ELENA ÜNALDI Y OZGÜR ÜNALDI ESTRENAN OBRA EN ESPAÑA. “Uludag Sonata” suena por primera vez en España, concretamente en el Auditorio del CSMV

Por Pau Guaita Serrano

Elena y Ozgür Ünaldi en el auditorio del CSMV

El pasado miércoles 26 de Octubre, aprovechando las jornadas de masterclasses de viola impartidas por la propia Elena Ünaldi, la pareja de intérpretes turcos tuvo el gusto de deleitar a los presentes con un maravilloso concierto con una duración aproximada de una hora y media.

Elena y Ozgür Ünaldi

Esta peculiar pareja son mucho más que un dúo formado por una viola y un piano. Elena y su esposo Ozgür, de nacionalidad Turca, se dedican a la docencia en la Universidad de Uludag, en la ciudad de Bursa. A parte también se dedican a impartir masterclasses y dar conciertos a nivel internacional. Ambos son unos grandes intérpretes galardonados con diversos premios de excelencia y que han trabajado como solistas en grandes orquestas, pero son multidisciplinares ya que también  se dedican en menor grado a la composición.

El Concierto

El concierto inició con la Balkan Suite (R. Marosh) y sus cuatro tiempos: Rapsody, Scherzo, Aria, Dance. Esta obra fue escrita en 1959 y en principio era original para cello y piano, aunque el compositor la adaptó también para viola y violín. La interpretación, cómo no, fue exquisita, prestando mucha atención a toda la carga emocional que contienen los motivos de este estilo musical.

Seguidamente Ozgür se levantó para presentar la próxima obra: Romanze Op.85 (M. Bruch). El pianista explicó que el acompañamiento de la obra original estaba compuesto para un grupo orquestal y que él mismo lo había adaptado a la voz del piano, pidió disculpas de antemano por si sucedía algún imprevisto y prometió realizar su mejor esfuerzo.

La siguiente obra fue el Capricho en homenaje a Paganini de H. Vieuxtemps para viola solo. Esta obra pertenece a un ciclo de seis obras, en el que las otras cinco son para violín ya que el compositor también era un gran intérprete de ambos instrumentos. Publicada en 1882, la obra presenta en la introducción el material a partir del cual va a desarrollarse la obra, llegando al clímax entre pasajes virtuosos y acabando con unas series de arpegios punteados de forma muy suave.

Después de la obra para viola solo, vino la pieza compuesta para piano solo. Ozgür interpretó la Polonesa Op.53 de F. Chopin de memoria. De estilo poco parecido al género de las polonesas en sí, esta obra fue compuesta en 1842, cuando la tuberculosis que acabó con la vida del compositor se agravaba y le obligaba a estar semanas en la cama. Muy influenciada por la Polonesa Militar, esta obra se convirtió en una de las preferidas del repertorio de los intérpretes de piano.

A continuación, el dúo se juntó de nuevo para interpretar, por primera vez en España, Uludag Sonata (G. Altay). Como explicó Ozgür, esta obra, compuesta en 2022, va dedicada al monte Uludag, que se levanta a las afueras de la ciudad de Bursa en Turquía. El pianista explicó las leyendas que circulan alrededor de este monte (ya que hay quienes consideran que es el verdadero monte Olimpo) para que el público entendiera mejor el carácter de la obra. Explicó que el monte no es muy alto, pero ocupa una gran superficie y por eso la climatología puede ser muy variada e impredecible y si lo visitas puedes sentirte perdido en algún momento, característica que la compositora quiso plasmar en la obra.

Siete variaciones sobre un tema de La Flauta Mágica de Mozart WOo. 46 (L. W. Beethoven) fue la siguiente obra en sonar. Para componer esta Obra, en Mi bemol mayor, L. W. Beethoven se inspiró en el tema del aria Bein Männern, cantada por Papageno y Pamina en la Ópera original.

A continuación, el dúo interpretó una adaptación de la Suite en Estilo Antiguo de A. Schnittke, formada por 5 tiempos: Pastorale, Ballet, Menuet, Fugue y Pantomime. Una vez más Ozgür se tomó el interés de explicar al público, a modo de curiosidad, que el propio compositor definía esta obra como su creación más odiada, pues debido a su variedad de recursos y estilos interpretativos era su composición más famosa; algo así como Ravel con su famosísimo Bolero.

Ya entrando en la recta final del concierto, interpretaron Piece en forme de Habanera (M. Ravel), obra compuesta originalmente para voz y piano, pero comúnmente interpretada con el violín y, en este caso, la viola.

Para finalizar el concierto, el dúo nos deleitó con Tango, de E. Zimbalist. Esta obra se incluye en la Suite Sarasateana del mismo compositor, una de sus obras más destacadas y, originalmente, compuesta para violín y piano. Al igual que la anterior obra son cortas y de carácter más ligero con la finalidad de no sobrecargar el final del concierto.

En conclusión, el concierto fue maravilloso y, por supuesto, estuvo a la altura de lo esperado viniendo de dos intérpretes de esta magnitud y nivel. Las dobles cuerdas estaban afinadas, los pasajes virtuosos de ambos instrumentos perfectamente cuadrados, la sincronización entre la pareja era perfecta y el repertorio elegido era variado y equilibrado. ¿Qué más se puede pedir?

 

 

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