El arte la guitarra al servicio del flamenco
PorAmparo de Diego Andújar
El Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo”, en colaboración con la Fundación Alhambra Guitarras, celebró un encuentro protagonizado por la guitarra, como máximo exponente musical. El motivo fue la celebración del 11º Concurso Internacional de Guitarra Alhambra Junior 2024 junto con el programa de actividades que se programaron en el Auditorio y en las aulas del Conservatorio Superior de Valencia “Joaquín Rodrigo”.
Una de las actividades paralelas programadas más esperadas, y que tuvieron una gran acogida por parte del público asistente, de todas las edades y muy familiar, fue el taller de guitarra flamenca que protagonizaron Juan Grecos y Julia Grecos, donde baile y guitarra se fundieron en el arte flamenco, reconocido a nivel mundial. Este taller estaba abierto al alumnado de conservatorios, concursantes de CIGAJ y guitarristas, en general. No faltaron a la cita. Catorce guitarras acompañaron los toques que Juan Grecos iba enseñando y repitiendo con la profesionalidad y maestría, propia de un gran profesional.
Juan Grecos es el presidente de la Asociación de Amigos de la Guitarra de Valencia. Imparte conferencias en España y en el extranjero, desde hace muchos años. No es la primera vez que visita el Conservatorio Superior de Música de Valencia “Joaquín Rodrigo”, pues impartió una conferencia sobre las cuerdas y el cuidado de las uñas hace unos años. Como guitarrista, ha acompañado a cantaores y bailaores de relevancia como Jacinto Almadén y Antonio y Rosario.
Técnica, experiencia y buen hacer, se unieron en la clase magistral que impartió el guitarrista flamenco, Juan Grecos, junto a la bailarina, coreógrafa y profesora, Julia Grecos.
El taller aunó explicaciones teóricas abordando temas referentes a las características peculiares del instrumento y el empleo de la cejilla y técnicas de interpretación donde se desarrolló el ritmo de palos flamencos y la práctica instrumental de la soleá y la farruca, principalmente.
El tándem artístico, Julia y Juan, se hicieron inseparables en las explicaciones, a las que Juan Grecos calificó como “pequeña iniciación”. Julia Grecos realizó numerosas intervenciones que ilustraban con sus zapatos de tacón, las explicaciones acompañadas de la guitarra.
Comenzó el taller con una invitación a las palmas, que ejecutó y dirigió Julia Grecos a todos los asistentes, en una participación colectiva que rompió el hielo. Acompañando una soleá, enseñó que las palmas se tocan “con tres dedos buscando el hueco en la mano sobre la que se percute”.
Sin más preámbulo, Juan pidió a los asistentes que sacaran las guitarras y juntos comenzaron a sonar los acordes de la soleá, siempre guiados por el maestro en la ejecución y en el número de repeticiones. Insistió en mostrar que “no sólo son acordes”, demostrando su buen hacer tocando al máximo nivel interpretativo.
El público asistente no dudó en mostrar su curiosidad al ver la gran conexión que tenían la bailaora y el guitarrista. El guitarrista flamenco refirió que, el código de unión entre ambos, consistía en compartir una comunicación, dando señales de correcto, cuando seguir, cuando terminar, etc. siendo un código “vivenciado”, en el que el guitarrista está atento a cada paso o a cada gesto, mientras introduce una gran variedad de acordes, con gran libertad. El guitarrista es desconocedor de los pasos que se van hacer porque éstos pueden ser, en muchas ocasiones, decididos en el propio momento de realizarse.
Entre acordes, armónicos y sonidos, se introdujeron temas musicales, de interés para todo el auditorio, como es la improvisación. A modo de resumen, Juan Grecos, calificó la improvisación de ser fruto del estudio y del enorme bagaje musical y artístico. En este sentido, hizo una comparación con el “jazz español”, cuando refirió que “el flamenco, se improvisa”.
Entre repetición y repetición musical, hizo un paréntesis para explicar las diferencias entre la guitarra clásica y la guitarra flamenca, en cuanto a los materiales. Su guitarra, a la que abraza y forma parte de él mismo, es de palosanto y cedro. Las cuerdas son una parte decisiva de él, puesto que son personalizadas, de la gama Dynamic Silver, lo que añade más plata en la cuerda proporcionándole un sonido más abierto. En este sentido, se crea la tensión tonal, que consiste en la tensión de la nota (tonal) con la cuerda (física).
Al finalizar, los asistentes, que participaron con sus guitarras, preguntaron sus inquietudes que fueron resueltas con precisión por el maestro de la guitarra. De esta manera, explicó que cuando se interpretan los palos flamencos, como la soleá, la estructura puede variar sobre una base que es “canto-escobilla-acelerando-llamada”, utilizando la expresión “es un lenguaje basado en la experiencia. Si hay experiencia, se modifican las estructuras”.
El taller no estuvo exento de ironía y complicidad, como cuando Julia Grecos advirtió que “la que mandaba, sobre la música, era ella”, a lo que Juan Grecos exclamó con una sonrisa: ¡Ya estamos!
Los guitarristas, a los que Juan Grecos se dirigió, animó y ayudó, en todo momento, mostraron su interés por saber el número de ensayos que se requerían para llegar a poder dominar el arte y la escena. La respuesta fue contundente cuando dijo que “ellos ensayaban cinco minutos antes de las actuaciones. Sinceramente, en el pasillo”. El público asistente sonrió y admiró la profesionalidad, mientras el maestro comentó que era “curioso”.
La despedida fue muy emotiva, calificando Juan Grecos la masterclass como “flamenco expres”, demostrando de nuevo la dificultad en el saber hacer que tiene el flamenco.
Rubén Parejo,Catedrático de guitarra del CSMV “Joaquín Rodrigo”, despidió el acto agradeciendo a Juan Grecos y Julia Grecos, el haber compartido sus conocimientos, y despidió el acto con una frase que expresaba la magnitud del flamenco y de la música, en general: “Cuanto más convencidos estemos, estaremos más concienciados”.
Como no podía ser de otra manera, todo el auditorio sintió la dedicación y la pasión que Julia y Juan profesan a este precioso arte, que es el flamenco. La masterclass terminó como empezó. En esta ocasión las palmas fueron muy sonoras.
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