Por Sofia Escorihuela Moltó
NÚRIA TAMARIT ALCACER. Flauta.
Nace en Albuixech (València), en 2001. Inicia sus estudios musicales en el Centre Instructiu Musical “Eslava” (Albuixech).
Realiza el grado profesional en el Conservatorio Profesional de Música nº 2 de València con José Mª Sáez, obteniendo el Premio Extraordinario de Enseñanzas Profesionales de Música. Posteriormente, realiza el grado superior en el Conservatori Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de València con Mª Dolores Tomás, donde recientemente ha sido galardonada con el Premio Extraordinario final de Título.
Ha participado como alumna activa en diferentes cursos de perfeccionamiento impartidos por reconocidos intérpretes como Silvia Careddu, Júlia Gállego, Paco Varoch o Magdalena Martínez, entre otros. Ha formado parte de varios proyectos profesionales, como la grabación de la banda sonora de películas y series españolas conocidas como La vida padre, Llenos de gracia y Los Farad, así como en el Ensemble Moonwinds. Además, ha colaborado con la Orquesta de València y ha participado como flauta solista en l’Orquestra Simfònica de Castelló. Ha sido miembro de distintas orquestas jóvenes, como l’Orquestra Filharmònica de la Universitat de València (OFUV) i la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana (JOGV).
Actualmente, realiza el máster en Interpretació de la Música Clàssica i Contemporània en el Conservatori del Liceu (Barcelona) con Júlia Gállego.
¿Qué haces actualmente? (A nivel de estudios, trabajo, etc.)
Actualmente vivo en Barcelona, donde estudio el máster en Interpretació de la Música Clàssica y Contemporània en el Conservatori del Liceu con la profesora Júlia Gàllego. El año que hice 4º no sabía dónde quería estudiar ni con quién, por lo que resultó difícil planificar mi futuro. Afortunadamente, recordé que había conocido a Júlia en un curso de verano y me gustó mucho como daba las clases, además de que tenía muy buenas referencias de ella. Estoy muy contenta con mi decisión.
Está siendo un curso de muchos cambios, puesto que es la primera vez que vivo fuera de mi pueblo, en un piso compartido y en una ciudad tan grande y tan bonita como es Barcelona. Todo es nuevo, y toca aprender (y reaprender) muchas cosas; es como si volviera al primer curso de grado superior. Aun así, me siento muy agradecida y afortunada; estoy muy a gusto con mis compañeros de piso, mi nueva profesora y los nuevos amigos que estoy haciendo. La experiencia de vivir fuera de casa, es muy enriquecedora.
¿Qué ha sido lo mejor para ti de la etapa en el CSMV? ¿Qué consejo darías a los alumnos que todavía se encuentran cursando el Grado?
Me quedo con los momentos en la cafetería comentando con los compañeros cómo habían ido nuestras clases entre risas, así como el compañerismo y la complicidad entre los alumnos de flauta y el haber conseguido reafirmar mi deseo de dedicarme a la música.
A los alumnos que todavía están cursando el Grado les diría que aprovechen estos cuatro años para retener todos los conocimientos musicales que puedan, que mantengan las amistades que han hecho en el Conservatorio y que disfruten del proceso de aprendizaje. En el caso de la especialidad de Interpretación, este proceso es muy lento y frustrante, por lo tanto, tienen que tener paciencia. También comentar que el “factor suerte” de cara a unas pruebas de acceso de cualquier tipo existe, pero esta suerte −en el supuesto de que se produzca− solo es posible si hay un esfuerzo constante detrás. Si el trabajo es bueno y la ilusión está, me quedo con la frase: «todo llegará».
Por último, añadir que si en cualquier momento algún elemento de su entorno no funciona (el/la profesor/a de instrumento no les gusta, la carrera no es lo que pensaban, etc.), que no tengan miedo al cambio. Muchas veces estamos tan enfocados en un solo objetivo que nos cuesta abandonar todo el esfuerzo, tiempo y dinero que hemos invertido en esta carrera. Tenemos que abrir la mente y ser coherentes con nosotros mismos, mirar por nuestro bienestar y confiar en nuestras decisiones. Lo más importante es encontrar un lugar donde se nos permita ser nosotros mismos, disfrutar y poder aportar todo aquello que creemos que somos capaces de ofrecer.
Se dice que en el mundo de la música hay mucha competitividad. ¿Crees que es así?
Totalmente. En los últimos años ha habido un incremento considerable del número de músicos que se disputan una plaza en un conservatorio o en una orquesta, y el nivel es cada vez más elevado.
En cuanto a la competitividad entre músicos, hay de todo. Siempre habrá personas que no estarán de acuerdo con nosotros o no nos desearán lo mejor, pero también nos encontraremos con muy buenos compañeros que nos ayudarán a crecer.
Es por eso que tenemos que tener claro cuál es nuestro círculo de confianza y recurrir a él cuando lo necesitamos. Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es la comparación con otros; tenemos que tratar de no sentirnos inferiores respecto a otros músicos y confiar en nuestro trabajo, nuestro ritmo de crecimiento y nuestras decisiones.
MARCOS VILLALOBOS ORTIZ. Flauta.
Marcos Villalobos Ortiz nace en La Pobla de Vallbona (València) en el año 2000. En 2013, comienza su formación como flautista en el Conservatori Professional de Música de Torrent con el profesor Miguel Llopis, obteniendo el Premio Profesional de la Comunidad Valenciana en la especialidad viento madera. Continúa sus estudios en el Conservatorio Superior de Música Joaquin Rodrigo de València con la profesora Mª Dolores Tomás, obteniendo las más altas calificaciones y complementa su formación musical en Europa en el Joseph Haydn Konservatorium de Eisenstadt (Austria), con la profesora Gisela Mashayekhi-Beer.
Perfecciona sus estudios de flauta travesera con profesores de la talla de Paolo Taballione, Mario Caroli, Juliette Hurel, Christina Fassbender, Magdalena Martínez, Salvador Martínez, Francisco López, Eugenia Moliner, Juana Guillem, Pilar Constancio, Juanjo Hernández o Antonio Nuez.
A partir del año 2020 fue admitido como miembro titular de la Joven Orquesta y Coro de Madrid (JORCAM), y participa en diferentes orquestas juveniles y profesionales. Ha sido miembro titular de orquestas jóvenes nacionales como la Orquesta de la FSMCV o la Jove Orquestra de les Comarques Gironines (JOCG) y a nivel internacional también ha sido componente de la Malta Youth Orchestra y la Orquesta del Joseph Haydn Konservatorium. Ha realizado notables colaboraciones con orquestas profesionales como la Orquesta Sinfónica de Madrid o la International Semmelweis Orchestra de Budapest, tocando en salas como el Auditorio Nacional de Música de Madrid, Palau de les Arts de València, Smetana Hall (Praga), Juliusz Slowacki Theatre (Cracovia) o Kultúrny Dom (Eslovaquia), bajo la batuta de maestros como Ivor Bolton, Pablo González, Gergely Dubóczky, Cristobal Soler o Isabel Rubio.
Ha sido miembro de la Filarmonía Academy Orchestra así como alumno activo en la International Music Academy & Festival of Solsona (AIMS). Ha sido galardonado con becas de prestigio por parte de la Fundación AIMS y Brannen Brother Flutes.
Ha obtenido el premio Jóvenes Talentos de Bankia tanto en su 1ª como en su 2ª edición y en 2022 gana el Tercer premio en la categoría de Grado Superior en el concurso nacional Intercentros Melómano. Además ha sido finalista en el concurso internacional London Classical Music Competition 2022.
Actualmente ha sido aceptado en la Universidad de Artes de Berlín (UdK) para continuar sus estudios de máster con la profesora Christina Fassbender.
¿Qué haces actualmente? (A nivel de estudios, trabajo, etc.)
Actualmente estoy estudiando el Máster de músico de orquesta en la Universidad de Artes de Berlín (UdK).
¿Qué ha sido lo mejor para ti de la etapa en el CSMV? ¿Qué consejo darías a los alumnos que todavía se encuentran cursando el Grado?
Lo mejor para mí han sido las amistades que me llevo de estos cuatro años, todo lo que he aprendido como flautista y la gran cantidad de profesores de gran nivel que me han acompañado durante toda la carrera.
Si tuviera que dar un consejo a mis compañeros, este sería que disfruten del tiempo que van a estar estudiando, que intentan centrarse mucho en el estudio de su instrumento y que cualquier oportunidad/audición/concurso que salga, que la aprovechen.
Se dice que en el mundo de la música hay mucha competitividad. ¿Crees que es así?
Por desgracia el mundo de las artes es en general muy competitivo, todos quieren tener el mismo puesto de trabajo y mucha gente hará lo que sea para conseguirlo. Por suerte, he trabajado con gente con la que he tenido muy buen rollo, y con la que para nada he sentido que estaba compitiendo. Creo que la música está para disfrutarla, sentirla y compartirla, no para hacer de ella un mundo tóxico.
NADAL FENOLLAR PÉREZ. Clarinete.
Nadal Francesc Fenollar Pérez nace en Valencia. Comienza con el clarinete de la mano de su padre Juan Antonio Fenollar Sala, actual concertino de la Banda Sinfónica Municipal de Valencia. Cursa las enseñanzas de Grado Elemental y Profesional en las especialidades de Clarinete y Piano en la Sociedad Musical Instructiva Santa Cecilia de Cullera con los profesores Juan José Ortiz Font (clarinete) y Pedro Grau (piano), finalizando con las más altas calificaciones y el premio extraordinario de Grado Profesional de clarinete. Ha cursado durante tres años el Grado Superior de Música en la Universidad de Música y Arte de Graz (Austria) en la especialidad de clarinete con el profesor Bertram Egger. Ha finalizado el Grado Superior en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia con el profesor Emilio Ferrando, obteniendo el premio extraordinario final de título en la especialidad de interpretación.
Actualmente cursa el Máster en Interpretación Musical e Investigación Performativa en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia junto al catedrático Pepe Cerveró.
Es solista de la Banda y Orquesta Sinfónica de la Sociedad Musical Instructiva Santa Cecilia de Cullera, miembro de la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) y clarinete solista de la Joven Orquesta Sinfónica de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana. También ha sido clarinete titular solista de la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia (OFUV) y de la orquesta de la Universidad de Graz.
Ha realizado cursos y masterclass con diferentes clarinetistas como Wenzel Fuchs (solista de la Filarmónica de Berlín), Mate Bekavac (solista internacional), José Franch Ballester (solista internacional), Javier Martínez (solista de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española), entre otros. Ha obtenido el Primer premio en el I y II Concurso Nacional de Clarinete Llíria, Ciutat Creativa, modalidad Superior.
¿Qué haces actualmente? (A nivel de estudios, trabajo, etc.)
Actualmente estudio el primer curso de Máster en interpretación musical e investigación performativa en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de València con el profesor Pepe Cerveró. Compagino los estudios del máster preparando oposiciones a Bandas Municipales y Orquestas profesionales.
¿Qué ha sido lo mejor para ti de la etapa en el CSMV? ¿Qué consejo darías a los alumnos que todavía se encuentran cursando el Grado?
Todas las experiencias de estos cuatro años han sido positivas; todas han ayudado a mi formación. Sin duda me quedaría con las amistades que he hecho durante toda mi carrera, tanto alumnos como profesores. Un momento que no olvidaré fue el recital final de carrera, no solo por ser un repertorio exigente, sino que durante el recital recordé todos los momentos que había pasado para llegar a ese momento, por lo que fue muy emocionante.
Un consejo que podría darle a los alumnos que se encuentran cursando el grado, es que trabajen intensamente para formarse, pero al mismo tiempo que disfruten de los pequeños momentos tan bonitos que da esta profesión.
Se dice que en el mundo de la música hay mucha competitividad. ¿Crees que es así?
Sin duda, hoy en día la gente está muy preparada, cada vez hay más músicos y muy buenos. Además, en concursos, pruebas a orquestas o audiciones, siempre hay un punto de competitividad, pero creo que es la esencia de esta profesión. El querer mejorar cada día, ser mejor que otros, considero que como motivación es fantástico para que el nivel sea todavía más alto.
ALEJANDRA GUILLEM ORTIZ. Oboe.
Empecé con la música a los 8 años en mi banda, la Unión Musical de Catarroja. El primer instrumento que escogí fue el clarinete, pero no me gustó y probé con el oboe sin saber exactamente qué era, con la profesora Mireia Ricart. Después cursé el grado profesional de música en el Conservatorio de Catarroja con Javier Guna y el grado superior en el Conservatori Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de València con los profesores Vicent Llimerà y Rafa Cuellar. Actualmente curso el máster de interpretación e investigación en la Esmar, con Dani Fuster.
Desde que acabé el grado profesional empecé a compaginar mis estudios con la docencia como profesora de oboe, lenguaje musical, jardín musical y ahora también como profesora de música de cámara, además de otros trabajos como camarera o monitora en las vacaciones.
Soy integrante de la Orquesta Filharmònica de la Universitat de València y he participado en diferentes encuentros de la banda y la orquesta de la FSMCV. Además, he participado en cursos y masterclass con diferentes profesores, como Stefan Schilli, Washington Barella, Cristina Gómez, Nick Deuscht, Víctor Ánchel, Francisco Salanova, Aitor Llimerá, Jesús Fuster o Ramón Ortega, entre otros.
¿Qué haces actualmente? (A nivel de estudios, trabajo, etc.)
Actualmente curso el máster de interpretación e investigación en la Esmar, con el profesor Dani Fuster. También estoy trabajando en diferentes escuelas de música como profesora de lenguaje musical y oboe, así como en un centro autorizado como profesora de oboe y de música de cámara.
¿Qué ha sido lo mejor para ti de la etapa en el CSMV? ¿Qué consejo darías a los alumnos que todavía se encuentran cursando el Grado?
Para mí lo mejor ha sido poder compartirlo con gente muy especial, tanto compañeros como profesores, puesto que pienso que me han aportado mucho académica y personalmente. A los compañeros que cursan el grado les recomendaría que aprovechen al máximo esta etapa porque es la mejor; que estudien muchísimo para poder sentirse unos grandes profesionales al salir al mundo laboral y que confíen en el proceso. Pero también que aprovechan los momentos en la cafetería, las cenas y las fiestas y que aprovechen todo lo que los compañeros y amigos les pueden aportar en estos momentos fuera del centro.
Se dice que en el mundo de la música hay mucha competitividad. ¿Crees que es así?
Pienso que hay competitividad y, desde mi punto de vista, no está mal. Considero que lo erróneo es cómo la enfocamos. Pienso que la competitividad debería estar en uno mismo y no con nuestros amigos y compañeros. Está claro que al final todos «luchamos» por un mismo objetivo, pero el hecho de no conseguirlo en un determinado momento solo debe implicar que ahondemos en qué tenemos que mejorar, en lugar de ofuscarse y desprestigiar el trabajo de otras personas.
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