Por Victoria Morales Rosa y Rebeca Lozano Cabañero
El pasado 29 de abril, se grabó dentro de las instalaciones del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia, el Scaperoom didáctico que se llevará a cabo durante este curso 2020-2021. Este año, dada la situación por la pandemia que acontece a nivel mundial, en lugar de realizar el tradicional concierto, el alumnado de pedagogía se las ha ingeniado para no dejar a ningún niño o niña sin dicha actividad.
El Scaperoom, titulado “Iris, la detectiu musical”, fue organizado por Musidaktikós, cuya trayectoria comenzó en el curso 2016-2017 y desde entonces no ha parado de trabajar para hacer llegar la música a los más pequeños. Este grupo, está formado por el alumnado de la especialidad de Pedagogía del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia, colaboradores de otras especialidades, alumnado egresado, etc., y como coordinadora cuenta con Dolores Amelia Medina Sendra, catedrática de la especialidad de pedagogía del centro.
La historia tiene como protagonista a Iris, una niña que debe superar diferentes pruebas (todas ellas relacionadas con la música) para recuperar los colores que hay en el mundo ya que todo se ha vuelto blanco y negro. Por ello, Iris pide ayuda al alumnado que, desde sus respectivos centros, estará viendo las escenas preparadas y realizará las actividades para obtener códigos secretos, y así poco a poco, ir recuperando todos y cada uno de los colores. Además de Iris, en la historia aparece su familia (su hermana Alba, su madre y su padre), los guardianes de los colores, un vecino, el gato de Alicia y el mapa, los cuales son participes durante toda la representación y ayudan a que la acción tenga mayor interés y se desarrolle una historia rica y entretenida.
Este Scaperoom didáctico tiene como objetivo principal poder acercar la música a los niños y niñas de Educación Primaria mediante juegos, elementos transversales, actividades cooperativas y la multidisciplinariedad, teniendo siempre en cuenta la inclusión de todo el alumnado sin importar los conocimientos musicales previos que pueda o no tener.
A continuación, Victoria Morales, alumna del centro y profesora de música en uno de los centros participantes, contará la experiencia que ha vivido junto con su alumnado al realizar esta actividad que con tanto esfuerzo y cariño se ha realizado.
“¿Cuándo repetimos? ¿Podemos conocer de verdad a Iris y todos los que han participado? ¿Toda la música que han utilizado para hacer el Scaperoom la han escrito y tocado ellos? ¿Algún día podremos ver un concierto en directo?”
Estas y muchísimas otras preguntas han despertado el apetito musical entre las alumnas y los alumnos de 3º y 4º de Primaria del Colegio Sagrado Corazón de Jesús Carmelitas Vedruna Valencia. Así que, rimero de todo, desde el centro educativo, de parte de los especialistas de música y del alumnado, queremos darle la enhorabuena al gran equipo que forman los Musidaktikós, porque han sabido adaptarse a las necesidades y revolucionar totalmente lo que había sido por costumbre el concierto didáctico. Desde el primer momento, han estado en contacto con nosotros para hacernos llegar toda la información y, una vez nos hicieron entrega de la caja con todo el material, pudimos adentrarnos en la gran aventura de “Iris, la detectiu musical”, tanto con el dosier para el profesorado, como los recursos materiales y fungibles para el alumnado, así como un pequeño obsequio y diploma por la participación. Captando desde un primer momento la atención de los niños y niñas e incluso interactuando a través de la pantalla con ellos, las propuestas que nos hacían eran estupendas y de gran variedad y riqueza musical, ya que buscaban abordar diferentes contenidos sobre la escucha, la interpretación musical y el movimiento.
Así pues, la curiosidad por descubrir y experimentar, así como la interpretación y la ejecución de pequeñas coreografías y movimientos, hizo que los participantes estuvieran totalmente integrados en la historia y motivados a seguir con la actividad. Cualquier reto que les proponían, enseguida estaban dispuestos a superarlo y, en caso de que hubiese alguna dificultad, ellos mismos te pedían trabajarlo previamente para poder seguir, por ejemplo, el vídeo a la perfección. Y lo más importante de todo, en cada secuencia hacían que el alumnado también tuviese su opinión y pudiera elegir, como en la prueba final, en la que decidían con que canción acabarían el reto. Con ello, recalcaban la importancia del papel del niño y de la niña como protagonistas de su aprendizaje, tan valioso en la educación que reciben día a día en la escuela.
Por último, estuvieron muy ilusionados por recibir su diploma de participación y un pequeño obsequio, un instrumento musical poco conocido por ellos o que incluso, solo habían visto alguna vez en imágenes o vídeos, una calimba. Como bien he dicho al principio de esta breve reflexión, el gran interés que esta actividad ha despertado en el alumnado por la música, pocas veces lo podemos ver en las aulas, no solo por poder recibir este abanico de propuestas variadas y enriquecedoras, sino porque gracias a estos gestos y actos de personas que están estudiando y formándose como músicos profesionales, la educación también puede recibir una pizca de su pasión por la música y las ganas con las que uno mismo puede luchar por sus sueños.
Ojalá el próximo año podamos vernos y disfrutar de la música en vivo. Gracias por la gran experiencia que hemos vivido. Os dejamos a continuación, dos enlaces para que podáis ver lo bien que se lo pasaron los alumnos en clase y lo que disfrutaron con las actividades.
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