Título: La soprano María Barrientos y sus epístolas de juventud
Autora: Virginia Sánchez Rodríguez:
Editorial: Universidad de Málaga
Año de publicación: 2018
ISBN: 978-84-17449-35-3
Páginas: 197
Por Nieves Pascual León
La visibilización de la creación femenina es hoy un tema de debate en múltiples foros. También en la investigación musicológica, ámbito tradicionalmente protagonizado por hombres y centrado en la labor de otros hombres, se percibe la necesidad de trabajar sobre la contribución de grandes compositoras e intérpretes. Más allá de una reivindicación cultural o social, esta preocupación enlaza con motivaciones de carácter estético, estudiando las raíces que subyacen a la creación femenina en su conjunto y tratando de formular, a través de una musicología de género, una nueva óptica que enriquezca el análisis musical.
El libro que hoy reseñamos parte de una colección de nueve epístolas firmadas por la soprano catalana María Barrientos (1884-1946), dirigidas entre 1905 y 1906 al empresario teatral José Bilbao, a quien le unían lazos profesionales y de amistad. Tras una primera etapa de formación en la Escuela Municipal de Música de Barcelona, jalonada por la participación en veladas lírico-musicales y su temprano debut en 1898 en el Teatro de Novedades de Barcelona en el papel de Inés de La Africana. Solo un año después, a la edad de quince años, la oportunidad de interpretar el rol protagonista en Lucia di Lamermoor en el Gran Teatre del Liceu propulsó su carrera artística. En 1889 se trasladó para continuar sus estudios, entrando a su vez en contacto con la escena italiana, con gran éxito de crítica. Las cartas que aquí se estudian corresponden a este feliz momento en el que despegaba una brillante trayectoria artística a la que, tras la interrupción sufrida durante su breve matrimonio (1907-1909), volvería hasta consagrarse como una de las mejores voces españolas del panorama lírico español durante la primera mitad del siglo XX.
Partiendo precisamente de estas cartas, redactadas desde Milán (noviembre y diciembre de 1905) o desde algunos de los enclaves que Barrientos visitó durante su descanso estival (julio y agosto de 1906) o su gira americana en otoño de 1906, la Dra. Virginia Sánchez propone un análisis de las coordenadas profesional y personal. Más allá de la anécdota, valiosa ya en sí misma, propone una lectura consciente, a la que llega tras reflexionar sobre el papel de la mujer en la música. Evitando en todo momento los tópicos que impregnan el discurso de género, la autora traza un breve recorrido de la participación femenina en su contexto. El segundo capítulo está dedicado a la trayectoria vital y profesional de la cantante. El cotejo de diferentes tipos de documentos, y muy especialmente de un amplio catálogo de fuentes hemerográficas (diarios ABC, Caras y Caretas, El Sol, La Patria de México o La Stampa, entre otros) permite a Sánchez concretar y corregir algunos datos erróneamente aceptados hasta la fecha.
El núcleo del estudio, esto es el análisis de la colección de cartas objeto de estudio, permite a la autora completar una interesante descripción de la “red de contactos” de la soprano catalana, a la que pertenecen figuras fundamentales de la escena operística de principios de siglo. De nuevo el estudio comparado de las fuentes hemerográfica permite documentar y completar la información que Barrientos transmite en sus misivas.
Nos encontramos, por tanto, ante un estudio motivador que invita a estudiar la figura de la mujer en la creación musical a partir de una muestra muy concreta y significativa de fuentes primarias. En definitiva, el presente volumen reivindica el conocimiento de las variables centradas en el propio creador —compositor y, en este caso, intérprete— como premisa para valorar el hecho musical en su contexto desde una perspectiva amplia que abraza la concepción estética como necesaria en el estudio musicológico de género.
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