre estudió piano y armonía con el que fue profesor del maestro Rodrigo: Francisco Antich.
J.M.Sanz: O sea, ¿usted empezó con su madre?
Mª.T.Oller: Pues sí, con mi madre; ella le enseñaba a mis hermanas y yo atendía. Mi madre daba el tono, el La, y yo me fijaba y cantaba… me daba el La y yo comenzaba a cantar…
J.M.Sanz: Porque usted, ¿cuándo entró al Conservatorio?
Mª.T.Oller: Desde pequeña. Mi padre, que tenía una voz muy bonita me apoyaba para que estudiara. A mis padres les decían: si tiene el gusto de estudiar música que haga lo que le dé la gana.
J.M.Sanz: O sea, que su entorno estaba de acuerdo.
Mª.T.Oller: Sí, sí.
P.Tamarit: Estudià amb Amparo Garrigues?
Mª.T.Oller: Pasaba todo el invierno en casa de mi abuela y podía estudiar todo lo que quisiera; vivía en la calle Avellana. Amparo fue profesora mía, no en el Conservatorio; se fue a estudiar con una beca a París, tengo una foto dedicada.
J.M.Sanz: Y, ¿cuándo comenzó a componer? Porque hemos visto que tiene incluso un Concierto para piano y muchas piezas para coro.
Mª.T.Oller: Pues tengo un Premio de Radio Nacional con temas valencianos que encontré en una masía de Alcoi, y es una maravilla…encontré completo en Gandía A la voreta del mar… el texto repite siempre lo mismo, la doncella, etc…
J.M.Sanz: ¿Usted entró en el Conservatorio como profesora de?
Mª.T.Oller: Como profesora de todo. Cogí la clase de Historia y Armonía por indicación del director…y la verdad es que me gustaba.
J.M.Sanz: Hemos visto que usted recopilaba canciones con D. Manuel Palau. Ésto, ¿cómo surgió?
Mª.T.Oller: Nos daban en la Diputación una beca de 100 pesetas menos 15; íbamos a los pueblos a recopilar documentación; hablábamos con el alcalde y éste nos decía: «eixe canta molt bé…», y después, también hablábamos con el retor y hacía cantar a las beatitas del poble.
J.M.Sanz: ¿Grababan o copiaban?
Mª.T.Oller: Grababa con un cassette, los medios eran… el magnetófono que llevaba pesaba mucho.
C.Aguilera: En esos tiempos, ser una mujer compositora en un mundo tan de “hombres”.
Mª.T.Oller: Dolores Sendra era una compositora que componía cosas muy bonitas, también alumna de D. Manuel Palau; ella vive un pueblo al lado de Pego, ¿Castalla? Ella era más pianista, tocó el Concierto para piano y orquesta de Palau con la Orquesta Municipal.
J.M.Sanz: ¿Qué otras compositoras recuerda?
Mª.T.Oller: Matilde Salvador, Ofelia Ramis… alumna, también de la clase de composición con D. Manuel, el cual le propuso hacer un himno para su pueblo,… ¿Alcoi?;
J.M.Sanz: ¿En esos años el gran maestro fue Palau?
Mª.T.Oller: Y Chavarri: tenía cosas muy bonitas; él fue quien, cuando comienzo a buscar las piezas de folclore. Su padre había sido el ingeniero que hizo el tendido eléctrico de la Vall d´Albaida. Él fue quién me indicó que había cosas muy bonitas en esa zona y así hice, buscar y buscar. La gente se vuelca para darte toda su tradición. También busqué por L´Horta, estuve en Sueca, canciones preciosas: en concreto la canción La trilla del arroz más antigua de la provincia de Valencia, tonalidad dórica, y está publicada… López Chavarri [padre] era abogado y compañero de mi padre de estudios para abogado, se querían como dos chicos; estudié armonía con D. Pedro Sosa y contrapunto y composición con D. Manuel Palau.
J.M.Sanz: ¿Y participó más gente en la búsqueda, porque en los cuaderno figura, entre otros, Ricardo Olmos?
Mª.T.Oller: Ricardo Olmos, Dolores Sendra, Antonio Chovet, que era de Tavernes de Valldigna.
J.M.Sanz: ¿Y después este material lo transcribían con Palau o cada uno individualmente?
Mª.T.Oller: Lo grabábamos en un cassette de hilo. Lo transcribíamos cada uno y D. Manuel lo corregía individualmente; íbamos nosotros sin D. Manuel; lo hacíamos por vocación.
J.M.Sanz: En su música ha plasmado todo ese folclore…
Mª.T.Oller: Pues sí, por ejemplo La voreta del mar, la encontré completo en Gandía y es una letra preciosa.
J.M.Sanz: ¿De sus obras hay muchas editadas?
Mª.T.Oller: De composición poco…
J.M.Sanz: ¿Trabajó mucho con Seguí?
Mª.T.Oller: Sí, trabajamos en búsqueda de folclore. Sin Seguí, íbamos todos juntos y nos repartíamos las zonas, gracias a una beca de la fundación March.
P.Tamarit: Entonces, ¿sus obras, aunque no estén editadas están estrenadas?
Mª.T.Oller: Está estrenada alguna. El Concierto para piano lo presenté a un concurso en Barcelona: llegó a las manos de Leopoldo Querol, pero no se ha llegado a estrenar. Tengo muchas canciones sin editar.
J.M.Sanz: ¿Está usted pendiente de la música actual?
Mª.T.Oller: Sí, pero hay alguna que no se puede escuchar… La gente cuando compone es muy poco sincera, hacen lo que va a tener éxito.
C.Aguilera: Cuando le oigo decir que tiene tantas obras sin editar, nos preguntamos si habría alguna posibilidad de escucharlas, verlas…
Mª.T.Oller: El Coro de Valencia me estrenó unas canciones que habían sido premiadas en la radio…y otras que tuvieron un premio en Sagunto que eran de una poetisa valenciana; eran tres poemas que han sido interpretados en Cataluña y en Mallorca. Y tengo una que no se ha estrenado siquiera, una habanera que es Jugando blancos.
C.Aguilera: ¿También para voz, María Teresa?
Mª.T.Oller: No, para coro… La negra Tula, que tiene ilusión de casarse con un hombre blanco, y se pinta de blanco. Es [el poema] de una amiga mía que no quiere que diga el nombre, pero té molta gràcia. Es un negrito y una negra, que tiene ilusión ella de casarse con un hombre blanco, y él de casarse con una mujer blanca también, y se pintan de blanco, y se aman mucho, se quieren mucho, y se van un día en una barca, eso y lo otro, empieza a caer una lluvia y empiezan a despintarse. Sí, sí, se les quita la pintura, y él se quiere ir, y cuando ve que ella es negrita hace : «Oooohhh», así, una exclamación, y dice : «Qué bonito es el blanco!», y él se queda:«Qué bonita»”, y luego resulta que ven que lo más bonito es el color del negrito y la negrita.
C.Aguilera: Mª Teresa, y me estás diciendo que esa obra ¿no se ha representado? ¿esa habanera?
Mª.T.Oller: Esa no.
C.Aguilera: …usted está contando eso y yo, de repente, me imagino a los estudiantes que tenemos en el Conservatorio Superior trabajando esa obra y preparándola para una audición, y que todo el mundo la conozca.
Mª.T.Oller: (Risas) La titulo Jugando blancos.
C.Aguilera: Pues tener la oportunidad de poder escucharla yo creo que sería, para nosotros, un regalo. Entonces, le pregunto, las partituras ¿recuerda usted dónde las tiene? ¿las podría recuperar?
Mª.T.Oller: Las buscaré, las buscaré…
C.Aguilera: Vale, porque creo que para nosotros sería una oportunidad estupendísima si nos dejara, si nos diera permiso y compartiera esas composiciones que igual, en su momento, en su época, no pudo estrenar por las circunstancias. Igual nosotros a través de este trabajo, de este acercamiento podemos darle un poquito de escenario, que yo creo que sería fantástico ¿no? O sea, que todos las conocieran y que usted también las escuchara. No sé, ¿qué le parece? ¿la propuesta?
C.Aguilera: Mª Teresa, y ¿para instrumentos?¿algo de cámara?
J.M.Sanz: ¿O para piano?
Mª.T.Oller: Tengo un concierto para piano y orquesta.
J.M.Sanz: ¿Y piezas para piano también tiene? ¿Para piano sólo?
Mª.T.Oller: Para piano sólo, sí, y últimamente tengo un lied que me hizo…lo último que es, esto…. Llueve. Un lied que me hizo la letra un sobrino de la que era profesora de canto del conservatorio. Habían dos: Carmen Martínez y Emilia Muñoz.
C.Aguilera: Sí, Emilia Muñoz,…
Mª.T.Oller: Pues me hizo la poesía un sobrino de Emilia Muñoz. Es preciosa.
J.M.Sanz: Pues esas piezas nos encantaría poder darlas a conocer, si a usted le parece…
Mª.T.Oller: Sí, claro.
J.M.Sanz: Si a usted le parece bien. Entonces, si no están editadas, si usted nos las pudiera…
Mª.T.Oller: Si no viene nadie un día…
C.Aguilera: Claro, nosotros!
J.M.Sanz: Claro, claro. Si lo que le estamos proponiendo es eso, porque la manera de darlo a conocer primero pasa por disponer de las partituras, máxime si no están editadas, y por lo que nos dice, muchas no lo están. Y entonces organizar algún tipo de audición, con esas obras, de coro o de piano, y darlas a conocer: podríamos aprovechar o bien el auditorio del conservatorio, con la interpretación de los propios estudiantes, etc… Incluso, a lo mejor, pero esto ya usted decía antes que es difícil, intentar editar algo desde el mismo conservatorio.
Mª.T.Oller: Eso ya es difícil. Don Manuel me apartaba de la cosa del folclore, y yo veía que esto se perdía, y Don Manuel Palau me apartaba porque veía que si yo me metía en esto, no compondría. Eso me lo dijo él.
C.Aguilera: O sea que él, realmente la guió, se sintió bien guiada por Manuel Palau.
Mª.T.Oller: Él, Don Manuel Palau fue mi profesor de composición, y el que llevaba lo de Musicología porque entendía mucho, mucho de cosa popular, porque él mismo ha cantado cosa popular de su pueblo, de Alfara y de Moncada y cosas de esas. Él tenía mucho dominio de eso.
J.M.Sanz: ¿Y cómo era como profesor?
Mª.T.Oller: Uuuuuf!… Con muy mal genio (risas). Mucho. Mira, iba Emilieta Muñoz y…«vengan esta tarde que he hecho unas cosas y las quiero oír». Se ponía allí en la sala, en el piano que tenía. Aquí cerca de la iglesia de… Santa Mónica, y…«Que venga que tengo que hacer una cosa», y creía que, con lo difícil que lo hacía él, que venga sostenidos pacà, quería que Emilia y yo leyéramos aquello a primera vista, jejeje; y «no, que no es así», y nosotras ya apuradas que no podíamos más, y la mujer le decía: «Manolo, estes xiquetes, si tu t’enfades y tienes mal genio, no vendrán, eh? y veas quién te las cuida, hala!» (risas).
J.M.Sanz: Su lenguaje era bastante avanzado para la época, en el contexto español.
Mª.T.Oller: El lenguaje de Palau…
J.M.Sanz: Su escritura era compleja.
Mª.T.Oller: Sí, pero sin perder el esme, ¿sabes lo que te quiero decir? Tiene dos Premios Nacionales de composición, uno con una sinfonía con temas murcianos: Sinfonía murciana, y la otra es…
J.M.Sanz: Gongoriana.
Mª.T.Oller: Gongoriana.
J.M.Sanz: Que fué del año 27, Premio Nacional.
Mª.T.Oller: Del año 27, ¿y sabes lo que pasó? Que en el estreno, la coral polifónica que había antes en Valencia, todos decían: «esos se lo van a llevar y esos se lo van a llevar», porque lo hacían muy bien, la coral lo hacía muy bien. La orquesta que tocaba, no sé qué orquesta era. Cantaba de memoria Emilieta la Gongoriana.
J.M.Sanz: Porque tenía texto la obra.
Mª.T.Oller: Gongoriana era un poema lírico, y cogieron y la cantaron de memoria.
J.M.Sanz: Y después de la guerra ¿cómo fue la situación? Porque estuvo Manuel Palau de Director ¿no? del Conservatorio.
Mª.T.Oller: Sí… Ey, pues mira, pues muy complicados (Risas)… Mmmm. Muy complicados. Sobretodo muy complicados. La guerra fue un desastre por todas partes, porque no hay cosa peor que una guerra y más si es la guerra civil. Todas son malas, pero, en fín, se pasó mucho. Luego también, en la posguerra, pues, a ver, rehacer lo que se había deshecho. Porque en todas las guerras se deshace física y moralmente, es un desastre…y nada, y para levantarse un poquito hubo que luchar mucho.
J.M.Sanz:¿Y hubieron muchos músicos que tuvieron que dedicarse a otras cosas?
Mª.T.Oller: No lo sé. Yo en la guerra, cuando vino la guerra tenía yo, espérate, y veré cuántos años tenía, que lo calcule yo con mis muchos que tengo ya. Pues, cuando vino la guerra tenía yo 15 años.
J.M.Sanz: Claro, ¿ya estaba estudiando música?
Mª.T.Oller: Uy, había estudiado ya armonía con Don Pedro Sosa que te enseñaba muy bien. Decía: Hay muchas cosas modernas, esto y lo otro, pero tú ten en cuenta una cosa, tienes primero que saber dónde está tu casa, ¿verdad?, y luego saber dónde quieres ir, si quieres irte hacia al puerto o si quieres irte hacia el secano, pero tú tienes que saber que estás ahí. Tú estudia bien las cosas y los acordes tonales, y luego dí, a ver ¿qué quiero ir, acá? ¿Hacia el mar? ¿Dónde está el mar, hacia allá? pues hala, yo voy para allá.
P.Tamarit: Y, MªTeresa, una mujer, una joven de principios de siglo XX, ¿cómo decide ser compositora? Porque en España no había muchos modelos de mujer tampoco.
Mª.T.Oller: A mí me gustaba la música. No quería ser nada, quería aprenderlo, y mi madre le daba clase a mis hermanas y se ponía, mira, sentada aquí una y aquí la otra, les daba clase de solfeo, y mi madre, aquí un atril y yo por aquí jugando, y veía que les corregía y me iba a ver qué les había corregido, y un día empecé yo: no, yo también, yo también, yo también, y dijo: venga, tanto yo también, a ver que sabes aquí. Hala! Ella daba el la desde el piano. Y yo oía esto es un la, esto es un si, pues entraba allí y resulta que ya había aprendido a solfear algunas cosas…
P.Tamarit: Y luego, sus años de profesora en el conservatorio. Cuando fue profesora, su relación con los compañeros…
Mª.T.Oller: ¿Uuuyyy mis años de profesora…!
(risas)
C.Aguilera: ¿Qué pasó ahí?
P.Tamarit:¿Había más mujeres en el claustro también?
Mª.T.Oller: Había más mujeres en el claustro también. Las mujeres en el claustro…, uuuyy, yo fuí secretaria y me tocaba hacer las actas y todo.
P.Tamarit: Era la más joven
Mª.T.Oller: No, la más joven no, pero mira, me tocó esa china (risas), y resulta que…uy, las redactaba muy bien. Lo que yo no ponía nunca lo que no era, eso sí. Fulanito dijo esto, Menganito dijo lo otro, y es esto y nada.
J.M.Sanz: Y por parte de los compañeros ¿se sentía diferente, digamos, al ser mujer, o no, había respeto?
Mª.T.Oller: Por ser mujer, no.
J.M.Sanz:¿O simplemente era si eras buen o mal profesional?
Mª.T.Oller: Eso era cada uno. Yo tenía esa certeza de que lo había de hacer así y creo que, gracias a Dios, no sé, creo que he enseñado bien. He tenido muy buenos alumnos, eh? Sí. Y había uno que era una maravilla tocando el violín, pero la armonía… Don Juan Alós que era profesor de un sobrino mío que tocaba el violín, bueno, y: MªTeresa, pues si este chiquito no sirve, yo decía: ven aquí,¡Que eres el rey de las quintas y las octavas! (risas) Y se reían. Les he gastado bromas así en clase, pero nunca me han tomado el pelo, eso nunca.
C.Aguilera: Que usted ha notado que siempre la han respetado.
Mª.T.Oller: Sí, muchísimo. Uno me venía de Onteniente, que estaba trabajando en una fábrica de nosequé en Onteniente, perque en Ontinyent tot són fàbriques de tot, bueno. Y me venía un poco tarde, y un día pongo un examen final, y el chico no estaba para…y entra un poco tarde y digo, venga va. ¿Ha puesto eso para examen? Sí. Se queda mirando y piensa, piensa y dice: Bueno, hasta el septiembre, si Déu vol. (risas) ¡Me hizo una gracia! Pero sin enfadarse ni nada, y todos venga la risa aplaudiéndole. A veces les hacía alguna broma, y…no, no, se han portado muy bien. He tenido gente muy buena.
C.Aguilera: ¿Sigue en contacto con alumnos?
Mª.T.Oller: ¿Sigo en contacto? Por ejemplo, José María Vives ha sido un gran amigo mío. El profesor de Historia. Además que siempre quería que estuviera yo en el tribunal de Historia y de Estética… Un gran amigo mío, y una persona, para mí, buenísima. Yo he sido amiga de todos, el que ha querido bien, y el que no pues a la fresca.
D.Labrada: MªTeresa, y ¿qué tal Matilde Salvador?¿se acuerda de Matilde Salvador?
Mª.T.Oller:¿De quién?
D.Labrada: Matilde Salvador.
Mª.T.Oller:¿Matilde Salvador? Aaah, sí. Estaba de profesora de solfeo en el conservatorio. No sé cómo daba las clases de solfeo, ni nunca me metí en cómo daba las clases nadie del conservatorio.
Mª.T.Oller: Vicente Asencio a mí las armonías que tenía me gustaban mucho. De Matilde no conozco tantas, porque t’agarrava i escomençava a xarrar… (risas), y le decía: Matilde, queee (risas)
C.Aguilera: Mª Teresa, Encarna Beltrán Huertas, ¿le suena de algo?
Mª.T.Oller: Encarna Beltrán, Encarnita Beltrán. Me suena a mí eso.
C.Aguilera: Como alumna ¿no le suena haberla tenido?
Mª.T.Oller: ¿Encarna Beltrán? A mí me parece que sí.
C.Aguilera: Claro! De todas maneras me dijo que tenía mucho contacto con Jesús Madrid.
Mª.T.Oller: Jesús Madrid todos los jueves viene aquí. Todos los jueves viene, mira, para hablar de cosas de música. Él dirige el coro de Lo rat penat, que hacen una labor tremenda, que la mujer canta en el coro ese que tienen para los que están enfermos de Alzheimer, que les están notando a todos… Que les hacen cantar y cantan de memoria, y eso les anima mucho.
- Tamarit: Y, Mª Teresa, una cosa, cuando tocaban sus composiciones, ¿dónde las solían tocar? En el conservatorio, en alguna sala…
Mª.T.Oller: En el conservatorio han tocado. Han tocado, pues mira, el año pasado en las fiestas de, de dónde fueron, de Requena, el coro de la Generalitat que, por cierto, se llama Paco Perales el que lo dirige.
C.Aguilera: Bueno Maria Teresa, no queremos abusar de su hospitalidad.
Mª.T.Oller: No, no, pues abusad, abusad… (risas)
C.Aguilera: Lo que vamos a hacer es a visitarla más a menudo, si usted nos deja.
Mª.T.Oller: Eso es, a mí me parece muy bien. Com diuen en els pobles: més a sovintet.
J.M.Sanz: Vamos a intentar organizar un concierto con sus obras.
C.Aguilera: Pues esa es la idea principal, poder organizar un concierto con sus obras, si quiere, hacemos una selección de las que a usted les parezcan bien y organizamos un concierto y ese día es usted la reina de nuestro conservatorio…
- Tamarit: Y se viene al conservatorio…
J.M.Sanz: La llevamos y así conoce el edificio “nuevo”.
(…)
C.Aguilera: Mª Teresa, recuérdenos, ¿cuántos años tiene?
Mª.T.Oller: 97
C.Aguilera: Nos vamos muy contentos y muy admirados de…
J.M.Sanz: …haberla conocido.
Mª.T.Oller: Yo sí que estoy admirada de vosotros, en los tiempos que estamos y todo, que estamos medio locos, y que hagáis lo que estáis haciendo.
J.M.Sanz: Bueno, pues de alguna manera es, seguir el espíritu de lo que hizo usted…
Bibliografía
Lacruz, R. (2017): «Compositores valencianes», Notas de Paso, nº 4, 2017.
Leon Tello, F.J. (2005): «Maria Teresa Oller i Benlloch y la incorporación de la mujer al ejercicio profesional de la música», en AAVV. La música del poble i el Cor Popular de Lo Rat Penat, Valencia, pp. 483-505.
Mendoza, I. (2016): «Mujeres pensionadas en Francia por la JAE. Algunas especificidades», Comunicación presentada en el congreso La Segona República. Cultures i projectes polítics. Congrés Internacional d’Història. Bellaterra, Barcelona: 1-16.
Oller, Mª. T. (1958): Madrigales y Canciones Polifónicas. Autores anónimos de los siglos XVI y XVII. Valencia: Archivo de la S.I.M. Catedral de Valencia, Instituto Valenciano de Musicología, Institución Alfonso el Magnánimo, Diputación Provincial de Valencia.
Picó, M.A. (1999): «Maria Teresa Oller Benclloch, una vida de entrega al estudio del Folclore musical valenciano», Revista de Folclore, 222.
[1] El Grup de Recerca Sonora está integrado por Critina Aguilera (CSMV), Maria José Labrador (UPV), Daniel Labrada (Conservatorio Profesional de Música de Castellón), José Miguel Sanz (CSMV), y Paula Tamarit (CSMV).
[2] La JAE llegó a pensionar a nueve mujeres en Francia el campo de la música, según Irene Mendoza (“Mujeres pensionadas en Francia por la JAE. Algunas especificidades”, Comunicación presentada en el congreso La Segona República. Cultures i projectes polítics. Congrés Internacional d’Història. Bellaterra, Barcelona: 2016, accesible en: http://ddd.uab.cat/record/148297?ln=es).
[3] Véase Oller, Mª. T.: Madrigales y Canciones Polifónicas. Autores anónimos de los siglos XVI y XVII. Archivo de la S.I.M. Catedral de Valencia, Instituto Valenciano de Musicología, Institución Alfonso el Magnánimo, Diputación Provincial de Valencia, Valencia, 1958.
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