Por María Prats Escriche
El pasado sábado 22 de diciembre, alrededor de cuatrocientas personas tuvimos el placer de disfrutar de The Medium, de Menotti, una ópera en dos actos representada por alumnos y profesores del Máster en Interpretación operística y del Grado de Interpretación del Canto del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo de Valencia.
Ajenos a lo que sucedía fuera de la sala Rodrigo del Palau de la Música de 
Valencia, sin importar si en este momento nuestras vidas estaban cambiando por haber sido agraciados con el gordo de la lotería nacional, los asistentes a la representación nos mantuvimos en vilo durante una hora, sin quitar la atención de lo que sucedía en el pequeño escenario que, gracias a una escenografía sencilla pero eficiente, se convertía en el salón de una médium un tanto particular.
Los participantes de la función; cantantes, actores, pianistas y directores, tanto el musical como el de escena, se convirtieron en una compañía autosuficiente, pues los mismos que se encargaban de dirigir, cantar, actuar o tocar eran los responsables del diseño, la carga y descarga de la escenografía y la caracterización logrando un resultado excelente en apenas un mes de intenso trabajo.
Las voces participantes fueron Yulia Safanova, en el papel de Madame Flora, también llamada Baba, Raquel Torres, en el rol de Mónica, la hija de Baba y Sandra Ferró, representando el papel de la señora Gobineau, todas ellas alumnas del Máster, y los estudiantes del Grado de Interpretación del Canto Pedro Garcinuño, en el rol del señor Gobineau, Míriam Núñez como la señora Nolan y Felipe Cremades como Toby, el niño mudo acogido por Madame Flora. Por su parte, Jaume Martorell, experimentado director de escena y profesor de escena lírica del CSMV, fue el encargado de la magnífica dirección escénica de la ópera, Francesc Gamón, profesor de repertorio del Conservatorio, se encargó de la dirección musical y el difícil papel instrumental lo desempeñaron Pablo García-Berlanga y Diego Sánchez, profesores de repertorio y pianistas de las funciones. Charo Vallés y Gloria Fabuel desempeñaron funciones de coordinación y organización.
En cuanto a los cantantes, cabe destacar la proyección de las voces de todos ellos, tanto en los recitativos, o las partes Sprechgesang, como en las arias y partes cantadas, la claridad del texto y su maravillosa interpretación teatral. Y es que pocas veces los asistentes a una ópera experimentan las sensaciones típicas de una obra teatral de un modo tan intenso como el que, gracias a ellos y a su ejecución del libreto, alcanzamos con The Medium. La evolución de los personajes a lo largo de la corta pero intensa ópera también es digna de admirar. Encarnaron afectos complejos, como el dolor por la pérdida, como en el caso del matrimonio Gobineau, que había perdido a su primogénito años atrás, la incredulidad, como la de la señora Nolan, recelosa de poder contactar con su recién fallecida hija, el temor, como el que experimenta Baba cuando siente unas manos que la tocan durante la sesión de contacto con los muertos, la rabia que desata contra el pobre Toby cuando cree que es él quien la tocó, la sed de venganza, el amor, como el de Toby hacia Mónica, la tristeza profunda, como la que siente Mónica, la locura o la ira de Baba cuando arremete contra Toby con unos disparos que lograron parar el 
corazón de casi todos los asistentes. No puedo dejar de mencionar a Toby, que con su dulzura e ingenuidad nos encandiló a todos y cuyo papel defendió extraordinariamente Felip en un mutismo constante.
Pablo García-Berlanga defendió magistralmente un dificilísimo papel que días antes el también profesor de repertorio Diego Sánchez había interpretado de un modo magnífico. Teniendo en cuenta que el acompañamiento original de la ópera de Menotti está escrito para una orquesta de cámara de catorce instrumentistas incluyendo piano a cuatro manos, el arreglo para piano resultó ser de una enorme dificultad y gran virtuosismo, pero confeccionaba una atmósfera casi mágica que transportaba al oyente. En general la ópera tiene un lenguaje complejo al que quizás no todos estamos acostumbrados, pero resultó muy amena y atrayente gracias a la reaparición de los motivos identificadores de cada personaje.
Algunos de los participantes accedieron a contestar un par de preguntas acerca del montaje de la obra y sus impresiones sobre el mismo. Sandra Ferró destaca lo complejo que ha resultado expresar tantas emociones tan fuertes; como el dolor, la culpa, la desesperación o la necesidad de tener fe en lo esotérico, con solo unas frases musicales cuyos intervalos y líneas contemporáneas, a las que no está acostumbrada le resultaron difíciles de memorizar. Ella, al igual que Pedro Garcinuño, para quien lo más complejo resultó coordinar lo musical con lo escénico, subrayan como lo más interesante y gratificante el proceso de creación de los personajes desde la compenetración y naturalidad y el avance expresivo y comunicativo de los mismos, que tuvo un resultado dramático muy convincente y creíble.
En cuanto a la visión de los músicos Pablo García-Berlanga, afirmaba haber descubierto con The Medium lo que él llama, y yo suscribo, una joya de una hora. Lo que más le ha gustado ha sido el tratamiento que hace Menotti del texto en conjunción con la música, la potencia dramática que consigue con ello y el inteligente uso de los motivos característicos y representativos de cada personaje. Pablo coincide con Diego Sánchez en la gran dificultad de la parte del piano, por tratarse de una adaptación de orquesta de cámara, repleta de cambios de tempo y motivos que reaparecían cada vez con un ritmo distinto y el gran reto que suponía ceñirse a la partitura original y conseguir que siguiera sonando orquestal. Diego destaca el placer de poder interpretar una obra del siglo XX diferente a las que se suelen representar en el conservatorio, con una temática peculiar y un lenguaje diferente para los alumnos cantantes, cuyo viaje hacia el interior de los personajes y su progresión en el lenguaje le han parecido una experiencia interesante de compartir.
The Medium nos sacó de la rutina musical y supuso un excelente comienzo de las vacaciones navideñas para participantes y espectadores.
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