UN VERANO EN DUBROVNIK. La oportunidad de trabajar en una orquesta profesional

Por Anna Benavent Montell

Anna Benavent

Tras un año de ERASMUS repleto de emociones y nuevas experiencias en Varsovia, volví a España con más fuerza que nunca y con muchas ganas de aprender más.

Es por eso, que decidí marcharme a Dubrovnik (Croacia) durante el periodo de verano con la Dubrovački SimfonijskiOrkestar (DSO), gracias al convenio con nuestro Conservatorio a través del Programa Erasmus+. Se trata de un intercambio de duración máxima de tres meses (yo elegí solo hacer dos) en beneficio de becario de la orquesta.

Obviamente, funciona como un programa ERASMUS+ cualquiera: recibes una beca y los gastos corren a tu cuenta.Pero la orquesta hizo lo posible para que nosotros nos gastáramos lo mínimo, como algunas comidas, el servicio de transporte y parte del alojamiento, porque, aunque Croacia sea más barata que España, Dubrovnik es la ciudad más caradel país y ¡no podéis llegar a imaginar lo que costaba económicamente para un estudiante vivir allí!

Fuimos en total 4 que trabajamos en la Orquesta gracias alintercambio: Dos de administración de Turquía y Letonia,  y Quim(contrabajo) y yo, los dos del Conservatorio Superior de Valencia.

Músicos de la orquesta de viaje a la Isla de Lokrum

El primer día que llegamos al ensayo, fue como si estuviéramos encasa. Nos acogieron con los brazos abiertos, ayudando a cadaproblema, preocupándose por nosotros y siendo muy buenos compañeros de trabajo. Fue una sensación como si los conociera detoda la vida y volviéramos de una cortas vacaciones.

En general, fue una experiencia super enriquecedora, bonita y llena de momentos mágicos. La ciudad, por quién no la conozca, es muy famosa por haber grabado gran parte de la famosa serie “Juego de tronos”, por lo que podemos entender, que mucho turismo hay. Dubrovnik es una ciudad llena de encanto, rodeada de murallas y fortificaciones, llamada la “Ciudad Antigua”. Llena de tiendas artesanales, con productos elaborados a mano, miles de restaurantes donde es típico comer un buen plato de pescado y ostras, y, repleto de heladerías que, personalmente, ¡no tienen nombrede lo buenos que están sus helados!

Como podéis imaginar, para unas vacaciones de verano es un sueño esta ciudad, pero teníamos que trabajar. Ensayábamos de Lunes a Sábado unas 3 horas (bastante bien la verdad) y concierto una o dos veces por semana. Fue un trabajo muy rápido y cambiando de repertorio cada cinco o seis días, pero en eso se basa   trabajar en una orquesta profesional y la verdad es que aprendes mucho con esta forma de trabajo.

La DSO en concierto delante del Palacio del Rector

Interpretamos mucha variedad de repertorio, desde el Clásico, pasando por el Romanticismo y Música de Bandas Sonoras. Hemos trabajado con el director titular de la orquesta, el asistente y muchos directores invitados de Europa,y con músicos invitados de la Nacional de Croacia o la Radio de Zagreb. Durante los dos meses de mi estancia allívinieron bastantes solistas internacionales como cabe destacar el violinista Dan Zhu, interpretando el Concierto para violín de Beethoven, y Dubravka Tomšič, alumna de Arthur Rubinstein, interpretando el Concierto n. 5 “Emperador”para piano de Beethoven. La verdad, para mí fue un privilegio poder acompañar a gente de esta importancia ytrabajar con ellos, oportunidad que los jóvenes no tenemos muy a menudo.

El violín solista Dan Zhu y Dubravka Tomšič con los ERASMUS y los músicos de la orquesta

Mientras ocurría todo esto, por las tardes hacía clases de violín con la concertino de la Orquesta, Mirabai WeismehlRosenfeld, muy apreciada en nuestro Conservatorio y antigua componente de la Orquesta de les Arts de Valencia. En nuestras clases repasábamos el repertorio el concierto de esa semana, mucha técnica y sobretodo, leer y empezar amontar mi recital de final de carrera que me espera a final de este curso. Tenerla en esta experiencia a Mirabai me ha ayudado muchísimo tanto personal como profesionalmente, también teníamos nuestros momentos de descanso y nos íbamos a comer juntas, dar una vuelta, compartiendo momentos y ¡con mucho helado!

Durante estos dos meses de estancia, he aprendido a trabajar en una orquesta profesional y como funciona, con sus partesbuenas y sus partes malas, a mejorar personal y artísticamente en el mundo de la música, cómo montar un concierto en una semana y visitar una ciudad que era más que un sueño. Si que es verdad, que obviamente, en una Orquestaprofesional, no encuentras gente de tu edad, pero es cuestión de adaptarse y estas rodeado de gente maravillosa.

Junto con Mirabai después de un concierto

Una experiencia que ojalá pudiera ser más vista en nuestro país y dar la oportunidad a todos los jóvenes músicos de trabajar con unaorquesta así. Sales con las ideas más claras y con un futuro más seguro en tu cabeza, porque muchas veces no sabemos exactamentedespués de terminar la carrera a qué nos queremos dedicar, y una experiencia así, por muy corta que sea, puede determinar tu salidaprofesional.

Ahora, con todo un año y un verano de nuevos cambios y donde he aprendido muchísimo, vuelvo al Conservatorio teniendo más claro el qué hacer y a qué dedicarme después de la carrera, y con muchas ganas de todo y crecer cada díamás.

 

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