ARTFUL DESIGN. Technology in the search of the sublime.

Por Miguel Gómez

Título: Artful design. Technology in the search of the sublime. A musicomic manifesto.

Autor: Ge Wang.

Editorial: Stanford University Press.

Año de publicación: 2018.

ISBN: 978-1-5036-0052-2.

Páginas: 488.

 

 

Artful Design es una especie de manifiesto que no solo nos guía sobre los procesos de la creatividad y del avance tecnológico, sino que también pone de relevancia las implicaciones de nuestras creaciones, la validez moral a parte de la utilitaria, la estética y la importancia de la relación entre el usuario y las nuevas tecnologías. Para conseguir este propósito, Ge wang nos presenta un fantástico libro en formato de foto-cómic en el que se entrelazan los temas de carácter más técnico con los de naturaleza humanística. Siempre haciendo uso del sentido del humor y de la imagen, Ge Wang nos lleva desde el desarrollo de aplicaciones como Ocarina, a la creación de la Stanford Laptop Orchestra, pasando por el diseño de videojuegos, la investigación en tecnología musical, los lenguajes de programación destinados a la música y la creación de nuevas interfaces para la interpretación.

El libro consta de ocho capítulos. Cada uno de ellos se centra en diferentes aspectos de la tecnología, el diseño y la comunicación. A simple vista podría parecer un trabajo técnico, pero nada más lejos,  la parte más sustancial de este libro tiene un calado humanista. Para conseguirlo, Ge Wang se va apoyando durante toda la obra en el pensamiento de filósofos, investigadores y escritores. Así, las leyes de la robótica de Isaac Asimov y  Frankenstein de Mary Shelley  se encuentran al lado de los imperativos hipotéticos y categóricos de Immanuel Kant, las teorías sobre los medios de comunicación de Marshall McLuhan, la caverna de Platón, la eudaimonía según la Ética a Nicómaco de Aristóteles,  o la diferencia entre Ludus y Paidia de Roger Caillois. Con todas estas referencias, Ge Wang va elaborando los principios del manifiesto capítulo a capítulo. Al final de cada uno de ellos, el autor también nos propone una lista de trabajos para desarrollar el potencial de lo aprendido. Un complemento atractivo en este sentido es la página web de Artful Design, donde se pueden encontrar contenidos adicionales, vídeos, software, etc.

Como es de esperar esta tendencia humanista lleva el texto a la disputa entre el arte por el arte y lo utilitario, a diseños que son un fin en sí mismos y diseños que son el medio para alcanzar un propósito. También llega al terreno de las responsabilidades que adquirimos al crear. Según Ge Wang,  somos responsables de los valores tanto positivos como negativos de los objetos que diseñamos, por lo tanto, el hecho de poder cubrir una necesidad con nuestras creaciones, no significa que debamos descuidar sus valores éticos y morales. Esta idea se convierte en una máxima que reaparece en repetidas ocasiones a lo largo del libro: “Aquello que hacemos, nos hace”.

A parte de estos ocho capítulos, hay un interesante interludio que se desarrolla en el estudio personal de Perry R. Cook, profesor emérito de ciencias de la computación y música en la universidad de Princeton y antiguo profesor de Ge Wang. Un fascinante apartado en el que Cook nos habla de sus creaciones y experiencias en el terreno de la tecnología musical.

Artful Design es, en conclusión, un inspirador libro sobre el diseño, el arte y, sobretodo, la relación de ambos con los seres humanos.  Un manifiesto cuyos principios, según Ge Wang, deberían regir todos los objetos que diseñamos y cuya columna vertebral se centra en los valores  éticos inherentes a cada diseño y no solo en las necesidades que este puede cubrir.

Ge Wang es un reconocido músico, programador y pedagogo. Actualmente es profesor asociado en el centro para la investigación computacional sobre música y acústica en la universidad de Stanford. También fue el fundador de la Stanford Laptop Orchestra, de la cual es director. Como emprendedor, ha disfrutado de éxitos en el mercado de las aplicaciones musicales con el diseño de apps como Ocarina o Magic Piano. Así mismo, es co-fundador de la compañía de diseño de aplicaciones Smule y el creador del lenguaje de programación con fines musicales Chuck.

 

 

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