por Víctor Trescolí Sanz
El análisis de la Música Callada de Mompou revela una profunda conexión entre la inspiración religiosa y espiritual y las raíces populares catalanas y españolas, creando una obra de gran sutileza y riqueza expresiva. Influenciado por el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, Mompou explora la paradoja del sonido a través del silencio, lo que le permite generar una música que fluye entre el espacio sonoro y el silencio, creando una atmósfera única y mística. Esta es una constante que se refleja en los cuatro libros de la obra, siendo el primero de 1959 uno de los más destacados.
Influencias y Estética
Mompou consideró estos cuatro libros de Música Callada como la culminación de su búsqueda estética. El título mismo sugiere esta idea de «silencio sonoro» o música que fluye de manera casi introspectiva, algo que se conecta directamente con la espiritualidad contemplativa de San Juan de la Cruz. Al igual que en los escritos místicos, el silencio tiene aquí una cualidad reveladora, donde cada pausa entre los sonidos se siente cargada de significado. Mompou, en este sentido, buscaba que la música se viviera como un espacio de resonancia emocional, más que como una estructura formal.
El «Sentimiento» según Mompou
Un aspecto central de la interpretación de esta obra es el tratamiento del «Sentimiento». Mompou clasifica el sentimiento en dos grandes categorías: Sentimiento de Pasión y Sentimiento de Pureza, que corresponden a dos estados emocionales. El primero es un momento fugaz de dolor intenso, casi un grito o lamento breve pero desgarrador. El segundo, más recurrente en Música Callada, es un sentimiento más suave y melancólico, un largo momento de tristeza y reflexión. Este sentimiento de pureza está vinculado con la intención meditativa de la obra. Mompou refleja esta dualidad en su tratamiento de la música, utilizando dinámicas extremadamente sutiles como el piano y el forte, que en su obra no representan contrastes abruptos, sino intensidades emocionales. Es interesante cómo el autor enfatiza la necesidad de tocar incluso las dinámicas más suaves con «intensidad», lo que sugiere que para Mompou, el verdadero valor está en la concentración emocional, más que en el volumen sonoro.
La Importancia del Legato
El uso del legato en Música Callada también es crucial para captar la esencia de la obra. Mompou veía el legato no solo como una técnica para unir notas, sino como una metáfora de la respiración y el suspiro humano. Este legato no debe entenderse como una mera conexión mecánica entre notas, sino como pausas controladas, pequeños respiros que permiten que las notas vivan y mueran con una intención. Esto está directamente relacionado con la idea de que el sonido se transforma en resonancia, una característica central de la estética de Mompou, influenciada en gran medida por sus primeros días afinando campanas. El legato, en este sentido, es casi un «no legato» en algunas de las piezas, porque las notas ya están conectadas emocionalmente por la línea melódica. En vez de unirlas, el intérprete debe permitir que respiren, dando lugar a pequeños espacios de silencio que resaltan la importancia de cada nota, como si cada una de ellas fuera un momento de reflexión. Esto se relaciona con su visión de la resonancia: no es tanto la nota en sí lo que importa, sino cómo su resonancia se funde con el silencio que la sigue.
La Influencia del «Cante Hondo» y el Parlando
El carácter español de esta obra se manifiesta en la influencia del cante hondo, una forma de canto profundamente emocional de la música flamenca. Para Mompou, el cante hondo y el parlando se entrelazan, ya que la melodía debe ser cantada y hablada a la vez. Esto se refleja en su música a través del uso de melodías ornamentadas, repetitivas, que recuerdan la cadencia del cante hondo. La forma en que Mompou combina estas influencias populares con una atmósfera contemplativa eleva su música a una dimensión más universal y abstracta.La idea del parlando es especialmente reveladora en la interpretación de la obra. El parlando implica una declamación musical que no es estrictamente rítmica, sino más flexible y expresiva, como si las notas «hablaran» en vez de solo sonar. Esto da a la música de Mompou un carácter lírico y narrativo, aunque sea extremadamente sutil y abstracta.
Resonancias y el Sonido de las Campanas
Una de las claves interpretativas más importantes para entender Música Callada es el concepto de resonancia, que Mompou desarrolló a lo largo de toda su carrera, influenciado por su experiencia afinando campanas. En este sentido, el sonido en su música no termina cuando se apaga la nota, sino que continúa en la resonancia, que es casi tan importante como la nota misma. Esta idea de resonancia es omnipresente en la obra y el intérprete debe estar consciente de ello en todo momento. El uso de las campanas como metáfora del sonido también conecta su música con una dimensión trascendente. Las campanas, al igual que el sonido de la música de Mompou, tienen una resonancia que trasciende el momento, evocando una sensación de tiempo suspendido, algo que se relaciona con el misticismo que inspira la obra.
Espacios Vacíos y la Importancia del Silencio
El silencio en Música Callada tiene una función estructural y espiritual. Al igual que en la poesía mística, donde el vacío es tan importante como la palabra, en la obra de Mompou los espacios entre los sonidos son fundamentales para la experiencia estética. El silencio se convierte en un vehículo para el significado emocional, y cada pausa entre las notas se siente cargada de sentido. Las resonancias entre los sonidos generan un eco que llega «tarde» al oído del oyente, y esto es algo que el intérprete debe buscar conscientemente. Esto da lugar a una atmósfera etérea y casi mística, donde el sonido parece venir de lejos, como si estuviera llegando desde otro plano de existencia.
Cuaderno I (1959)
I
La primera pieza del Primer Cuaderno de Música Callada de Mompou es un claro ejemplo del minimalismo sonoro y espiritual que caracteriza a toda la colección. Aquí, la música se aparta del concepto tradicional de ritmo marcado por un compás, llevando al intérprete a un espacio de libertad interpretativa, donde la ausencia de compás refleja una profunda introspección.
Aspectos interpretativos:
- Indicaciones dinámicas y de carácter: La indicación piano (p) en Mompou no solo sugiere una dinámica suave, sino que invita al pianista a buscar una sonoridad muy especial. Como él mismo menciona en sus escritos, el sonido en piano debe ser “intenso” aunque sea suave, con una resonancia particular. El intérprete debe buscar una profundidad sonora que no se limite al volumen bajo, sino que resuene como si viniera de lejos, algo que Mompou describe como «lontananza» o distancia. La indicación angelico ayuda a definir la atmósfera etérea que debe crearse. La melodía parece flotar, con una suavidad casi espiritual. Aquí, el «angelico» funciona como una guía para que el pianista evite cualquier tipo de exageración emocional o dramatismo en el fraseo, permitiendo que el sonido sea puro y sencillo.
- Cante hondo y parlando:
Mompou recurre al concepto de cante hondo para esta pieza, una forma de
canto profundo y primitivo, que refleja emociones intensas pero
contenidas. Esta indicación no solo es importante en términos sonoros,
sino también en la articulación. La música no debe simplemente tocarse,
sino «cantarse» y «hablarse» al mismo tiempo, lo que
se relaciona con el término parlando. En esta pieza, la repetición
constante de ciertas notas, como la «nota pedal» (el uso
repetido de una nota en el bajo o una misma nota), es clave para lograr
ese efecto de parlando, donde la música fluye con la libertad y el ritmo
del habla.
Al interpretar esta pieza, el pianista debe abordar la melodía como si estuviera contando una historia, permitiendo que la música respire y frasee de manera natural. Las pequeñas pausas, que Mompou menciona como parte del legato, son momentos de respiración que ayudan a articular la música de una forma que imita el cante hondo, manteniendo un flujo continuo pero sin rigidez. - Legato y pedal: Mompou es muy claro en su enfoque hacia el legato. Aunque la indicación pueda sugerir un encadenamiento de notas, en este contexto, el legato no debe ser unificado en el sentido estricto. Mompou habla de un “non legato” dentro del legato, donde las notas están separadas por pequeñas pausas que representan el suspiro o la respiración, elementos esenciales en el parlando. Este enfoque crea una sensación de flujo natural sin que las notas se fundan por completo. El uso del pedal, por tanto, debe ser extremadamente cuidadoso. Mompou sugiere que el uso del pedal puede ser innecesario si el pianista logra hacer que todas las disonancias y cambios armónicos sean audibles sin perder claridad. El pedal debe emplearse solo para realzar la resonancia, no para cubrir las sutilezas armónicas de la obra.
- Resonancias: Uno de los elementos más característicos de la obra de Mompou, especialmente en sus primeros trabajos, es la búsqueda de resonancias que imitan el sonido de las campanas. Esto proviene de su experiencia temprana trabajando en una fundición de campanas, lo que influyó profundamente en su enfoque hacia el sonido. En esta pieza, Mompou pide explícitamente que se permita que los acordes y notas resuenen, creando un espacio sonoro lleno de ecos y reverberaciones. La indicación de resonancia al final de la pieza y en ciertos acordes de la mano izquierda refuerza la importancia de dejar que el sonido perdure y llene el espacio. El intérprete debe evitar un sonido abrupto o seco; en cambio, debe permitir que cada acorde siga vibrando después de ser tocado, como una campana que continúa sonando tras ser golpeada.
II
La segunda pieza del Primer Cuaderno de Música Callada de Mompou continúa el enfoque meditativo y espiritual de la obra, pero con una atmósfera aún más íntima y reflexiva. Aquí, el uso de la resonancia y el legato juegan un papel esencial para crear una sensación de profundidad y memoria. Se podría decir que esta pieza refleja tanto el silencio interior como el eco de emociones pasadas, alineándose con la idea de una «memoria sufriente» que Mompou pudo haber extraído de la poesía de Paul Valéry.
Aspectos interpretativos:
- Inspiración literaria: La posible influencia de los poemas de Valéry, en particular el verso “Porque he vivido para esperarte y mi corazón sólo eran tus pasos”, sugiere una conexión entre la música y la poesía en cuanto a su capacidad de transmitir sufrimiento a través de una quietud subyacente. El ritmo de la pieza, con sus suaves ondulaciones, podría representar estos pasos, un caminar lento y cargado de emoción. Mompou hace uso de ritmos punteados, pero en lugar de aplicarlos como lo haría un compositor como Soler en una danza, aquí los suaviza para crear una atmósfera más introspectiva.
- División estructural y
contraste: La pieza puede dividirse en tres
partes (a, b, a1), cada una con un carácter ligeramente distinto. La
primera sección (compases 1-8) presenta el material melódico con un legato
sostenido y un fraseo suave, mientras que la segunda sección (compases
9-16) puede ser interpretada como una repetición más exagerada, con un
poco más de intensidad emocional. La última sección (a1) toma el material
inicial y lo transforma en algo más etéreo y resonante, creando una
sensación de disolución en la atmósfera.
Este contraste entre las secciones sugiere una evolución emocional. El regreso a la primera sección, pero de forma más distante y resonante, refleja la indicación de Mompou de crear una atmósfera de memoria, donde los sonidos del pasado reverberan en la distancia. - Legato expresivo y sufrimiento: El uso del legato es esencial en la interpretación de esta pieza. Como Mompou señala, incluso las voces medias deben tocarse con legato para añadir expresión y un sentido de sufrimiento. En particular, el segundo compás es un buen ejemplo de cómo el pianista debe esforzarse por mantener el legato a pesar de la digitación incómoda, lo que intensifica la sensación de lucha emocional. Este esfuerzo para conectar las notas a pesar de las dificultades técnicas refleja el «sufrimiento» que Mompou quiere que el intérprete exprese.
- Resonancia y
profundidad: La resonancia tiene un papel clave
al final de la pieza, donde los acordes graves recuerdan a las campanas
que Mompou afinaba en su juventud. A diferencia de las explosivas campanas
que podrían aparecer en otros momentos de su música, aquí las campanas
suenan con un tono más profundo y misterioso, acompañado de la indicación
«profond». Esta resonancia crea una atmósfera mágica y lejana,
en la que el sonido parece emerger del silencio para luego desvanecerse
lentamente, llenando el espacio con su eco.
Mompou sugiere que la sonoridad debe tener un «retardo imperceptible», lo que significa que el sonido debe parecer llegar después de que el pianista haya tocado las teclas, como si la música viniera de un lugar distante en el tiempo o el espacio. Esto es especialmente importante en el registro grave, donde las campanas resonantes crean una sensación de profundidad insondable. - Indicaciones dinámicas y uso del pedal: La dinámica en esta pieza va desde el ppp hasta un p apoyado, pero siempre manteniendo una resonancia que no desaparezca por completo. Mompou sugiere un uso largo del pedal, lo que ayuda a crear una atmósfera envolvente donde los sonidos no se apagan abruptamente, sino que permanecen flotando, como recuerdos que nunca se borran del todo. El pedal debe usarse con sensibilidad para asegurar que las resonancias profundas sean claras, pero sin que se conviertan en un ruido descontrolado.
III
La tercera pieza del Primer Cuaderno de Música Callada presenta una interesante fusión de elementos estilísticos que nos conectan tanto con las tradiciones de la danza como con un lenguaje impresionista y personal, característico de Mompou. El enfoque aquí se centra en las resonancias, el carácter de baile sutil y la forma en que Mompou introduce pausas y variaciones a través del uso del ritardando, creando una atmósfera introspectiva que interrumpe la fluidez de la danza.
Aspectos interpretativos:
- Carácter de danza antigua: Esta pieza se describe como cercana a los «estilos de baile de tres metros de antigüedad», una referencia a los antiguos compases ternarios utilizados en danzas tradicionales, lo cual exige una interpretación que mantenga la ligereza y el ritmo fluido de una danza sutil y elegante. La indicación “Placide” (tranquilo, sereno) sugiere un carácter calmo y delicado, lo que requiere del intérprete un enfoque muy controlado del tiempo y la articulación, evitando excesos en el dinamismo. El reto está en capturar este carácter de baile sin convertir la pieza en algo demasiado rítmico o marcado, dado que Mompou se distancia de una forma de danza rígida para crear un ambiente más flotante y lírico, con resonancias que se prolongan y sugieren más que declarar.
- Resonancia en los compases iniciales: Los primeros compases hacen uso de resonancias que se marcan con ligaduras cortas sobre las notas, una técnica que busca extender los sonidos y darles un eco sutil. Esta resonancia, tan característica de Mompou, debe ser delicadamente preservada a lo largo de la pieza mediante un uso cuidadoso del pedal, lo que permitirá que el sonido flote sin convertirse en una masa sonora. Las resonancias en esta pieza se conectan con la experiencia de Mompou afinando campanas, donde la importancia no radica tanto en el ataque de la nota, sino en su resonancia posterior, que se expande y llena el espacio. Esta evocación de campanas se mezcla con el carácter bailable de la música, lo que crea un efecto entre lo antiguo y lo etéreo.
- Ritardando y ruptura
formal: Un elemento clave en la pieza es el
ritardando que aparece después de los dos primeros compases. Esta pausa en
el ritmo actúa como una interrupción o ruptura en la forma de la danza, y
es un sello característico del estilo de Mompou, donde los silencios y los
cambios en el tiempo musical son igual de importantes que las notas
mismas.
El ritardando simboliza el carácter contemplativo de Mompou, que introduce una especie de reflexión o pausa en el flujo de la música, como si el tiempo se suspendiera momentáneamente. Según la interpretación, esta pausa debe ser delicada y gradual, para no romper demasiado la conexión con el pulso inicial, pero lo suficiente como para hacer sentir un cambio sutil en la atmósfera. Además, hay dos tipos de ritardando mencionados en la pieza. El primero es más expresivo, utilizado para crear una pausa temporal; el segundo, definido como «expresión abatida», tiene un carácter más emocional, implicando un declive en la energía o el ánimo, como si la música se fuera desvaneciendo en melancolía. - El contraste entre resonancia y danza: Una de las dificultades interpretativas principales es cómo conectar las dos partes de la pieza: la primera parte más resonante y la segunda con un carácter más claramente bailable. La transición debe realizarse con un ritardando cuidadoso que disminuya el tempo con delicadeza, creando una transición natural sin romper la unidad de la pieza. La segunda parte de la frase adquiere un carácter más rítmico y definido, pero sin perder la sutileza que caracteriza a la obra de Mompou. Aquí, el intérprete debe tratar de evocar la ligereza de una danza antigua, pero con la flexibilidad rítmica que Mompou introduce. La idea no es seguir un compás rígido, sino permitir que la música «baile» con fluidez, mientras mantiene la claridad en la articulación y la suavidad en las dinámicas.
- Curiosidad histórica: Una interesante nota sobre esta pieza es que su melodía fue utilizada como una sintonía de la emisora de radio Cadena SER en España, lo que indica la popularidad y la conexión de esta obra con un público más amplio en su tiempo. Esto también podría haber influido en la simplicidad y el atractivo melódico de la pieza, haciéndola accesible y memorable para los oyentes, sin perder la profundidad y la sofisticación característica de Mompou.
IV
En la cuarta pieza del Primer Cuaderno de Música Callada, Mompou vuelve a evocar el sonido de las campanas, un tema recurrente en su música que refleja tanto su fascinación por las resonancias como su conexión profunda con el sonido espiritual y meditativo. Desde el principio, el uso de grupos de terceras y el cromatismo descendente resalta esta imitación de las campanas, dotando a la pieza de un carácter afligido y melancólico, como lo indica el título «Afflitto e penoso». La progresión cromática refuerza esa sensación de dolor y descenso, como si las campanas anunciaran un lamento.
Aspectos interpretativos:
- Carácter afligido: Los primeros compases (1-7) permiten al intérprete enfatizar el carácter doliente de la pieza. La dirección musical en estos compases es descendente, lo que añade peso emocional a la interpretación, y el uso del cromatismo intensifica la sensación de aflicción. Aquí es fundamental destacar el legato para mantener una continuidad entre las frases y evitar que el cromatismo se sienta fragmentado o interrumpido. A partir del compás 8, la música comienza a tomar una dirección más clara, conduciendo hacia el acorde de Mi menor, que puede ser tratado como un momento clave para enfatizar el cambio emocional. Este acorde, ejecutado con sensibilidad, marca un punto de inflexión en la pieza, donde el carácter se transforma de algo estático y afligido a algo más enérgico y progresivo.
- El aumento del movimiento en «Poco più mosso»: En esta sección, Mompou introduce un cambio en la dirección de la música, aumentando gradualmente el movimiento y la intensidad del sonido. Aquí, el sonido debe sentirse como si fuera tomando vuelo, moviéndose hacia una nueva fase, hasta que de repente la dinámica vuelve a bajar y se introduce el piano, que evoca el eco de las campanas. Este efecto crea una imagen auditiva de las campanas resonando a lo lejos, como si provinieran de un campanario de pueblo, sumergiendo al oyente en una atmósfera introspectiva y contemplativa. El contraste entre el aumento en el movimiento y el posterior eco crea una sensación de espacio y lejanía, como si la música estuviera expandiéndose y luego retirándose a un lugar más silencioso y lejano.
- La tristeza en «A tempo»: La tercera parte de la pieza, marcada por el A tempo, refuerza el carácter triste, que se apoya sobre todo en el cromatismo de la mano izquierda. Esta parte exige del intérprete una gran sensibilidad, ya que debe mantener el cromatismo fluido y expresivo, pero sin exagerar el carácter. Aquí, la tristeza es más profunda y sincera, como una reflexión sobre el sufrimiento, no una expresión directa de desesperación. Este es uno de los momentos más delicados de la pieza, donde la interpretación debe ser contenida y despojada de cualquier gesto innecesario. Mompou menciona la importancia de la simplicidad, lo que significa que cualquier tipo de exageración o afectación en la sonoridad, el ritmo o incluso los movimientos corporales del intérprete puede interferir con el sentimiento puro que busca transmitir.
- El sentimiento puro y la interpretación sencilla: La idea de Mompou sobre la sencillez en la interpretación es clave aquí. Para lograr expresar el «sentimiento puro» que busca, la ejecución debe ser directa, sin adornos innecesarios ni afectación emocional excesiva. Esto no implica una interpretación plana o indiferente, sino una que esté libre de artificialidad, donde el intérprete permite que la música fluya de forma natural y sincera. Según Mompou, la interpretación debe evitar movimientos innecesarios; los dedos son los únicos responsables de transmitir el «circuito entre el alma y el teclado». Esto sugiere un control absoluto de la técnica y una economía de movimiento que se enfoca en la expresión interna más que en la exteriorización del gesto. La pieza, al igual que muchas otras de Mompou, exige una especie de espiritualidad contenida, donde el intérprete busca conectar directamente con el oyente a través de la música, sin mediaciones teatrales.
V
La quinta pieza del Primer Cuaderno de Música Callada tiene una clara referencia al oficio del campanero y el poderoso sonido de las campanas. Esta pieza, marcada por las indicaciones de Mompou como «legato metálico» y «in lontananza» (a lo lejos), es un tributo a la resonancia de las campanas que, en lugar de ser simplemente notas individuales, se transforman en un tejido sonoro continuo, vibrante y con eco, como si las campanas estuvieran tocando desde la distancia.
Aspectos interpretativos:
- Legato metálico: La idea de legato metálico que Mompou utiliza aquí no es el legato tradicional, donde las notas se unen suavemente una tras otra. En este caso, el legato se refiere a la resonancia que se crea tras el golpe metálico, similar al sonido de una campana que reverbera tras ser tocada. Cada nota se conecta con las resonancias anteriores y siguientes, creando una atmósfera continua, como si el sonido persistiera en el aire. El intérprete debe enfocar su técnica en dejar que las notas se proyecten sin interrupción, usando el pedal para prolongar estas resonancias. Esto no implica una conexión física de las notas a través del toque del dedo, sino más bien una unión sonora, donde el pedal juega un papel clave.
- In lontananza: Esta indicación de «a lo lejos» añade una dimensión espacial a la pieza. El sonido no debe sentirse inmediato ni presente, sino que debe evocar una cierta distancia, como si las campanas estuvieran resonando desde un lugar lejano. Esto exige del intérprete una sutileza en la articulación y la dinámica. La sonoridad debe tener un retardo imperceptible, como Mompou lo sugiere, donde el sonido parece viajar a través del espacio antes de llegar al oyente. El uso delicado del pp (pianissimo) y el pedal largo es esencial para crear esta atmósfera etérea y evocadora.
- Resonancia en lugar de notas: La interpretación de esta pieza requiere un enfoque particular en las resonancias más que en las notas individuales. Desde el primer compás, Mompou marca una ligadura que, más que unir dos notas, busca resaltar la independencia de las resonancias, como si la primera nota diera origen a un espectro de sonidos que sigue vibrando en el aire. Cada nota posterior debe ser entendida no como un nuevo evento musical, sino como una extensión de esta resonancia inicial. La melodía sigue siendo importante, pero el foco principal está en la claridad armónica y en el uso del pedal para hacer audibles estas resonancias.
- El texto «Barrio de la playa» como inspiración sonora: El texto que Mompou escribe, «Barrio de la playa», ofrece una visión poética y muy personal del sonido que busca evocar en esta pieza. Habla de estar frente al mar, escuchando el suave ritmo de las olas mezclado con el ruido metálico de las manufacturas cercanas. Las fábricas cierran, los sonidos se desvanecen, y la noche trae el silencio, mientras el mar parece rezar. Esta imagen es clave para la interpretación de la pieza. El ejecutante debe recrear esta atmósfera de contraste entre los sonidos del día —el ruido metálico, las campanas— y el silencio de la noche, que se introduce paulatinamente. La sensación de misterio y contemplación es esencial para capturar la visión de Mompou.
- El forte pleno pero no ruidoso: El forte en esta pieza es también un desafío. Mompou pide que se toque pleno, con sonoridad, pero sin esfuerzo ni golpes. El forte debe sentirse como una ampliación de la resonancia, no como un ataque en el teclado. Esto implica un uso controlado de la energía y una excelente coordinación entre el pedal y los dedos para asegurarse de que el sonido sea potente pero fluido, casi como si emergiera naturalmente del piano, sin imposición.
VI
La sexta pieza del Primer Cuaderno de Música Callada se destaca por ser la más polifónica de toda la obra, una muestra clara del «Stile antico» con el que Mompou juega en su lenguaje compositivo. Esta referencia a un estilo contrapuntístico antiguo, basado en la imitación entre las voces, otorga a la pieza un aire solemne y místico. Las voces se entrelazan de manera que se imitan entre sí, tanto en direcciones ascendentes como descendentes, creando una textura rica en capas que evoca las resonancias que tanto fascinan a Mompou.
Aspectos interpretativos:
- Polifonía e imitación: El principal reto de esta pieza es la claridad en la ejecución de todas las voces. Mompou construye la pieza a partir de un motivo que se va repitiendo y transformando, como si fuera un eco que reverbera en diferentes registros. Este uso del eco, que Mompou menciona como parte de su concepto de resonancia, es esencial para la interpretación de la pieza. Las voces, aunque imitadas, no deben sonar mecánicamente, sino como si llegaran a los oídos del oyente de manera diferida, con una leve tardanza. La segunda voz, que sigue a la primera, debe tener esta intención de retardo, como si se tratara de un eco lejano que responde a la voz inicial.
- Inspiración en Liszt: Mompou pudo haber encontrado inspiración en el motivo principal de las Nubes grises de Franz Liszt. En esta obra, Liszt también evita un centro armónico definido, generando una sensación de incertidumbre y tensión que solo se resuelve más tarde. En la pieza de Mompou, esta técnica es empleada mediante la imitación del motivo principal, que se repite a lo largo de la obra, jugando con las expectativas armónicas del oyente.
- Legato y resonancia: Como en las piezas anteriores, el legato juega un papel crucial. Sin embargo, aquí no se trata de unir notas simplemente, sino de entender el legato como una extensión de la resonancia. Las voces polifónicas deben fluir unas tras otras sin interrupción, creando una atmósfera continua. Cada melodía, aunque en diferentes voces, debe sentirse como parte de un todo resonante. Esto requiere del intérprete una gran precisión en la articulación y un control cuidadoso del pedal para asegurar que las resonancias no se pierdan, pero tampoco se conviertan en un eco indefinido.
- Ritardandos y diminuendos sutiles: Mompou pide que los ritardandos y diminuendos sean sutiles, y esto es clave para la interpretación. Los pequeños retardos en el tempo no deben ser demasiado obvios ni exagerados; son, en palabras de Mompou, puntos que deben parecer inacabados, lo que da a la pieza un carácter de continua transformación, casi como si nunca llegara a una conclusión definitiva. Este enfoque es especialmente importante al final de las frases, donde el ritardando crea una sensación de depresión y nostalgia, reforzada por los intervalos descendentes que se vuelven expresivamente ricos en este contexto.
- La expresión abatida del ritardando: El segundo tipo de ritardando, que Mompou describe como una «expresión abatida», se adapta perfectamente a esta pieza. El carácter de la obra está impregnado de una melancolía silenciosa, y estos ritardandos, cuidadosamente aplicados, ayudan a enfatizar este sentimiento de resignación y tristeza sin caer en el dramatismo excesivo. Es importante que el intérprete mantenga un control riguroso sobre la intensidad de estos retardos para que no interrumpan el flujo general de la pieza.
- Intervalos expresivos: Los intervalos entre las notas, especialmente en las frases descendentes, son otra fuente de riqueza expresiva. Al final de las frases, cuando el motivo descendente se encuentra con el ritardando, la tensión emocional se incrementa, y el intervalo mismo se carga de una profunda melancolía. Estos descensos, lejos de ser meros movimientos melódicos, deben interpretarse como suspiros, como momentos de agotamiento emocional que refuerzan el carácter abatido de la pieza.
VII
La séptima pieza de Música Callada contiene una rica mezcla de elementos que evocan tanto el carácter lúgubre como una especie de inocencia distante y enigmática. La indicación “Lento” y “Profundo”, utilizada a menudo por Mompou, establece inmediatamente una atmósfera introspectiva, vinculada, como bien señalas, a la resonancia de las campanas, un motivo recurrente en su obra. Estas campanas, lejos de ser meramente festivas o ceremoniales, adquieren un carácter sombrío, remitiendo a la meditación y al misterio.
El paralelismo que estableces entre esta pieza de Mompou y la Música fúnebre por la muerte de Mosonyi de Liszt es acertado. Ambas piezas comparten una atmósfera fúnebre que se acentúa a través de la sonoridad de las campanas, con Liszt usando la indicación “Wie Gloken” (como campanas) y Mompou “Profond” para describir un efecto similar. En ambas composiciones, las campanas son un símbolo de duelo y de reflexión sobre la muerte. Las resonancias metálicas, tanto en Liszt como en Mompou, no solo son un recurso sonoro, sino que también llevan consigo un peso emocional, proyectando una melancolía profunda.
La descripción que Mompou da en su texto “Barri de platja” parece ser una clave esencial para interpretar esta pieza. La imagen de los niños danzando alrededor del fuego al caer la noche evoca una atmósfera mágica, donde la inocencia infantil y la naturaleza salvaje se funden en un ritual que, aunque lleno de vida, está marcado por el inevitable paso del tiempo. Este texto sugiere que, aunque la melodía tenga un carácter infantil, nunca está completamente separada de la melancolía y el misterio que atraviesan toda la obra de Mompou.
Aspectos interpretativos:
- Resonancias: La indicación “Profundo” no solo implica un registro grave, sino también una resonancia que perdura, como un eco distante que reverbera en el tiempo. Esto está directamente relacionado con el carácter de las campanas que Mompou evoca, esas campanas que no solo marcan el tiempo, sino que también parecen contener un eco de lo eterno, un recordatorio de lo efímero de la vida.
- Canción infantil y misterio: Aunque Mompou introduce un elemento infantil en el compás 24, esta melodía carece del júbilo que normalmente asociamos a una canción de niños. En su lugar, parece envuelta en un velo de misterio, quizá reflejando una imagen que, aunque infantil, está impregnada de nostalgia o de una inocencia perdida. Mompou menciona esta dualidad en su texto Barrio de la Playa, donde los cánticos infantiles al atardecer tienen una calidad salvaje, casi ritual, un eco de la naturaleza y el tiempo.
- Ritmo y contraste: El contraste entre los pasajes “Piu mosso” y el retorno al “Tempo I” refuerza la idea de una lucha interna en la música. El primer “Piu mosso” introduce un carácter más ligero, infantil, pero es un respiro breve antes de que el “Tempo I” reafirme el carácter lúgubre, con la mano izquierda tomando un rol más protagónico, trayendo nuevos matices que profundizan la oscuridad de la pieza. Este contraste podría interpretarse como un reflejo de las capas emocionales en la música de Mompou: el paso del tiempo, el duelo y la memoria están siempre presentes, incluso en los momentos que parecen más ligeros.
- Pedal y legato: El uso del pedal es fundamental en esta pieza. Desde el compás 3, un buen manejo del pedal permitirá una interpretación más fluida y profunda. La sugerencia de retrasar el cambio de pedal hasta después de la resolución en el compás 4 crea un diminuendo más bello y cargado de significado. En este contexto, el pedal no es solo un recurso técnico, sino un medio para prolongar las resonancias de las campanas, manteniendo esa atmósfera envolvente que Mompou busca.
VIII
La octava pieza de Música Callada empieza bajo la indicación “Semplice”, esta pieza es una excelente introducción al poema L’indifférent de Valéry. Aquí Mompou utiliza un patrón triádico de ocho notas, común en el estilo de Scarlatti, para exponer un tema sencillo y amigable, primero en “mf” (mezzo forte) y luego en “ppp” (pianississimo). Este contraste dinámico, junto con las pequeñas ligaduras en la mano izquierda, sugiere una interpretación que juega con las resonancias, evocando recuerdos borrosos y un paisaje sonoro en el que las notas no son lo principal, sino el espacio entre ellas.
La indicación de Mompou sobre el pedal a través de las ligaduras de resonancia en la mano izquierda en el segundo sistema es crucial para este efecto: el pedal debe mantener las resonancias sutilmente, permitiendo que el pasaje se transforme en una evocación de memorias distantes, en lugar de simplemente una secuencia de notas.
Aspectos interpretativos:
- Primera exposición (mf): El tema se presenta con claridad, pero sin exageración, manteniendo el carácter sencillo que la indicación Semplice requiere. En esta sección, Mompou introduce la melodía con un aire de serenidad y neutralidad, lo que refleja una indiferencia emocional similar a la explorada en el poema de Valéry.
- Repetición en ppp: Cuando el tema regresa, lo hace de manera mucho más delicada. Las resonancias juegan un papel crucial, y el uso del pedal es esencial para lograr el efecto de notas que parecen desvanecerse en la distancia. Esta segunda exposición invita a un mayor grado de introspección, donde la sencillez del tema se tiñe de un carácter más etéreo y misterioso.
- Desarrollo y cierre: Justo cuando parece que la pieza va a tomar un desarrollo más luminoso, Mompou introduce un largo ritardando, que arrastra la música hacia un final abatido. La última nota debe tocarse con una delicadeza que permita que el último armónico resuene lentamente, creando un final que parece desvanecerse en el silencio, como una memoria lejana o un suspiro final.
IX
La novena pieza de Música Callada la música adquiere una profundidad introspectiva que refleja el estado de paz interior al que aspira la obra. Mompou abandona el virtuosismo y se enfoca en crear un espacio sonoro que invita a la reflexión y al silencio. A medida que avanza, la pieza se va despojando de artificios, lo que lleva a un desenlace de gran serenidad, en un diálogo íntimo entre el silencio y el sonido. La última parte de este primer libro de Música Callada es una meditación sobre el silencio, la resonancia y la paz interior, donde cada elemento —dinámico, rítmico y tímbrico— está cuidadosamente diseñado para llevarnos a un estado de introspección profunda.
Aspectos interpretativos:
- Indicaciones dinámicas y de carácter: El carácter tranquilo que predomina en la primera parte de la obra debe mantenerse, pero a partir del “Lento”, la música evoca el eco de campanas distantes, creando un ambiente evocador. Aquí, la dinámica suave invita al intérprete a buscar un sonido etéreo y resonante, lleno de matices. La indicación «Poco più mosso» marca un cambio sutil en el flujo, donde los elementos rítmicos casi desaparecen, dejando una atmósfera de anticipación. El detalle en el compás 23, especialmente en la mano izquierda, actúa como una acentuación que debe tocarse con delicadeza, sirviendo de impulso hacia el «molto espressivo» del compás 24. En este pasaje, Mompou recurre nuevamente a sus característicos ecos y resonancias, utilizando pequeñas ligaduras que el intérprete debe extender con precisión para lograr que las notas resuenen de manera continua y profunda.
- Uso del tiempo y del silencio: El silencio es un componente fundamental en la obra de Mompou, y reaparece de forma significativa en el «Piu lento», donde el compositor pide al intérprete que reduzca aún más el tempo. Este silencio no es simplemente ausencia de sonido, sino una pausa cargada de significado, un espacio para que el intérprete y el oyente reflexionen sobre la resonancia y los ecos de las notas anteriores. Cada pausa es un momento de respiración que debe abordarse con cuidado, permitiendo que la música tenga un flujo orgánico.
- Resonancias: El uso del pedal es clave para crear la atmósfera de resonancia característica de Mompou. A lo largo de la obra, y especialmente hacia el final, el pedal debe utilizarse para permitir que el sonido se prolongue sin perder claridad, imitando el eco de las campanas. En los últimos compases, el sonido debe disminuir gradualmente hasta desvanecerse, logrando un efecto de calma que envuelve al oyente. El intérprete debe permitir que las notas finales se expandan en el espacio sonoro, creando una sensación de infinito, como un eco lejano que lentamente desaparece.
Interpretar Música Callada no es simplemente una cuestión técnica; es un desafío emocional y espiritual. El intérprete debe ser consciente de la sutil interrelación entre el sonido y el silencio, el legato que respira, la resonancia que trasciende, y las emociones que fluctúan entre la pasión y la pureza. La música de Mompou, especialmente en esta obra, es un reflejo de su visión del arte como un canal hacia lo trascendente, donde el sonido no solo es físico, sino también metafísico.
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