Por Bea Estévez
El pasado jueves 16 de febrero tuvo lugar en el CSMV la conferencia “Libérate del miedo escénico” por Noemí Feliu Abad, profesora de violín en el Conservatorio Profesional de Música de Villena, y titulada en el Máster de Musicoterapia de la Universidad de Valencia.
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Esta charla consistió en un taller teórico práctico en el cual Nomí introdujo el concepto del miedo escénico a partir de su propia experiencia profesional, así como los pasos a seguir y ejercicios prácticos para afrontarlo y superarlo.
La profesora Feliu presentó el miedo escénico como uno de los mayores problemas del músico a la hora de dar un concierto, realizar una prueba para una oposición u orquesta, o incluso al afrontar su propia clase de instrumento. ¿Pero a qué tenemos miedo realmente? Los principales motivos del miedo del músico son el ser juzgado y el miedo a la equivocación, pero éstos no son sino una proyección mental del propio músico respecto al público y a lo que éste pensará de su interpretación. Como consecuencia de este miedo, el cuerpo humano reacciona de manera fisiológica, generando una gran cantidad de adrenalina, la cual puede originar temblores, sudoración en las manos, sequedad en la boca o rigidez muscular. Por otra parte, también afecta de manera negativa psicológicamente al músico que lo padece, puesto que en ocasiones éste puede ver mermada su capacidad interpretativa hasta en un 90%, lo cual puede causar una gran frustración al no verse recompensado o reflejado el esfuerzo del estudio realizado en casa.
A continuación, la Sra. Feliu expuso tres pasos a seguir para aprender a afrontar y superar este miedo, poder así tocar al 100% de nuestras posibilidades técnicas y expresivas, y beneficiarnos a nivel mental, físico, emocional y musical.
El primer paso consistía en el propio entrenamiento mental. En ocasiones el músico relaciona sus conciertos, clases o pruebas con los nervios y el miedo que siente, con lo cual ya existe una predisposición negativa a la hora de realizar estas actividades. Por lo tanto, debemos intentar crear nuevas conexiones neuronales, es decir, reconocer estos pensamientos negativos y sustituirlos por otros positivos que nos autoafirmen y nos aporten confianza como el “estoy preparado”, “voy a disfrutar”. De esta manera, con este nuevo diálogo interno cambiamos el sistema de pensamientos y, como consecuencia, cambiamos el sistema emocional.
Otro paso a realizar para afrontar el miedo escénico es el de la relajación y respiración, intentando que ésta última sea abdominal. Es muy importante que realicemos nuestros ejercicios de relajación mientras tocamos y no aparte, de lo contrario no apreciaremos resultados. Debemos aprender a observar nuestro cuerpo mientras tocamos, y relajar aquellas zonas que no usamos.
Por último, y como tercer paso, explicó cómo preparar un concierto o prueba, maximizando al máximo nuestro rendimiento y minimizando el tiempo y el esfuerzo, pero haciendo uso de una gran concentración, así como el uso de auto grabaciones.
Hacia el final de la conferencia se realizaron varias prácticas con el público asistente, en las cuales varios alumnos voluntarios tocaron su instrumento. Estos ejercicios prácticos consistían en ejemplificar el concepto expuesto por Noemí del “músico-actor”, en que el alumno tocaba una obra libre varias veces, analizándose al final qué emociones había causado en el público. De esta manera, así como las primeras veces el músico transmitía claramente tensión y nervios, a medida que repetía el ejercicio y siguiendo las indicaciones de la ponente, los intérpretes comunicaban las diferentes emociones sugeridas por ella con mucho menor nerviosismo y mayor confianza. De este modo, Noemí recalcó la importancia de los tres pasos citados para combatir el miedo escénico, y así poder transmitir al público emociones muy distintas a las de la tensión y el miedo.
Muchas gracias por la reseña. Lo has explicado de maravilla. Desde aqui dr las gracias a todos aquellos que hicieron posible esta conferencia -taller y a los asistentes por su atencion y disponibilidad en los ejercicios. Un placer que espero vuelva a repetirse.