Por Pau García Palop
La deconstrucción es un método que, empleado correctamente, tiene la capacidad de hacernos crecer personalmente, y en consecuencia, que nos convirtamos en personas mejores como fruto del “desaprendizaje” de alguna conducta previamente aprendida, ya haya sido inculcada, o bien proceda del “inconsciente colectivo”; de cara a la búsqueda de la igualdad, resulta fundamental para corregir posibles conductas reprochables sin que fuéramos conscientes de las mismas a priori.
El jueves 15 de diciembre del pasado año, tuvo lugar en el Conservatorio una charla organizada por la Comisión de Igualdad que encabeza la profesora Paula Tamarit Fernández; en ella, la técnica de igualdad Visa Promig, hizo un recorrido por diversos conceptos relativos a la igualdad, así como ejemplos ilustrativos de estos, con tal de asegurar que el público comprendíamos que sucedía en cada caso, y así poder visualizar dichas conductas en nuestro día a día.
En primer lugar, se planteó el sesgo de género existente en la manifestación de la violencia, principalmente física, ejemplificándola en los circos romanos, teatros, o en una escena de una pelea en la película El Chico (como elemento cotidiano).
A continuación, comentó la construcción de las masculinidades tóxicas, así como sus posibles cimientos: falocentrismo(dar –excesiva- importancia a cuestiones relacionadas con el pene –órgano sexual masculino–, como posible “suplemento para la constitución psíquica femenina”), misoginia (también manifestada de manera implícita –nótese la omisión premeditada de las mujeres en los libros de texto o en el catálogo compositivo–, que resta valor a las aportaciones que ellas han hecho, hacen y harán), y homofobia (en forma de empleo de la homosexualidad como descalificativo personal, o para discriminar quiénes son “hombres de verdad” y quiénes no). Otro ejemplo de misoginia se observa en la publicidad, cuando los hombres son expuestos como deidades, mientras que las mujeres son cosificadas y menospreciadas (caso comentado en la conferencia).
Dejando atrás las masculinidades, expuso ejemplos de la (circunvalación del) consentimiento, ilustrando el caso con el cuento de hadas Sol, Luna y Talía de Giambattista Basile (una princesa que es besada –¿”beso de amor verdadero”?– sin su consentimiento); en realidad este acto responde a una violación, y se han dado casos similares en el ámbito sanitario, donde enfermeros han violado a pacientes mujeres y se han “colgado medallas” considerándose “superhéroes” por haber conseguido hacerlas sanar por ese medio.
Otros casos planteados fueron el de la Ley de Libertad Sexual y cómo esta va encaminada a evitar la revictimización que se produce en los juicios cuando se le requiere a la víctima que declare (provocando que reviva el trauma sufrido), o evitar que se considere la paralización como consentimiento; también la cultura de la violación y cómo se manifiesta: en conflictos bélicos (violación de las mujeres del bando enemigo para humillarlo) o la banalización de la violencia sexual(se ejemplificó con la película Matador Almodóvar, pero un ejemplo más reciente que no se mencionó es el sucedido en el Colegio Mayor Elías Ahúja de Madrid –y se rumorea que también, recíprocamente, en el Santa Mónica, ambos segregados por sexos–).
Como dos últimos ejemplos: la “doble hambre” del lobo (Caperucita Roja), que enfatiza el riesgo de las personas desconocidas (moviendo el foco del verdadero problema: la mayoría de las agresiones sexuales se producen en entornos de confianza) y la culpabilización de la víctima (“por haber desobedecido”, tal y como sucedió con el caso de “la Manada”) así como la primera menstruación (color rojo sangre, “riesgo de quedar preñada en caso de relacionarse con desconocidos”); finalmente, la normalización de las relaciones tóxicas (“¿amor romántico?”), ejemplarizada en La Bella y la Bestia, donde la Bella es coaccionada y dulcifica su carácter para pretender cambiar a la bestia, a modo de sacrificio eterno.
A modo de resumen, estos ejemplos y su posterior análisis y extrapolación a nuestra cotidianidad sirven como casos de deconstrucción, que deben invitarnos a pensar y replantearnos nuestras convicciones al respecto. Y como conclusión, instamos a la comunidad educativa del CSMV a que asista como público a las audiciones del ciclo Compositores a Escena, organizadas por la Coordinadora de Igualdad de nuestro Conservatorio, Paula Tamarit, y que tendrán lugar los días 7 de febrero a partir de las 17:30, y el viernes 10 de esa misma semana a partir de las 11 horas, en el Auditorio.
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