EXPLORANDO LA MÚSICA DE NUEVA CREACIÓN. Conciertos de los departamentos de Composición y Música de Cámara del CSMV

Por Bernat Cucarella Sifre

Los días 7 y 8 de mayo en el Conservatorio Superior de Música de Valencia se celebraron las audiciones de Estrenos de Composición de 2023, en las que los alumnos presentaron las obras que han creado a lo largo de este curso en colaboración con los grupos de música de cámara del centro. Durante los conciertos, se pudieron escuchar un total de 12 composiciones realizadas por estudiantes de todos los cursos, ofreciendo variedad y demostrando la diversidad estética de los estudiantes de composición del conservatorio.

Sobre el concierto del día 7

El compositor que abrió el concierto del primer día fue Robert Bisbal González, cuya obra Retratos de Petrogrado nos sumergió en la turbulenta época de la Revolución rusa de 1917. Dividida en tres movimientos, la pieza pintó con maestría los retratos de personajes emblemáticos de la historia, desde el místico «santo» Rasputín hasta los señores gobernantes Romanov y la icónica Troika Bolchevique encabezada por Lenin, Trotski y Stalin. Los sonidos de la flauta y flautín, el oboe, el clarinete, la trompa y el fagot se fusionaron en una sinfonía que capturó la esencia de una época revolucionaria.

Siguió el Quartet nº2 de Victor Guzmán Bel, interpretado por un cuarteto de saxofones que partiendo y acabando en un niente y sonido airoso interpretaron una obra marcada por el ritmo y la gestualidad.

Para finalizar el concierto, Miquel Domingo Paz quiso hacernos reflexionar con Catarsis, una compilación de cuatro miniaturas inspiradas en las fases de una patología depresiva. A través de los instrumentos, cuarteto de saxofones también, los intérpretes exploraron los altibajos emocionales y las diferentes fases de la depresión. Cabe destacar la profesionalidad del cuarteto en asumir una obra de estas características.

Sobre el concierto del día 8

 El inicio del segundo concierto estuvo presente por la presencia lírica en Epitafio del mundo de Joaquín Izquierdo Fernández, donde la voz, la flauta, el clarinete y la guitarra eléctrica se unieron en una pequeña obra inspirada en un poema de Henry David Thoreau. El tratamiento tímbrico estuvo presente en esta obra con un ensemble diverso formado por alumnos del máster de interpretación.

Seguidamente, Guillem Ronda nos transportó a un piano-bar desfigurado con Nit a qualsevol piano-bar de la ciutat. Este compositor combinó la escritura y los ritmos del jazz con el lenguaje y las sonoridades propias de la música contemporánea. Con el piano, el clarinete bajo y el contrabajo como protagonistas, creó una fusión al ser instrumentos tanto del mundo contemporáneo como del mundo del jazz.

La diversidad de los instrumentos de viento se hizo presente en las obras de Aarón Esteve Gandía, Javier Ibáñez Herrero y Víctor González Cortés. Trestanto fue un viaje desde y hacia el silencio a través de los clarinetes y el requinto aprovechando la capacidad de registro dinámico de este instrumento. Divertimento nos llevó de la mano del quinteto de metales, compuesto por trompetas, trompa, trombón y bombardino, en una obra influenciada por el jazz tanto por su carácter rítmico, por la homofonía típica de Big Band y la improvisación. Por su parte, Brass Invent exploró la observación y la actividad, combinando calma y ritmo en una visión tanto contemplativa como reflexiva sobre el paso de la vida.

La Sonata Antipodal de Diego Gimeno Veintimilla nos sumergió en una estructura musical única basada en la organización del círculo de quintas. Los bombardinos y la tuba se unieron en una composición que exploró las relaciones tonales y las reacciones emocionales entre los diferentes polos opuestos. Recoge influencias de Béla Bartók que se plasma en la construcción del material compositivo.

La obra Embryonic deapause de Bernat Cucarella Sifre tomó como inspiración una estrategia reproductiva utilizada por algunas especies animales. La suspensión temporal del desarrollo embrionario se convirtió en una metáfora para crear un discurso musical basado en la unidad y la homogeneidad. La trompeta, la trompa y los dos bombardinos se unieron en una obra corta en la que destaca el uso del ritmo.

Dentro de una estética neoclásica pudimos escuchar El Sueño de Svarog de Alejandro Muñoz Gómez, una composición para oboe, violonchelo y piano. Además, era el opus 1 del compositor, un trío en La menor.

Por último, Sueños etéreos de Joan Requena creó un ambiente que hace referencia al título a través de la flauta, el oboe, el clarinete, la trompa y el fagot. Inspirado en el lenguaje de Oliver Messiaen, el compositor exploró las sensaciones y emociones que experimentamos durante el sueño. Las series de color y las taleas se entrelazaron en una composición que capta la sensación meditativa de obras del compositor del que se inspira.

Estos conciertos de nuevas creaciones nos recordaron la diversidad y la importancia de la escucha de música de nueva creación. Los alumnos de composición del Conservatorio nos mostraron su creatividad, presentando obras que exploraron temas históricos, emociones profundas y nuevas perspectivas musicales. Fueron dos conciertos en los que colaboraron dos departamentos del conservatorio, Composición y Música de Cámara, lo que promueve la retroalimentación entre alumnos y permite compartir inquietudes musicales. ¡Enhorabuena a todos!

 

 

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