Por David Heredia García
Este martes 13 de Febrero ha visitado el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia el compositor Juan José Colomer (1966), natural de Alzira y residente en Los Ángeles (CA). Su visita al país se debe, entre otros motivos, al estreno de su ópera “El Pintor” en el Teatro Real de Madrid, basada en el célebre pintor Pablo Picasso. La ópera se representó los pasados 8, 10 y 11 de Febrero.
http://www.teatro-real.com/es/temporada-17-18/opera/el-pintor/
La charla-debate ha tenido lugar en el aula 109, con una gran afluencia de público. Arrancaba con una rápida introducción por parte de la catedrática de canto, Gloria Fabuel. Después ha llegado el turno de Colomer, quien ha comenzado su presentación con una breve explicación de su trayectoria profesional.
Nos fue contando que, tras realizar sus estudios de composición en el Conservatorio Superior de Música de Valencia “Joaquín Rodrigo”, pronto se marchó al otro lado del charco, a Boston, para estudiar en el pretigioso Berklee College of Music. Desde siempre había sentido interés por este sector y, tras su paso por la academia, pronto comenzó a trabajar en el mundo de las producciones audiovisuales. Haciendo bandas sonoras se ganó la vida, hasta su último trabajo hace unos 14 años.
Colomer, nos confesó que, en sus propias palabras, se “desencantó” de trabajar para el mundo del cine. Principalmente por la monotonía del trabajo artesanal que suponía componer el material sonoro y el excesivo requerimiento de la producción y la parte más informática de la elaboración de la música. Incluso, cuando un alumno del centro le ha preguntó por si recomendaba alguna película en la que hubiese colaborado, contestaba, entre risas: “ninguna”; aunque sí nos ha dado un título, “Un día sin mexicanos” (2004), dirigida por Sergio Arau.
La monotonía y la poca libertad artística de su trabajo le llevó a dedicarse al mundo clásico. Este proceso le resultó costoso, ya que tenía que desligarse de todas aquellas técnicas y recursos que había estado utilizando durante años en las bandas sonoras. Debía, como él lo ha definido, “reinventarse” y buscar un lenguaje y estilo propios.
Entre las vivencias personales y las reflexiones, Colomer lamentaba en cierta manera, no haber conseguido establecer más relaciones en el círculo académico. Relaciones que abren muchas puertas y dan oportunidades a la figura del compositor. Además, destacó una actitud que probablemente sea común en todos los compositores, y es esa sensación de que el resultado de una obra propia nunca cumple las expectativas que el creador concibe de antemano.
Esta sombra que persigue al creador requiere un proceso de reconciliación con uno mismo. Así lo relataba humildemente Colomer en su charla, en la que se ha mostrado cercano y directo con sus respuestas y vivencias.
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