Por Mª Amparo Molina Molina
Título: “Música, sólo Música”
Autor: Haruki Murakami y Seiji Ozawa
Traductor: Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
Editorial: Tusquets Editores S. A.
Edición: Segunda
Colección: Andanzas
Año de publicación: 2020
ISBN: 978-84-90668-72-6
Nº de páginas: 329P
“La práctica y la experiencia ayudan a un músico a aprender muchas cosas” (p.155)
Las conversaciones entre el director de orquesta Seiji Ozawa y el gran escritor y melómano Haruki Murakami proponen un gran libro, fuente de saber y experiencias que hace plantearse al lector cómo percibe la música, poniendo sobre la mesa nuevas perspectivas de escucha e interpretación musical. Es un viaje al pasado, recorriendo la juventud del gran maestro: desde sus inicios más humildes y austeros, trabajando junto con los iconos de la música, aprendiendo de ellos y nunca dándose por vencido. Aunque suene muy utópico, Seiji Ozawa es un modelo de alguien que no se rinde por las circunstancias y que trabaja duro para llegar a ser el referente que es hoy en día, alguien consiguió llegar muy lejos sin tener prácticamente nada.
La lectura de este libro resulta de lo más bello. Una de las mejores sensaciones es la inmersión en el diálogo, la cual hace partícipe al lector como uno más en la conversación. Algún ejemplo son las grabaciones que se escuchan y comentan durante las charlas. El proceso de buscar las grabaciones e ir escuchándolas al mismo tiempo que se desarrollan los diálogos, fijándonos junto con los conversantes en las diferencias entre orquestas, identidades de los músicos, etcétera, es una experiencia maravillosa que nos transportan como lectores a esa dimensión.
Uno de los ejes principales en las charlas es la interpretación de partituras, el estudio del compositor y la búsqueda constante de éste. De ellas podemos extraer como conclusión la idea profunda de conseguir que una obra forme parte de ti. Interiorizar tan bien una composición que sea reflejo de tu personalidad, con la que te puedas sentir identificado o identificada. De tal y bella manera que cuando se interpreta tanto la esencia del compositor como la del intérprete queden tan impregnadas en el público que permanecerán de manera eterna en su alma.
En definitiva, cachitos de conversación que son un reflejo y tienen un gran impacto en la sociedad musical, diálogos y reflexiones desde el respeto y el amor, recuerdos con gran cariño y consejos de uno de los mejores directores y personas que el mundo musical haya podido conocer.
Una lectura muy recomendable, sin duda, que traspasa el papel e impregna el alma del lector con lo más bello del arte musical.
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