CICLO DE CONCIERTOS “DIMECRES AL CONSERVATORI”. Recital de viola y piano a cargo de Santiago Cantó y Francesc Llop

Por Marcos Miquel Silla

Santiago Cantó y Francesc Llop interpretando una de las piezas durante el recital

El pasado miércoles 17 de noviembre, se ofreció en el Auditorio del Conservatorio Superior de Música de Valencia, un concierto de música de cámara por parte del dúo de viola y piano que integran Santiago Cantó (viola) y Francesc Llop (piano).

Santiago Cantó realizó sus estudios de viola en los conservatorios de Valencia, Madrid y Bruselas, y ha formado parte de diversas orquestas profesionales como la Orquesta de la Comunidad de Madrid, Sebastian Strings de Amberes, Ensemble Nouvelle Musique, Ensemble 88 Maastrich… Desde 1994, es el viola solista de la Orquesta de Valencia.

Francesc Llop se formó en el Conservatorio Profesional de Música de Valencia, prosiguiendo sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Castellón y en la Ecole Normale de Musique «Alfred Cortot», en París, con el profesor Nelson delle Vigne Fabbri. Ha actuado como solista en diferentes países: España, México, Francia y Alemania. Es también doctor cum laude en Historia del Arte por la Universidad de Valencia. Actualmente, es profesor repertorista en el Conservatorio Superior de Música de Valencia.

El dúo de viola y piano ofreció un total de 3 piezas, de Oslow, Brahms y Hindemith; con un mismo eje central que conectaría las 3 piezas desde diferentes épocas y estilos: la sonata.

El recital se inició con la Sonata op.16 nº 3 de G. Oslow en Mi mayor, un compositor muy interpretado en Francia pero poco conocido en España, seguido de la Sonata op.120 nº 2 de Brahms en Mi bemol Mayor, una de las piezas maestras para este instrumento. Para finalizar el programa, interpretaron la Sonata op.11 nº4 “Fantasie” de Hindemith.

Como bis y regalo final, interpretaron “Après un rêve”, op.7 nº1 de Gabriel Fauré.

Después de este exigente y magnífico repertorio, el dúo no sólo se ganó al público por su dominio del instrumento. Además, añadieron a su interpretación, y así lo recalcaron en el concierto como una de sus intenciones, la explicación y contextualización de las piezas que van a interpretar.

Escuchar música lleva intrínseca una labor pedagógica desbordante, aunque a priori no lo parezca, porque sin duda realiza en el oyente una verdadera enseñanza sobre aquello que está escuchando. No obstante, abordar una serie de piezas musicales, poniendo en situación al oyente de la magnitud e importancia de aquello que van a escuchar, lleva consigo la intención de contar algo más: entender la necesidad de que lo que se escuche, se entienda. Y que se entienda que es importante decirle al público: ¿qué hago aquí?, ¿qué le ofrezco con mi música? para que cuando salga a la calle, se lleve algo que antes no tuviera.

Con este concierto, una vez más, dos magníficos músicos demostraron la necesidad de salir a la escena para hacerse oír y para los que acudimos a escuchar, aprender de lo que cuenta la música y de las palabras que pueden extraer dos intérpretes del trabajo y dedicación sobre una pieza.

Ojalá se contagie la ilusión por sacar lo mejor de cada nota, como transmitieron viola y piano el pasado miércoles en el conservatorio, y así podamos seguir aprendiendo y disfrutando de los mejores, para tal vez poder algún día realizar esa tarea con el mismo entusiasmo.

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