ENTREVISTA A MIRABAI WEISMEHL, violinista. MASTERCLASS DE VIOLÍN.

Por Cecilia García Marco

Mirabai Weismehl Rosenfeld, natural de San Francisco (EE.UU.). Es la nueva Concertino de la Orquesta Sinfónica de Dubrovnik (Croacia).  Miembro fundador de los Violines Primeros de la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Titulada en Cleveland Institute of Music en la Concermaster Academy.

 

G.: Después de realizar unas masterclasses de violín en el Conservatorio Superior de Música de Valencia, los días 14 y 15 de noviembre de 2018, ¿nos podrías relatar cuál ha sido tu experiencia?

 

M.W.:Fue una experiencia muy emocionante y positiva para mí. Quería transmitir la  enseñanza de mis profesores, que valoro mucho. Los alumnos estaban dispuestos a aprender y “pillaron” todo en poco tiempo. Fue inmensamente gratificante.

C.G.:¿Hay algún aspecto de esta visita al CSMV que quieras destacar?

M.W.: Sí, hay dos cosas que merecen destacar. La primera es el gran equipo de profesores de violín. Quiero poner el énfasis en la palabra equipo, porque vi al profesorado así, colaborando para dar lo mejor a todos los alumnos. Cecilia García (coordinadora de violín) como el pegamento del equipo, organizó los días perfectamente para que pudiéramos concentrarnos en la música y en la enseñanza. La segunda cosa que me impresionó fue el gran número de alumnos presentes, tomando notas, además de los que tocaron. Se notaba un ambiente de curiosidad, entusiasmo y comunidad.

C.G.: ¿Te gustaría volver al CSMV y poder repetir la experiencia?

M.W.: Claro que sí!!

C.G.: ¿Cómo ha sido tu formación en tus inicios como estudiante de violín? ¿Qué destacarías del tipo de enseñanza que tuviste en EEUU? ¿Y qué diferencias encuentras con el sistema educativo en Europa, en España y en concreto en Valencia?

M.W.: Empecé cantando en varios coros y luego, a los 9 años comencé a tocar el violín por el aliento del padre de una amiga. Mi amiga tocaba el violín y al escucharme tocar por  primera vez el suyo, su padre me dijo que yo tenía madera de violinista y que mi madre me comprara uno. Me encantaba tocar y así, había encontrado mi propia voz. El primer año, mi profesora me enseñó con una modificación del método Suzuki. Muchos años después en el instituto, decidí dedicarme profesionalmente al instrumento y resultó que me faltaba una base de técnica. Con la docencia de Zoya Leybin (Violinista de la Orquesta

 

Sinfónica de San Francisco; alumna de Oistrakh y Yankelevich en Rusia), construimos la base para poder entrar al Superior y luego al Masters con los mejores profesores (Almita y Roland Vamos, Joseph Silverstein). La diferencia más notable entre los sistemas educativos en EEUU y en Europa puede ser la importancia de la orquesta y de aprender a tocar bien los pasajes orquestales. En Europa en general en el Superior, el repertorio de solista se considera suficiente. Sin embargo, en EEUU se entiende que sin un conocimiento de los pasajes orquestales, resulta difícil ganarse la vida. Es muy práctico. En Valencia, en concreto, veo a muchos alumnos que sufren porque están tocando el repertorio obligatorio del curso pero sin la técnica necesaria para tocarlo bien. Temo que sin la postura adecuada o con una falta de técnica, incluso podrían lesionarse.

C.G.: ¿Nos podrías comentar cuál ha sido tu trayectoria profesional? y ¿de qué momentos guardas mejores recuerdos?

M.W.: Siempre he tocado en una orquesta, primero con 17 años en EEUU, y después cuando quería realizar mi sueño de vivir en Europa, con la Orquestra de la Comunitat Valenciana. Es mi vida y me gusta el sonido de la orquesta. Uno de mis mejores recuerdos es tocar con la Orquesta de Cleveland (EEUU). Dije: “Eso es.”

C.G.: En la actualidad ¿cuáles son tus proyectos profesionales? y ¿cuáles son aquellos que te ilusionan en el futuro?

M.W.: Desde abril de 2018, toco de Concertino con la Orquesta Sinfónica de Dubrovnik (Croacia). Es un lugar precioso y estoy muy a gusto. Hay oportunidades para tocar de solista también y música de cámara. Tuve el poderío de tocar con la maravillosa pianista María

Joao Pires hace unos meses. Tengo muchas ganas de tocar más música de cámara y sonatas con piano. Además, me ilusiona viajar y conocer el mundo. De momento, estoy tocando de refuerzo con la gran Orquesta Filarmónica de Israel (Maestro Zubin Mehta, titular). Tocamos 11 conciertos en Israel antes de ir de gira a EEUU.

C.G.: ¿Algún consejo que quieras dar a los alumnos de violín del CSMV?

M.W. Mi consejo a los alumnos es que asistan a muchos conciertos, a los de sus amigos, de los profesores, y no sólo conciertos de la música clásica. Que escuchen las grabaciones de los antiguos maestros como Oistrakh, Milstein o Heifetz, entre ellos. Que se enteren del “sonido de oro” del pasado. Que inviertan la energía en cada minuto de estudio como si fuera la oportunidad única de la vida para mejorarse. Que estudien con el cerebro de un científico y a la vez, con todo la pasión del corazón. La música no es una asignatura ni las notas en una hoja. Es el ritmo, el sonido… es el pulso y la vibración de la vida. Es la expresión y la comunicación de emoción. Un concierto es un éxito si cuenta una historia y se entiende por el público. Deseo mucho éxito y suerte a todos.

 

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