Por Kique Albelda
El pasado mes de Enero tuve la oportunidad de viajar a Califonia (EEUU) para visitar el NAMM Show 2017 que se celebra anualmente en el Convention Center de la ciudad de Los Ángeles. Este año, y bajo el lema “Believe in Music”, el evento se desarrolló durante los días 19, 20, 21 y 22, en los cuales disfruté de una experiencia musical única y muy enriquecedora.
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National Association of Music Merchants, comúnmente llamada NAMM en referencia a las populares ferias NAMM de la organización, es la asociación sin ánimo de lucro que promueve los beneficios de hacer música y se enfoca en los 17.000 millones de dólares que genera cada año la industria musical global. La feria sirve como centro para todas aquellas personas que buscan las últimas innovaciones en productos musicales, tecnología, grabación, sonido e iluminación y las actividades y programas están diseñados para promover la creación de música para personas de todas las edades.
Durante estos cuatro días pude disfrutar de una amplia actividad musical en todos los sentidos, a lo largo del inmenso edificio de congresos de Anaheim. Cientos de tiendas en forma de stands y un sinfín de marcas representadas entre las cuales había tanto instrumentos, como equipos electrónicos, informática, ingeniera de sonido, iluminación, montaje de escenarios y un largo etc. de productos que rodean la propia industria musical actual. Muchos de estos stands permitían testar sus productos, instrumentos, boquillas y en otros incluso se organizaban pequeñas jam sessions en las que se podía participar libremente.
Para mí fue una d
e las mejores experiencias del evento. En la planta baja, el Idea Center, un inmenso espacio reservado para todo tipo de conferencias programaba durante todo el día una serie de charlas bajo la consigna “Grow Your Business”; en él tuve la oportunidad de escuchar a auténticos genios del Marketing de los que podemos destacar los reconocidos Larry Bailin, Guy Kawasaki y Frank Alkyer.
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Fuera del propio edificio un grandísimo escenario era oc
upado a todas horas por grupos musicales de diferentes estilos que tocaban en directo para todo el mundo y que quedaba reservado en las horas punta para los cabezas de cartel.
Lo que, con diferencia, más me ha marcado fueron los shows improvisados y totalmente espontáneos que tuve la oportunidad de disfrutar de la mano de grandes mitos de la música como fueron los de Dr. Lonnie Smith, Stevie Wonder o Cory Henry. Personajes que han marcado ya la historia de la música o que están a la vanguardia como referencia de muchísimos músicos hoy en día a lo largo y ancho del planeta.
La música no duerme y no se puede esperar menos en una majestuosa ciudad como es Los Ángeles. Por las noches, cuando el recinto cerraba, se organizaban diferentes conciertos y jam sessions en diferentes clubs, hoteles de alrededor y casas particulares de las playas de Santa Mónica o Long Beach. Una de las más multitudinarias fue la jam session de “endorsers” que se hizo en el hotel Hilton, donde además de disfrutar de la música se podía goz
ar de un catering o tomar una copa así como participar y compartir escenario con los músicos que representaban las diferentes marcas que se exponían en la convención.
Sin duda una experiencia que recomendaría a cualquier persona.
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