Por Alberto Ballester Álvarez
IRENE NAVARRÉ NIETO. Flauta
Empieza sus estudios musicales con la flauta travesera en la edad de 8 años en la escuela Unión Musical de Casinos de la mano de Pascual Cebrià i Neus Sanmartín. Continúa con la profesora María de Mar Martínez al Conservatorio Municipal de Llíria donde acaba el Grado Profesional obteniendo Mención de Honor. Al 2019, finaliza los estudios en la especialidad de Interpretación con la flauta travesera al Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia con la catedrática María Dolores Tomás, donde obtiene el premio Extraordinario Final de carrera.
Ha impartido clases magistrales con Fina Cano (profesora del CSM de Castelló), Joaquín Gericó (catedrático del CSM de València), Salvador Espasa (profesor y director de la Orquesta de Flautas de Madrid), Salvador Martínez (solista de la Orquesta del Palau de la Música) y Magdalena Martínez (solista de la Orquesta del Palau de les Arts Reina Sofía) entre otros.
Al 2017 colabora con Conciertos Benéficos de Música de Cámara para la Asociación Adelfa y graba el Disco “Pachamama, dances of the earth” con el Ensemble de flautas de Valencia al 2018, nominado en la categoría de mejor disco de música clásica y contemporánea a los Premios “Carles Santos” de la música valenciana.
Actualmente, compagina sus estudios con la docencia de flauta travesera y solfeo a l ‘Escuela de Música de la Unión Musical Casinense y de la escuela de perfeccionamiento de la Banda Primitiva de Llíria. Además, es flauta primera y piccolo solista en la Orquesta y Banda Primitiva de Llíria, así como de la Joven Orquesta Sinfónica de Castelló (JOSC), Joven Orquesta Federal (FSMCV), Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia (OFUV) y de la Ensemble de Flautas de Valencia (EFV).
¿Cómo has preparado este premio?
El programa era muy exigente donde se interpretaba una obra obligada y otra libre. Desde el momento en que hice la inscripción hasta el mismo día del Premio aproveché todos los recursos que tenía para prepararme al máximo.
Escuchaba las piezas en el coche de camino al trabajo, las tarareaba mientras hacía ejercicio, las cantaba y simulaba el momento de la actuación en mi mente todos los días antes de dormir. Ha sido una preparación tanto mental como técnico-flautística. Pero sobre todo mental, que incluye el no martirizarme si algo no sale, mantener la calma en todo momento y tener paciencia. Mi meta era disfrutar de la actuación y puedo decir que salí muy contenta.
Por supuesto, mis profesoras en el CSMV me han ayudado mucho. M Dolores Tomás con cada detalle y la seguridad a la hora de afrontar cada pieza, y Sonia Sifres con su magia al piano.
¿Qué han significado para ti estos años en el Conservatorio?
Estos cuatro años en el CSMV han sido muy importantes y especiales. Desde el primer año se abrió ante mí un mundo de posibilidades de mejora, a partir del cual, he podido crecer de forma musical pero también personal.
He aprendido disciplina, a tener una agenda apretada, unas exigencias que hasta entonces no había tenido y cumplir con ello. Gracias a mi profesora M Dolores Tomás, amplié mi repertorio flautístico, y con ella aprendí muchas de sus cualidades, como la autoexigencia, el perfeccionismo y el compañerismo.
Creo que el mayor signo de madurez en cualquier artista es la seguridad en sus propias ideas y ser cada vez más eficiente y natural a la hora de expresarlas. Para ello, debes conocer muy bien el lenguaje, el instrumento y a ti misma; y gracias a mis profesores y compañeros del CSMV, estoy más cerca de encontrarme en esa madurez, aunque aún queda camino.
¿Cuales son tus planes más cercanos?
Por ahora, seguir trabajando y preparándome para pruebas de orquesta y de Máster. Tengo el gusanillo de poder aprender en una academia orquestal. Y para más adelante, poder trabajar en una orquesta profesional y compaginarlo con la docencia y la música de cámara, si hubiese la oportunidad.
SERGIO CAMPAYO SÁNCHEZ. Piano
Nacido en Torrent (1997), inicia sus estudios musicales a la edad de 8 años en el Conservatori Professional de Música de Torrent con el profesor Antonio Blaya donde finaliza con Mención de Honor los estudios profesionales de piano. Más tarde continúa sus estudios superiores en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de València en la clase de Bartomeu Jaume, donde obtiene el Premio Extraordinario de Final de Título. Durante su último año de grado superior, realiza una estancia Erasmus en la Universidad de Música “Frederick Chopin” de Varsovia con el profesor Jerzy Sterczyński.
Ha participado durante las temporadas 2016/2017 y 2017/2018 con la Orquestra Filharmònica de la Universitat de València y ha recibido clases magistrales y cursos de perfeccionamiento musical de piano y música de cámara de profesionales de la talla de Carles Marín, Simon Lepper, Christiane Karajev, Anna Kijanowska, Frank-Immo Zichner, Ramiro Sanjines, Vladimir Dulov, Juan Lago, Breno Ambrosini, Ruben Talon, Megumi Otsuka, Joan Enric Lluna, Juan Carlos Garvayo, Joseph-Maurice Weder y Anna Kijanowska, entre otros.
Actualmente cursa el primer año de los estudios de máster en la especialidad de Piano en la Estonian Academy of Music and Theatre con la beca DoRa Plus, recibiendo los consejos de la concertista Age Juurikas.
¿Qué ha significado para ti estos años en el CSMV?
Han sido cuatro años muy importantes en mi vida, tanto musical como personalmente. En el CSMV he hecho grandes amigos que han sido y siguen siendo una fuente de inspiración, pues además de haber aprendido mucho de mis profesores, es de estas personas tan jóvenes y con tanto talento con las que compartes tu día a día de las que sacas energía y motivación para continuar trabajando y disfrutando de la música.
¿Cuáles son tus planes más cercanos?
He empezado este año mis estudios de máster en Estonia, así que por lo menos este curso y el que viene seguiré en el rol de estudiante, y desde luego abierto a todo tipo de proyectos y propuestas.
¿Algún consejo para los estudiantes, para poder afrontar con éxito un Premio?
El único consejo que puedo dar es preparar el Premio con mucha ilusión. Es lo que siempre nos dicen desde pequeños y que tendríamos que aplicar a todo cuanto hacemos, por supuesto, pero si se piensa en frío, al final el Premio Extraordinario es seguramente de las últimas ocasiones, incluso puede que la última, que los estudiantes tenemos para poder hacer un recital en el conservatorio en el que hemos pasado como mínimo cuatro años de nuestra vida, con un buen Auditorio y en el caso de nosotros los pianistas, un buen piano, a lo que no siempre es fácil tener acceso. Por ello creo que afrontar el Premio con éxito consiste simplemente en tratar de disfrutar de esta experiencia tan especial.
VICENTE PELLICER DOLZ. Fagot
Comienza sus estudios de fagot en la sociedad musical de Alzira, su ciudad natal. Realiza los estudios profesionales de las especialidades de Piano y de Fagot. Posteriormente continúa sus estudios superiores en el CSM Valencia. Actualmente continua su formación en la Escuela de Altos Estudios Musicales de Santiago de Compostela, compagina sus estudios con la docencia en varias escuelas de la ciudad de Valencia.
Forma parte de varias orquestas de renombre como son: Jove Orquesta de la Generalitat Valenciana, OFUV, Valencia Film Orchestra. A parte realiza cursos de perfeccionamiento con artistas de gran renombre: Enrique Abargues, Noé Cantú y Vicent Palomares entre otros.
Obtiene varios premios en su carrera: 4º Premio en el II Concurso de Cámara Online organizado por Rookiebox y la aparición en el programa “Clásicos y Reverentes”.
¿Cómo has preparado este premio?
El Premio es una oportunidad muy importante donde mostrar tu capacidad interpretativa a un tribunal y que ellos mismo juzguen tu calidad musical. En mi caso, durante el curso preparé la obra obligada y la fui trabajando, ya que exige un nivel de dificultad bastante elevado. Más tarde elegí la obra libre y empecé a trabajarla para tenerlo todo montado lo antes posible. Durante el verano antes del Premio era lo único que solía estudiar.
Más tarde, comencé a trabajarlas con el pianista, ya que es importante conectar las partes y que todo esté cohesionado. Luego de todo este trabajo, al salir al escenario, solo tienes que dejarte llevar y disfrutar de la música que estás creando.
¿Qué han significado para ti estos años en el Conservatorio?
Los cuatro años de estudio han sido años de crecimiento musical, ya que aprendes cosas nuevas, tienes asignaturas que mejoran aspectos que nunca habías trabajado antes y cuentas con profesionales que te ayudan en todo. A parte de mejoras de ámbito personal, conoces a mucha gente de la que aprender cosas, haces amigos y nos ayudamos al estar unidos por la música. En resumen, cuatro años mágicos llenos de recuerdos y que son el principio de un largo camino.
¿Cuáles son tus planes más cercanos?
Actualmente, estoy cursando un posgrado de especializaron orquestal en la Escuela de Altos Estudios Musicales con el que además participo en la Orquesta de Galicia, la verdad es que es una gran oportunidad. En el futuro más cercano, me gustaría continuar perfeccionándome con un máster. Por otro lado, me presentará a varias audiciones de orquestas, con tal de conseguir mi sueño, tocar en una gran orquesta profesional.
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