COMPOSITORAS A ESCENA. Concierto con obras de mujeres compositoras en el Auditorio del Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia

Por Aitor Lozano Sánchez

El pasado martes 7 de febrero, todo el alumnado del CSMV tuvimos la oportunidad de asistir a un concierto integrado únicamente por obras compuestas por compositoras. Organizado por la Comisión de Igualdad, supuso una oportunidad muy buena para disfrutar de música compuesta únicamente por mujeres, cosa que, por desgracia, todavía no es usual escuchar en las programaciones de las grandes salas de conciertos.

El concierto buscaba la divulgación de composiciones escritas por mujeres, pero la finalidad última es el deseo de una programación normal de compositoras en los ciclos de conciertos de los auditorios. Respecto a las compositoras, se sucedieron obras desde Matilde Salvador, pasando por Clara Wieck-Schumann, Grazyna Bacewicz o Mercedes Rossy. Algunas, como Clara Wieck- Schumann, nacidas en el siglo XIX, pero también compositoras de música contemporánea nacidas en el siglo XX, como Carla Bley que, nacida en 1936, es la única de las compositoras que todavía viven.

Pau García al piano y Mireia Berenguer Escrivà al violín

Pasando a analizar en profundidad el programa interpretado, la primera obra “Voces de otra orilla” de Matilde Salvador (compositora y pintora nacida en Castellón de la Plana en 1918), fue interpretada por Teresa Bellido como cantante y Pau García como pianista. Cabe destacar que esta obra contiene los textos del poeta valenciano Bernat Artola, incluidos en “Homenaje a la poesía femenina de América”.

Continuando con las obras para piano solo interpretadas por Pau García, fueron el “Preludio en Do sostenido menor, op. 73 de Mana Zucca, compositora, cantante y pianista americana, muy importante en la producción musical del siglo XX, llegando a cosechar más de 400 obras para orquesta, ópera y piano. También pudimos escuchar el “Vals-Fantasía La Fausse Note” de Teresa Carreño, pianista, cantante y compositora nacida en Venezuela, considerada como la principal pianista de Latinoamérica en los siglos XIX y XX, así como una de las compositoras más importantes.

El programa continuó con la Romanza op. 22 nº 1 de Clara Wieck-Schumann, considerada como una de las grandes concertistas del siglo XIX y la encargada de difundir la música de su marido, Robert Schumann. Sin embargo, como compositora su legado estuvo en un estado casi de latencia hasta finales del siglo XX, cuando comenzó a despertar interés entre los investigadores e intérpretes. La siguiente obra fue una composición para violín y piano, interpretada por Pau García al piano y Mireia Berenguer Escrivà al violín. Se trató de una pieza de la compositora francesa Mélanie Bonis, que cosechó múltiples géneros.

Siguiendo con el programa, la siguiente obra, Ich stand in dunkle, op. 13 nº 1 de la compositora alemana Clara Schumann y se trató de un cuarteto interpretado por Maia Juan Martí, Alba Velert Naranjo, Carmen Lázaro y Ángela Sánchez Lindo. En este caso, la pieza ha estado arreglada por Agnés Blin para ser cantada por un cuarteto de sopranos y mezzos con el acompañamiento de Alba Añó Villar al piano.

Quinteto de viento interpretando la pieza de Grazyna Bacewicz

A continuación, un quinteto de viento, compuesto por Estela Torres Sanz, Isabel Catalá Arbona, Alba Francés Martínez, Alberto López Bernal y Nuria López Escribano, interpretaron una obra de Grazyna Bacewicz, compositora, pianista y violinista polaca.

Finalmente, el grupo de Jazz compuesto por Jeff Jerolamon, Oscar Cuchillo, Kontxi Lorente, Voro García, Paco Soler y Jesús Santandreu interpretaron una serie de obras de jazz de compositoras como la norteamericana Carla Bley, de quien interpretaron Lawns, de la barcelonense Mercedes Rossy de quien interpretaron “The Newcomer” y “Waters tones”, y finalmente de la también estadounidense Ann Ronell, su “Willow Weep for me”.

Integrantes del grupo de jazz

Este ciclo de conciertos, se desarrolló en dos sesiones y aquí hemos dado cuenta de una de ellas. Fue una gran oportunidad de escuchar música compuesta enteramente por mujeres, una experiencia muy enriquecedora para todos los espectadores que puso de manifiesto la necesidad de incluir más mujeres compositoras en los programas de las salas de concierto profesionales, para acabar de una vez por todas con la discriminación que la mujer, en todos los ámbitos, pero más concretamente en el ámbito musical.

 

 

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